Editorial Alaire

Nació de la costumbre
y se dejó llevar, casi dormida,
sobre el instinto de los años jóvenes.
Era el jardín donde arrojar futuros
y cultivar recuerdos.

Dos décadas pasaron y la muerte,
asesina de todos los que siguen con vida,
inyectó la tragedia por sus venas
hasta dejar en coma al pensamiento.

Se despertó con la primera risa,
después de que la ausencia le pusiera en la boca
su pistola de olvido,
resucitó con el bostezo triste
de los que duermen para sonreír,
de los que se sujetan a la vida
con las uñas postizas de la resignación.

Tuvo el dolor la angustia de los años bisiestos
y escondió sus heridas
bajo el tiempo inconsciente de las conversaciones.
Y fue feliz el gesto…
igual que la manzana en la boca de Eva.

Pero a veces la risa es el niño que escapa
del amigo invisible,
el soñador que muestra, escondido en sus miedos,
la transparencia de la realidad.

Ella resiste junto a las cervezas,
en la contemplación de los años filiales
o en la abstracción fugaz del último poema.
Ella resiste poderosa y única
y se deja llevar, casi despierta,
sobre el instinto de los años.

Como el humo que aleja los pecados del fuego
sobrevuela el incendio de los nombres.

Si la felicidad pudiera hablarnos,
respetuosamente, guardaría silencio.


Luis Oroz.

Me gusta leerte. Porque a diferencia de otros poemas, que supongo serán de calidad, en los tuyos además de verse esa magistralidad indiscutible en las imágenes, no se pierde la visión del conjunto y lo que este significa ( en esos "otros" tengo más la sensación de un corta/pega de visiones que no acabo de entender qué es lo que quieren mostrar).

Muchas gracias por compartirlo y enhorabuena. Sienta bien tener de quién aprender. Saludo

Si la felicidad pudiera hablarnos,
respetuosamente, guardaría silencio.

Mi admiración a su letra, me quedo sin palabras, solo aprendiendo de ellas, de verdad te reitero que es hermoso tu poema, y que tiene un final en el que me he quedado sumergida.

Espero aprender de ti, un abrazo.

No tiene desperdicio Luis, como diden por aquí. Mucho por disfrutar de tu decir.

Magistral

Abrazos en la distancia

Luis Oroz,
Magnífico poema

donde la maestría se muestra
como personaje del poema..

te felicito

un abrazo fuerte, querido amigo

Has ido dando forma con cada verso a esa persona mediante la cual, en algun que otro aspecto seguro que m,ás de un lector puede verse irremediablemente reflejado.
Un PLACER pasar a leerte.
Saludos del este

Apreciado Luís, un gran poema con un ritmo y metáforas envidiables. Un placer pasar por tus versos. Un abrazo, Eduardo.

Como el humo que aleja los pecados del fuego
sobrevuela el incendio de los nombres.

Me parece que hace mucho tiempo que no he leído algo que me haya dolido tanto como ése, tu: "Nació de la costumbre". Es terrible. Realmente terrible; si bien... bueno, éste es un espacio poético, pero quiero creer que todos tenemos forma de redimir (redimirnos) nuestro origen.

Un final para enmarcar. Aplausps, guajín.

Blanca

Luis Oroz escribió:Nació de la costumbre
y se dejó llevar, casi dormida,
sobre el instinto de los años jóvenes.
Era un jardín donde arrojar futuros
y cultivar recuerdos.

(...)

Como el humo que aleja los pecados del fuego
sobrevuela el incendio de los nombres.

Si la felicidad pudiera hablarnos,
respetuosamente, guardaría silencio.


Luis Oroz.

Luis Oroz escribió:Nació de la costumbre
y se dejó llevar, casi dormida,
sobre el instinto de los años jóvenes.
Era un jardín donde arrojar futuros
y cultivar recuerdos.

Dos décadas pasaron y la muerte,
asesina de todos los que siguen con vida,
inyectó la tragedia por sus venas
hasta dejar en coma al pensamiento.

Se despertó con la primera risa,
después de que la ausencia le pusiera en la boca su pistola de olvido,
resucitó con el bostezo triste
de los que duermen para sonreír,
de los que se sujetan a la vida
con las uñas postizas de la resignación.

Tuvo el dolor la angustia de los años bisiestos
y escondió sus heridas
bajo el tiempo inconsciente de las conversaciones.
Y fue feliz el gesto…
igual que la manzana en la boca de Eva.

Pero a veces la risa es el niño que escapa
del amigo invisible,
el soñador que muestra, escondido en sus miedos,
la transparencia de la realidad.

Ella resiste junto a las cervezas,
en la contemplación de los años filiales
o en la abstracción fugaz del último poema.
Ella resiste poderosa y única
y se deja llevar, casi despierta,
sobre el instinto de los años.

Como el humo que aleja los pecados del fuego
sobrevuela el incendio de los nombres.

Si la felicidad pudiera hablarnos,
respetuosamente, guardaría silencio.


Luis Oroz.

Es un poema limpio, sugerente, humano, que retrata
con metáforas exactas y originales, una circunstancia
triste, una vida desgraciada.

El lenguaje es recatado, sin buscar oscurecerse con
vocablos rebuscados ni sintaxis o giros complejos.

Ha sido un momento de emoción estética leerte, poeta.

Un abrazo.
Óscar

Enol Sanyago

Me gusta leerte. Porque a diferencia de otros poemas, que supongo serán de calidad, en los tuyos además de verse esa magistralidad indiscutible en las imágenes, no se pierde la visión del conjunto y lo que este significa ( en esos "otros" tengo más la sensación de un corta/pega de visiones que no acabo de entender qué es lo que quieren mostrar).

Muchas gracias por compartirlo y enhorabuena. Sienta bien tener de quién aprender. Saludo

Muchas gracias Enol, me hace especial ilusión tu respuesta porque para mi, un poema que no logro encuadrar en mis pensamientos, es un poema incompleto.

Está claro que cada lector, cada poeta, es un mundo.

Un abrazo, amigo, y gracias otra vez.

Luis Oroz.

Me pasa como a Enos, que me adentro en tus poemas con facilidad, éste me ha gustado mucho
Un abrazo
pilar

Un gran poema, Luis. No hay un pero que ponerle, tan solo leerlo y tratar de aprender de tu maestría. Un saludo cordial.

Un poema Luis que nos lleva de la mano por la cara de la felicidad que no es visible, la felicidad casi siempre está de camino, casi siempre está ocupada en la lucha contra lo que no se busca, pero el sólo intuirla ya la hace presente de algún modo.
Una forma muy original de personificar algo tan ansiado, ponerle los zapatos de diario y echarla a andar entre lo tangible no es nada sencillo.
Destaco los versos finales:

Si la felicidad pudiera hablarnos,
respetuosamente, guardaría silencio.

Una reflexión a tener en cuenta, casi filosófica.

Un abrazo

Sara

Sobrio, contundente, de hilacion sobresaliente. Para leerlo varias veces y escuchar en ese final al respetuoso silencio.

Un fuerte abrazo Luis.

Noemi Sanchez

Mi admiración a su letra, me quedo sin palabras, solo aprendiendo de ellas, de verdad te reitero que es hermoso tu poema, y que tiene un final en el que me he quedado sumergida.

Espero aprender de ti, un abrazo.

Mil gracias Noemi, te aconsejo que no aprendas mucho de mí, soy poco aprovechable en cuestión teórica, de todos modos me dejas muy contento con tus palabras.
Gracias de corazón.

un fuerte abrazo.

Luis Oroz.