Editorial Alaire

No somos la luz,
necesitamos que otros nos iluminen,
por eso vimos el albor y renacimos,
por eso,
en la lluvia podemos ver al viento,
por eso,
cuando abrimos los almacenes
vacíos de los ojos, al emerger,
no teníamos rostro,
éramos una flor cerrada
por la llave de la noche.
Porque necesitábamos primero
hacernos sombra.
Así al crecer pudimos ver
que los espejos plagiaban las sonrisas,
así notamos la mentira de la luna,
pudimos ver que el océano no era azul
sino de niebla y nube.
Porque todo parece una pequeña mentira.
Las estrellas, menos las estrellas,
y si lo pienso bien, nunca he visto una,
tal vez una extinta,
pero, ¿qué hace ella viajando eternamente
dentro de mí si ya está muerta?
Espejismos somos,
soy uno,
aparezco con tu luz
desvanezco cuando duermes.
Hemos podido ver el canto
pero jamás al grillo.
Vimos la sangre abrirse paso por las calles
como luna abofeteando los nimbos,
lo hemos visto claro
y aun así no hemos visto,
no observamos
las trampas que dejaron aquellos conejos
para que muriéramos asfixiados,
las piedras que arrojamos al río
y que nunca tocaron fondo,
somos el reflejo de todo,
yo soy el tuyo y tu eres el mío,
por eso nunca estamos oscuros.

Antonio Satír escribió:No somos la luz,
necesitamos que otros nos iluminen,
por eso vimos el albor y renacimos,
por eso,
en la lluvia podemos ver al viento,
por eso,
cuando abrimos los almacenes
vacíos de los ojos, al emerger,
no teníamos rostro,
éramos una flor cerrada
por la llave de la noche.
Porque necesitábamos primero
hacernos sombra.
Así al crecer pudimos ver
que los espejos plagiaban las sonrisas,
así notamos la mentira de la luna,
pudimos ver que el océano no era azul
sino de niebla y nube.
Porque todo parece una pequeña mentira.
Las estrellas, menos las estrellas,
y si lo pienso bien, nunca he visto una,
tal vez una extinta,
pero, ¿qué hace ella viajando eternamente
dentro de mí si ya está muerta?
Espejismos somos,
soy uno,
aparezco con tu luz
desvanezco cuando duermes.
Hemos podido ver el canto
pero jamás al grillo.
Vimos la sangre abrirse paso por las calles
como luna abofeteando los nimbos,
lo hemos visto claro
y aun así no hemos visto,
no observamos
las trampas que dejaron aquellos conejos
para que muriéramos asfixiados,
las piedras que arrojamos al río
y que nunca tocaron fondo,
somos el reflejo de todo,
yo soy el tuyo y tu eres el mío,
por eso nunca estamos oscuros.

Muy bello, Antonio, bellísimo, va construyendo poco a poco su verdad, y la hace nuestra. Me gustó mucho.

Un abrazo.

Carmen

Buen reflejo el que deja en mi sentir el ojo de tu pluma y tu sentir propio.

un abrazo

Nos vamos iluminando y también oscureciendo la mirada, somos nosotros y los demás. Un hermoso poema que me gustó leer.
Besos
Pilar

Muy hermoso poema, me gusta la firmeza de su entramado y las cautivadoras imágenes que le sirven de tegumento. Quizá la realidad no sea lo que se ofrece a nuestros ojos. Te felicito por tus letras que aplaudo fervientemente.

Un abrazo.

Un poema muy hermoso con un profundo trasfondo existencial sobre la necesidad de hacer este viaje acompañados para poder encontrarnos a nosotros mismos..
Mis felicitaciones, Antonio. Un abrazo.

espejismos somos,
soy uno,
aparezco con tu luz
desvanezco cuando duermes.


Hermoso trabajo, Antonio; estos versos me han llegado muy profundamente.

Salud, felicidades y un gran abrazo hasta Chile.

Fabuloso poema, Antonio.

Me ha llegado todo entero, pero especialmente lo de las estrellas. Nos llega su luz y sin embargo muchas de ellas están muertas y no existen cuando contemplamos su luz. Eso es un misterio inmenso.

Un fuerte abrazo
Aplausos
Ana