Editorial Alaire

El aire que respiro se me resiste a veces. Si antes de pasar a hacerse mío
no encuentra quien lo venza supondrá que contiene agallas
para tensar la cuerda y respirar por mí.
Quien sabe discernir y cultivar el campo intestinal al mismo tiempo
descansa en el rellano de la duda
hasta que vuelven lo instintos a dejarse mediar y merecer.

Supe (ahora) que la niñez no dispone de la experiencia sosegada
que necesita la inducción del madurismo En los comienzos de la carne
hay una luz con desparpajo que sin saber medir la gana revienta a toda prisa.
Ni el ángel de los vientos se percata, pues dejando rodar el agua
por la corriente interna se ciñe el esperpento a la cintura para tirar del carro.

Pasaron a distancia los remilgos. Tembló de gana mi sustento agudo
y se me vino al ojo virulento la válvula de escape.

El aire que respiro se me mantiene a la medida exacta que le exijo.
Así de fácil es restaurar las enseñanzas y volcarse en la aventura
mientras promete la inocencia
hacerse con la consternación incruenta de las sombras.

Lo que dejo de ver parece ser distinto a lo que miro,
ya que siento un vagar inocentoide, ofensivamente adulterado,
que permanece reducido a un soplo ante el esfuerzo errante de las cosas.
Si se adhiere al sin fin de itinerancias que protege , el rumbo dominante
de la presunta complacencia dejará de augurar que dobla sus poderes.
El aire se me resiste a veces si respira la voz de la conciencia

Tu aire te ha elegido, Guillermo; se hace cascabel de oxígeno para purificar las musas y sus efectos colaterales.

Abrazo y muchos aplausos.

Pues nos dejas, Guillermo, con el aire en la boca. El último verso me parece definitivo, fantástico. Con un abrazo.
Salud.

Los versos no se te resisten. Un cierre fantástico. Me gustó leerte
Besos
Pilar

"El aire se me resiste a veces si respira la voz de la conciencia."

Y, no obstante, seguimos respirando ese aire que, a veces, nos ahoga. Fantásticos versos. Vaya mi aplauso.

Un abrazo y feliz año.

Un poema de profunda reflexión desde la atalaya de cola de los años ¡Imperdonables años!

Todo un placer de lectura, amigo Guillermo.

Feliciano para ti y todos los tuyos.

Hermoso y muy interesante trabajo, que como es habitual en tu poesía, propone un sumario ontológico bien tramado y mejor resuelto, en este caso, a base de verso multimétrico con las señas de identidad de la procedencia métrica del autor.
Feliz Año Nuevo, estimado amigo y admirado colega. Mucha salud para seguir en la brecha.
Abrazos.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Tu aire te ha elegido, Guillermo; se hace cascabel de oxígeno para purificar las musas y sus efectos colaterales.

Abrazo y muchos aplausos.

Gracias por poner oxígeno en mis ulmones poéticos, amigo. me alegra que te gustara el gesto demismusas.

un abrazo

Julio Gonzalez Alonso escribió:Pues nos dejas, Guillermo, con el aire en la boca. El último verso me parece definitivo, fantástico. Con un abrazo.
Salud.

Un poco de aire es salud si fuera puro. Gracia por tu opinión sobre verso final definitivo.

un abrazo

Intenso mensaje y con fuerza llega de tu interesante poema Guillermo. Me gustó y disfruté leyendo

saludos y lo más y mejor para el 2017

rafael

Pilar Morte escribió:Los versos no se te resisten. Un cierre fantástico. Me gustó leerte
Besos
Pilar

Pilar, gracias por tu paso por mis versos y por el ánimo que trasmites, amiga.

otro abrazo para ti.

Ramón Castro Méndez escribió:"El aire se me resiste a veces si respira la voz de la conciencia."

Y, no obstante, seguimos respirando ese aire que, a veces, nos ahoga. Fantásticos versos. Vaya mi aplauso.

Un abrazo y feliz año.

Es necesario el aire para unir y para separar , Para respirar y para cerrar distancias. Gracias por pasar por mi poema.

un abrazo

Extraordinaria analogía, el impulso vital primario frente al sosiego reflexivo que brinda la experiencia,
confrontación que halla en tu poesía, Guillermo, el balance perfecto de cada verso.
Celebro la lectura de este poema de suprema inteligencia y lirismo.

J. J. M. Ferreiro escribió:Un poema de profunda reflexión desde la atalaya de cola de los años ¡Imperdonables años!

Todo un placer de lectura, amigo Guillermo.

Feliciano para ti y todos los tuyos.

Gracias J.J.M. Ferrero. Con tu presencia y comentario honras el poema, gracias por tu tiempo-
un abrazo

Totalmente de acuerdo con Alejandro, el aire del verso final deja sin aliento tras toda una épica epopeya.
Un placer recorrer tus cuitas.
Un abrazo