La inmobiliaria, capítulo 7 de "La deriva"
Publicado: Vie, 30 Dic 2016 10:40
LA INMOBILIARIA
-Me ha escrito Berta, dice que se viene a vivir a Coruña, le han ofrecido un trabajo en La voz de Galicia
-Ah¡ si, es una buena noticia, no. ¿Cuanto hace que no os veis?
-cinco años, la última vez fue en el entierro de tío Salvador
-entonces viene para quedarse
-eso parece
-y ¿cuando llega?
-pronto, me dijo que en cuanto estuviera instalada nos llamaría
-oye, no crees que deberíamos decirle que se venga aquí hasta que encuentre algo
-no tenemos sitio, Gabriel, están todas las habitaciones ocupadas, no la vamos a hacer dormir en el sofá de la sala
-no sé, no me parece muy correcto de nuestra parte ¿ por qué no le buscas tu algo?
-porque no me lo ha pedido
Gabi se acerca a preguntar ¿qué pasa mamá? Es tu tía Berta, ahora la vamos a ver mucho, no sé quién es mamá, ya la conocerás hijo, la última vez que la viste eras muy pequeñito, y por qué la vamos a ver mucho, porque es mi hermana y tu tía, es muy buena, ya verás, seguro que te lleva al parque, al cine y a esos sitios que tanto te gustan ¿y me comprará gusanitos y chapas? ¡Ay¡, no sé, pero tú no la marees pidiéndole cosas, es de mala educación, vale mamá, pero a lo mejor ella me las compra sin que se las pida, verdad papá, qué pillo es mi niño dice Gabriel dándole un apretón. Laura está apunto de irse, se ha arreglado cuidadosamente, el traje de chaqueta granate, unos toques de colorete, los pendientes rojos de acibro. Se ha peinado y ha pensado que mañana irá a la peluquería, a ponerse unas mechas rubias y a retocarse la media melena, se ha pintado con un lápiz negro el contorno de los ojos verdes y finalmente, con la barra de carmín, ha marcado el dibujo de sus labios en un tono fucsia suave, ya está lista, a las cinco tiene que abrir la inmobiliaria, y ella es puntual como el que más, la puntualidad es síntoma de seriedad, qué va a pensar un cliente si le citas a las cinco en punto y ve que no has llegado justamente a esa hora, pensará que no es una empresa seria y tendrá toda la razón, es más, Laura tiene calculado el trayecto a la décima de segundo, y a las cinco menos cinco está en la puerta de la oficina levantando la cortina metálica, justo antes de agacharse comprueba en su reloj digital de alta precisión que efectivamente son las cinco menos cinco y al mismo tiempo, sin intervalo posible, confirma la hora en el reloj de la fabrica de tabacos . Hoy tiene tres citas, primero don Esteban que viene dos veces a la semana, es un anciano de unos ochenta años, viudo, médico militar retirado, tiene en oferta un piso antiguo de ciento cincuenta metros, como se ha gastado un dinero en mejorarlo pide por él lo mismo que si fuera nuevo, se enfada porque no se acaba de vender ,don Esteban tal vez debería ajustar un poco más el precio, quiere usted decir señorita que mi piso no vale lo que vale, no don Esteban no es eso, lo que pasa es que no es obra nueva, obra nueva, obra nueva, bah bah, qué pisos en obra nueva tienen ciento cincuenta metros útiles, eso es verdad, pero cuatrocientos mil euros en la calle Nicaragua me parece mucho pedir, y el barrio qué ,es el mejor barrio de Coruña, bueno, si usted lo dice, en fin, sigo intentándolo, el otro día lo vio una pareja, les gustó, pero claro, es lo de siempre, el precio les tira para atrás, otra vez señorita, el precio es el que