Editorial Alaire

En la invariable repetición de los días,
apenas la soledad sobre la piel es un ascua casi marchita.
Su desnudez de sombra, su dulce nombre
y su sabor amargo; si acaso la esperanza,
su hueso y su cadena, su puño bien apretado
y su mano abierta, y ese quejido
que, como una lágrima sobre el arco de un violín,
brota del ojo de una improbable tempestad.
Acróbata en el aire insomne, yo te aguardo
abandonándome a esa solaz tristeza que deja la lluvia
al empañar las postreras luces del estío.
Inevitablemente, pienso en ti.
Mi espalda curvada sobre el silencio,
desnudo y sin más horizonte
que un tiempo inexorable,
deslumbrado por el tardío latido de la noche.
¿Acaso la noche no cobija en su nido de sueños
a los últimos pájaros del invierno?
Desde mi voz vencida, un viento derrota
hacia un mar que ha perdido sus orillas,
un cajón de sastre alberga mi memoria,
y un corazón alado aún dormita en un sístole
cuando la muerte opone a la vida su reflejo.

Desde mi voz vencida, un viento derrota
hacia un mar que ha perdido sus orillas,
un cajón de sastre alberga mi memoria,
y un corazón alado aún dormita en un sístole
cuando la muerte opone a la vida su reflejo.

Este es un poema de maravilla, vanguardista, con estilo
y ritmo interior, y lectura muy amena, me ha gustado mucho,

Felicidades, Ramón, amigo poeta

Un abrazo

RZ

Qué bien escribes, Ramón:

Lirismo puro en tus versos.

Enhorabuena por tanta belleza
Un beso grande, compañero
Ana

Rafael Zambrano Vargas escribió:Desde mi voz vencida, un viento derrota
hacia un mar que ha perdido sus orillas,
un cajón de sastre alberga mi memoria,
y un corazón alado aún dormita en un sístole
cuando la muerte opone a la vida su reflejo.

Este es un poema de maravilla, vanguardista, con estilo
y ritmo interior, y lectura muy amena, me ha gustado mucho,

Felicidades, Ramón, amigo poeta

Un abrazo

RZ

Muchas gracias, amigo Rafael. por tus generosas palabras.

Un fuerte abrazo.

Ana Muela Sopeña escribió:Qué bien escribes, Ramón:

Lirismo puro en tus versos.

Enhorabuena por tanta belleza
Un beso grande, compañero
Ana

Muy agradecido, amiga Ana, por tu apoyo y por tus siempre generosas y elogiosas palabras. Me alegra que estas letras hayan sido de tu agrado.

Un beso enorme, amiga.

Ramón Castro Méndez escribió:En la invariable repetición de los días,
apenas la soledad sobre la piel es un ascua casi marchita.
Su desnudez de sombra, su dulce nombre
y su sabor amargo; si acaso la esperanza,
su hueso y su cadena, su puño bien apretado
y su mano abierta, y ese quejido
que, como una lágrima sobre el arco de un violín,
brota del ojo de una improbable tempestad.
Acróbata en el aire insomne, yo te aguardo
abandonándome a esa solaz tristeza que deja la lluvia
al empañar las postreras luces del estío.
Inevitablemente, pienso en ti.
Mi espalda curvada sobre el silencio,
desnudo y sin más horizonte
que un tiempo inexorable,
deslumbrado por el tardío latido de la noche.
¿Acaso la noche no cobija en su nido de sueños
a los últimos pájaros del invierno?
Desde mi voz vencida, un viento derrota
hacia un mar que ha perdido sus orillas,
un cajón de sastre alberga mi memoria,
y un corazón alado aún dormita en un sístole
cuando la muerte opone a la vida su reflejo.

Bello poema, fragmentos totalmente logrados en su esencia lírica.
Me ha gustado detenerme en tu ventana. Un abrazo Navideño.-

Impresiona esa inspiración rampante y dispuesta a dar el sí de verso y de inspiración.
el ambiente está dispuesto a certificar que hay ánimo y sentido en esa introspección
atenuada y determinadamente descifrable.

un abrazo

Buen poema, Ramón, me gusta tu estilo.
Besos
Pilar

Mirta Elena Tessio escribió:

Ramón Castro Méndez escribió:En la invariable repetición de los días,
apenas la soledad sobre la piel es un ascua casi marchita.
Su desnudez de sombra, su dulce nombre
y su sabor amargo; si acaso la esperanza,
su hueso y su cadena, su puño bien apretado
y su mano abierta, y ese quejido
que, como una lágrima sobre el arco de un violín,
brota del ojo de una improbable tempestad.
Acróbata en el aire insomne, yo te aguardo
abandonándome a esa solaz tristeza que deja la lluvia
al empañar las postreras luces del estío.
Inevitablemente, pienso en ti.
Mi espalda curvada sobre el silencio,
desnudo y sin más horizonte
que un tiempo inexorable,
deslumbrado por el tardío latido de la noche.
¿Acaso la noche no cobija en su nido de sueños
a los últimos pájaros del invierno?
Desde mi voz vencida, un viento derrota
hacia un mar que ha perdido sus orillas,
un cajón de sastre alberga mi memoria,
y un corazón alado aún dormita en un sístole
cuando la muerte opone a la vida su reflejo.

Bello poema, fragmentos totalmente logrados en su esencia lírica.
Me ha gustado detenerme en tu ventana. Un abrazo Navideño.-

Muchas gracias, Mirta, por tu paso. Celebro que mis letras hayan sido de tu agrado.

Feliz Navidad para ti y los tuyos.

Un afectuoso abrazo.

Guillermo Cuesta escribió:Impresiona esa inspiración rampante y dispuesta a dar el sí de verso y de inspiración.
el ambiente está dispuesto a certificar que hay ánimo y sentido en esa introspección
atenuada y determinadamente descifrable.

un abrazo

Muy agradecido, amigo Guillermo, por tu paso y apreciado comentario.

Feliz Navidad para ti y los tuyos.

un fuerte abrazo.

Pilar Morte escribió:Buen poema, Ramón, me gusta tu estilo.
Besos
Pilar

Muchas gracias, Pilar. Me alegra que mis letras hayan sido de tu agrado.

Feliz Navidad para ti y los tuyos.

Besos.

Muy grande el ritmo, muy grande el poema, Ramón. Gracias por tu regalo, compañero
Un abrazo

xaime oroza carballo escribió:Muy grande el ritmo, muy grande el poema, Ramón. Gracias por tu regalo, compañero
Un abrazo

Muchas gracias a ti, amigo Xaime, por obsequiarme con tus generosas palabras.

Feliz Navidad para ti y todos los tuyos.

Un fuerte abrazo.

Muy bello e interesante trabajo, amigo Ramón.
Feliz Año Nuevo.
Abrazos.

¡Qué bueno en su construcción y estilo! Me gustan los recursos expresivos utilizados, así como el recurso fónico de la aliteración de la primera parte del poema, las comparaciones y las metáforas ajustadas. La introducción del apóstrofe, tan bien elegido, conduce con naturalidad y belleza al final en un cierre que es de aplaudir.
Con un abrazo.
Salud.