Editorial Alaire

Nadie lo vio venir, los arboles fueron testigos , el cielo no quiso hablar
pero alguien dijo que fue perfecto.

Ella quería escapar ser uno mismo con el viento, ser la llama del fuego
que baila sin cesar , sentía pena por el pasto que debía quedarse plantado
en un solo lugar, deseaba ser como el agua que fluía libremente .

Era una marioneta en una selva de cemento, su vida era un teatro, en la cartelera
solo había títulos de obras trágicas, nunca fue la protagonista de su vida, siempre
tuvo el papel secundario rodeada de hipócritas y payasos.

Su locura la llevo a un letargo eterno, el viento rozaba su piel pálida, el sol
quería darle un poco de calor a su cuerpo frió e inerte, el pasto la abrazaba
como si no quisiera dejarla ir, el tiempo no pudo detenerse, y fue ahí cuando
el cielo no pudo mas y comenzó a llorar, al fin ella sería uno solo con el viento
fluiría con el agua que caía sobre ella, sería esa llama danzante.

Al fin ella sería libre...

Si al final alcanzó la libertad todo sea bienvenido. Un poema hermoso.
Besos
Pilar

Muy buen poema, Eunice, bienvenida al foro...

Abrazos
Ana

Te presentas con un poema triste y liberador. Bienvenida al foro. Saludos cordiales.

Bienvenida, amiga Eunice. Te presentas con un hermoso e interesante trabajo
Felicitaciones navideñas.
Un cordial saludo.

La esclavitud a tientas va buscando la salida. Tú la encuentras y describes de forma conjugada y la libertad
siempre,siempre llega al final para adjuntar el equilibrio. La vida mortifica y a la muerte dignifica.

Ççççun abrazo