es y punto, el que lo quiera que lo pague y sino no se vende y santas pascuas, como si necesitara yo el dinero; este diálogo, con ligeras variantes, se repite dos veces a la semana, Laura está un poco harta, este don Esteban es un terco , en esas condiciones no lo venderá y a ella le ocupa tiempo y el tiempo es dinero, si esto sigue así le dirá que lo ponga a la venta en otra inmobiliaria. La segunda cita es con un hombre soltero de mediana edad, compra piso por primera vez, ha vivido hasta ahora con su padre y ha ahorrado, ha ahorrado mucho, empleado de banca, quiere un apartamento de dos habitaciones, zona centro, en la primera entrevista Laura le ha dicho precios altos con la idea de que enseguida bajaría de nivel, este treinta y dos millones, en pesetas se entiende, muy bien, me interesa, es sin garaje, bien no importa, son sesenta metros, correcto, encaja en lo que busco, Laura toma carrerilla, en cuatro caminos éste por treinta y ocho, con garaje, vale, habrá que verlo y también tengo aquí uno, calle Juan Florez, seminuevo cuarenta millones, pero son setenta y dos metros, está muy bien, con plaza de garaje amplia, también me puede valer, aunque el garaje como ya le he dicho no es indispensable, bueno, y ya si se anima, tengo éste en la ciudad vieja, un lujo de ático, en la plaza de Azcarraga, con vistas a la dársena del puerto, cuarenta y cinco millones, ¿se podrán ver todos el mismo día?, si viene temprano por la mañana, si, por la mañana no puede ser ,si es por la tarde, a primera hora, a las cinco y media, de acuerdo, aquí, aquí. La tercera cita es a las seis y medida, con dos estudiantes, para ellos existen pisos específicos en alquiler, son pisos bastante deteriorados pero tienen precios asequibles, les ha gustado uno en la calle Barcelona, de cuatro habitaciones, y esta tarde firmaran el contrato si Maria, la dueña, se decide, le ha dicho que se está pensando mucho si volver a alquilar a estudiantes, después de que los últimos le levantaran el parqué, le pintarrajearan las paredes y se llevaran los electrodomésticos. Laura se pone a revisar su agenda por si se le ha pasado alguna otra cita, son las cinco y media en punto y en ese momento llega Lourdes que es la encargada de enseñar los pisos, hola, laura, hola, todavía no han llegado, por qué no vas un momento aquí al lado a la panadería y les pides la llave del piso de enfrente, hay que enseñarlo esta tarde, vale, ahora vuelvo. Lourdes es soltera y acaba de tener un niña, que deja con su madre para atender al trabajo, es una experta en equivocarse con las llaves, algo que pone de los nervios a Laura, porque como ella dice: quedas muy mal con los clientes, como si fuéramos descuidados y no lo somos, para desplazarse utiliza una lambretta, que conduce sin respetar las más mínimas normas de circulación, te vas a matar un día o te van a poner una multa , ni que fueras de seur, hija, Lourdes habla demasiado, a veces no se centra en lo que tiene que hacer y en vez de glosar las ventajas del inmueble de turno termina hablando de su niña o de cualquier tema político de actualidad, lo que le digo, es una vergüenza que el gobierno quiera quitar la desgravación de los pisos, y de las guarderías mejor no hablar, como no estés forrado y te pagues una privada vas listo y que me dice de los contratos basura, usted porque trabaja en un Banco, pero los hay que no pueden alquilar ni un apartamento de doscientos euros, y las ayudas por hijo qué, se lo puedo decir con fundamento, una miseria, luego quieren que la gente tenga niños, que den facilidades, hombre, en otros países como Dinamarca las madres están un año de permiso cobrando el sueldo y se les reserva el puesto de trabajo, aquí en España dieciséis semanas, cuando te incorporas todavía te duelen los puntos de la cesárea, yo tengo que recurrir a mi madre, si no fuera por ella a ver que hacia con la niña, oiga, si me enseña el piso, es que tengo un poco de prisa sabe, ah! si , venga conmigo, este es el salón ,cuadradito como ve, doble ventanal lacado, suelo de roble, persianas automáticas, aquí, la cocina, vea que azulejos, son de primera calidad, ocho metros cuadrados, es como la mía, igualita ,en una cocina como ésta le caliento el biberón a mi nena, cada cuatro horas, sabe y luego hervirlo para que no coja gérmenes, oiga, por favor, si, perdone, estos son los muebles, como ve le cabe todo, platos, vasos, fuentes, tres estantes en cada uno que puede regular, nevera combi, campana extractora, lavavajillas integrado y tendedero con una pila para lavar la ropa, no vea que necesario es ,yo en mi casa puse una porque tengo que lavar continuamente la ropa de la nena y si no sería poner la lavadora medio vacía cada dos por tres, continuamos, si no es mucha molestia, perdone, hombre, vamos por aquí, la habitación principal con su armario empotrado totalmente dividido y forrado, tiene espacio más que suficiente para una cama de matrimonio , el baño con bañera de hidromasaje y mampara, alicatado hasta el techo en gres de primera calidad, la otra habitación, un poco más pequeña, ideal para un niño, soy soltero, ya me lo parecía, allí, el otro baño con plato de ducha, fíjese en las molduras de escayola del pasillo, son bonitas, verdad, es un pisito muy majo, luminoso, bien situado, lo pensaré, no lo piense mucho que se lo rifan, ¿de verdad?, valiente imbécil, piensa Lourdes, no me extraña que viva solo, seguro que no hay quien le aguante, como dice Laura, hay que tener educación, sin educación y respeto a los demás no se puede convivir, aunque luego le pongas a parir por detrás, pero por delante buenas formas ante todo, somos civilizados, personas del primer mundo, este tío se cree que porque trabaja en un banco y lleva traje de marca está por encima de mi, que se habrá creído, ¿cómo estará mi nena?, tengo unas ganas de verla, seguro que no se toma el biberón de las seis, y mamá¿ sabrá darle esos golpecitos en la espalda para que eche los gases? , seguro que no le duerme, supongo que se dará cuenta de mirar si tiene que cambiarle los pañales, la voy a llamar por el móvil, mierda, me he quedado sin batería.
-Me ha escrito Berta, dice que se viene a vivir a Coruña, le han ofrecido un trabajo en La voz de Galicia
-Ah¡ si, es una buena noticia, no. ¿Cuanto hace que no os veis?
-cinco años, la última vez fue en el entierro de tío Salvador
-entonces viene para quedarse
-eso parece
-y ¿cuando llega?
-pronto, me dijo que en cuanto estuviera instalada nos llamaría
-oye, no crees que deberíamos decirle que se venga aquí hasta que encuentre algo
-no tenemos sitio, Gabriel, están todas las habitaciones ocupadas, no la vamos a hacer dormir en el sofá de la sala
-no sé, no me parece muy correcto de nuestra parte ¿ por qué no le buscas tu algo?
-porque no me lo ha pedido
Gabi se acerca a preguntar ¿qué pasa mamá? Es tu tía Berta, ahora la vamos a ver mucho, no sé quién es mamá, ya la conocerás hijo, la última vez que la viste eras muy pequeñito, y por qué la vamos a ver mucho, porque es mi hermana y tu tía, es muy buena, ya verás, seguro que te lleva al parque, al cine y a esos sitios que tanto te gustan ¿y me comprará gusanitos y chapas? ¡Ay¡, no sé, pero tú no la marees pidiéndole cosas, es de mala educación, vale mamá, pero a lo mejor ella me las compra sin que se las pida, verdad papá, qué pillo es mi niño dice Gabriel dándole un apretón. Laura está apunto de irse, se ha arreglado cuidadosamente, el traje de chaqueta granate, unos toques de colorete, los pendientes rojos de acibro. Se ha peinado y ha pensado que mañana irá a la peluquería, a ponerse unas mechas rubias y a retocarse la media melena, se ha pintado con un lápiz negro el contorno de los ojos verdes y finalmente, con la barra de carmín, ha marcado el dibujo de sus labios en un tono fucsia suave, ya está lista, a las cinco tiene que abrir la inmobiliaria, y ella es puntual como el que más, la puntualidad es síntoma de seriedad, qué va a pensar un cliente si le citas a las cinco en punto y ve que no has llegado justamente a esa hora, pensará que no es una empresa seria y tendrá toda la razón, es más, Laura tiene calculado el trayecto a la décima de segundo, y a las cinco menos cinco está en la puerta de la oficina levantando la cortina metálica, justo antes de agacharse comprueba en su reloj digital de alta precisión que efectivamente son las cinco menos cinco y al mismo tiempo, sin intervalo posible, confirma la hora en el reloj de la fabrica de tabacos . Hoy tiene tres citas, primero don Esteban que viene dos veces a la semana, es un anciano de unos ochenta años, viudo, médico militar retirado, tiene en oferta un piso antiguo de ciento cincuenta metros, como se ha gastado un dinero en mejorarlo pide por él lo mismo que si fuera nuevo, se enfada porque no se acaba de vender ,don Esteban tal vez debería ajustar un poco más el precio, quiere usted decir señorita que mi piso no vale lo que vale, no don Esteban no es eso, lo que pasa es que no es obra nueva, obra nueva, obra nueva, bah bah, qué pisos en obra nueva tienen ciento cincuenta metros útiles, eso es verdad, pero cuatrocientos mil euros en la calle Nicaragua me parece mucho pedir, y el barrio qué ,es el mejor barrio de Coruña, bueno, si usted lo dice, en fin, sigo intentándolo, el otro día lo vio una pareja, les gustó, pero claro, es lo de siempre, el precio les tira para atrás, otra vez señorita, el precio es el que es y punto, el que lo quiera que lo pague y sino no se vende y santas pascuas, como si necesitara yo el dinero; este diálogo, con ligeras variantes, se repite dos veces a la semana, Laura está un poco harta, este don Esteban es un terco , en esas condiciones no lo venderá y a ella le ocupa tiempo y el tiempo es dinero, si esto sigue así le dirá que lo ponga a la venta en otra inmobiliaria. La segunda cita es con un hombre soltero de mediana edad, compra piso por primera vez, ha vivido hasta ahora con su padre y ha ahorrado, ha ahorrado mucho, empleado de banca, quiere un apartamento de dos habitaciones, zona centro, en la primera entrevista Laura le ha dicho precios altos con la idea de que enseguida bajaría de nivel, este treinta y dos millones, en pesetas se entiende, muy bien, me interesa, es sin garaje, bien no importa, son sesenta metros, correcto, encaja en lo que busco, Laura toma carrerilla, en cuatro caminos éste por treinta y ocho, con garaje, vale, habrá que verlo y también tengo aquí uno, calle Juan Florez, seminuevo cuarenta millones, pero son setenta y dos metros, está muy bien, con plaza de garaje amplia, también me puede valer, aunque el garaje como ya le he dicho no es indispensable, bueno, y ya si se anima, tengo éste en la ciudad vieja, un lujo de ático, en la plaza de Azcarraga, con vistas a la dársena del puerto, cuarenta y cinco millones, ¿se podrán ver todos el mismo día?, si viene temprano por la mañana, si, por la mañana no puede ser ,si es por la tarde, a primera hora, a las cinco y media, de acuerdo, aquí, aquí. La tercera cita es a las seis y medida, con dos estudiantes, para ellos existen pisos específicos en alquiler, son pisos bastante deteriorados pero tienen precios asequibles, les ha gustado uno en la calle Barcelona, de cuatro habitaciones, y esta tarde firmaran el contrato si Maria, la dueña, se decide, le ha dicho que se está pensando mucho si volver a alquilar a estudiantes, después de que los últimos le levantaran el parqué, le pintarrajearan las paredes y se llevaran los electrodomésticos. Laura se pone a revisar su agenda por si se le ha pasado alguna otra cita, son las cinco y media en punto y en ese momento llega Lourdes que es la encargada de enseñar los pisos, hola, laura, hola, todavía no han llegado, por qué no vas un momento aquí al lado a la panadería y les pides la llave del piso de enfrente, hay que enseñarlo esta tarde, vale, ahora vuelvo. Lourdes es soltera y acaba de tener un niña, que deja con su madre para atender al trabajo, es una experta en equivocarse con las llaves, algo que pone de los nervios a Laura, porque como ella dice: quedas muy mal con los clientes, como si fuéramos descuidados y no lo somos, para desplazarse utiliza una lambretta, que conduce sin respetar las más mínimas normas de circulación, te vas a matar un día o te van a poner una multa , ni que fueras de seur, hija, Lourdes habla demasiado, a veces no se centra en lo que tiene que hacer y en vez de glosar las ventajas del inmueble de turno termina hablando de su niña o de cualquier tema político de actualidad, lo que le digo, es una vergüenza que el gobierno quiera quitar la desgravación de los pisos, y de las guarderías mejor no hablar, como no estés forrado y te pagues una privada vas listo y que me dice de los contratos basura, usted porque trabaja en un Banco, pero los hay que no pueden alquilar ni un apartamento de doscientos euros, y las ayudas por hijo qué, se lo puedo decir con fundamento, una miseria, luego quieren que la gente tenga niños, que den facilidades, hombre, en otros países como Dinamarca las madres están un año de permiso cobrando el sueldo y se les reserva el puesto de trabajo, aquí en España dieciséis semanas, cuando te incorporas todavía te duelen los puntos de la cesárea, yo tengo que recurrir a mi madre, si no fuera por ella a ver que hacia con la niña, oiga, si me enseña el piso, es que tengo un poco de prisa sabe, ah! si , venga conmigo, este es el salón ,cuadradito como ve, doble ventanal lacado, suelo de roble, persianas automáticas, aquí, la cocina, vea que azulejos, son de primera calidad, ocho metros cuadrados, es como la mía, igualita ,en una cocina como ésta le caliento el biberón a mi nena, cada cuatro horas, sabe y luego hervirlo para que no coja gérmenes, oiga, por favor, si, perdone, estos son los muebles, como ve le cabe todo, platos, vasos, fuentes, tres estantes en cada uno que puede regular, nevera combi, campana extractora, lavavajillas integrado y tendedero con una pila para lavar la ropa, no vea que necesario es ,yo en mi casa puse una porque tengo que lavar continuamente la ropa de la nena y si no sería poner la lavadora medio vacía cada dos por tres, continuamos, si no es mucha molestia, perdone, hombre, vamos por aquí, la habitación principal con su armario empotrado totalmente dividido y forrado, tiene espacio más que suficiente para una cama de matrimonio , el baño con bañera de hidromasaje y mampara, alicatado hasta el techo en gres de primera calidad, la otra habitación, un poco más pequeña, ideal para un niño, soy soltero, ya me lo parecía, allí, el otro baño con plato de ducha, fíjese en las molduras de escayola del pasillo, son bonitas, verdad, es un pisito muy majo, luminoso, bien situado, lo pensaré, no lo piense mucho que se lo rifan, ¿de verdad?, valiente imbécil, piensa Lourdes, no me extraña que viva solo, seguro que no hay quien le aguante, como dice Laura, hay que tener educación, sin educación y respeto a los demás no se puede convivir, aunque luego le pongas a parir por detrás, pero por delante buenas formas ante todo, somos civilizados, personas del primer mundo, este tío se cree que porque trabaja en un banco y lleva traje de marca está por encima de mi, que se habrá creído, ¿cómo estará mi nena?, tengo unas ganas de verla, seguro que no se toma el biberón de las seis, y mamá¿ sabrá darle esos golpecitos en la espalda para que eche los gases? , seguro que no le duerme, supongo que se dará cuenta de mirar si tiene que cambiarle los pañales, la voy a llamar por el móvil, mierda, me he quedado sin batería.