La luna, mi luna
Publicado: Mié, 16 Nov 2016 17:18
La luna, mi luna.
Tantos saltos, tantos puentes,
tantas vidas, tantos truenos como hechizos
y una cristalera, hoy vacía .
Esa luna que fue mis embarazos,
mis mareas, mis errores,
quien jamás pensó en un hechizo vacío
o en la exquisita levedad del silencio.
Como fueron por fin,
mis versos un recaudo,
o la armonía que me compone, cuantos dichos,
jamás me fallaría, y falla.
Vi tu Begoña, y ente nosotras creo, rezo y tanto,
que aún de tontos me sostiene,
me enseña cada día, un color nuevo.
Palomas de juventud, de novios,
que escriben historias sobre canciones,
regando lo flor hermosa,
con besos, lágrimas pulidas es sinsabores.
Los blancos, escasos en tanto azul,
luna que inunda, tantos caminos negros,
fluyendo dispersa entre cada sílaba, de este poema,
donde las almas gimen, sonriendo.
Círculos de ayuda, Tan próxima, que no hay distancia,
solo un gracias eterno.
Y otro momentos de lagrimas,
de entender,
o si recordar el despreció.
Y en calma del, suceso constante,
del sentimiento, inquietante,
ese mar de luces,
sobre mi luna bañado,
se que Dios y mis amigos,
están conmigo
y creedme a todos os necesito
y doy gracias por teneros conmigo.
Tantos saltos, tantos puentes,
tantas vidas, tantos truenos como hechizos
y una cristalera, hoy vacía .
Esa luna que fue mis embarazos,
mis mareas, mis errores,
quien jamás pensó en un hechizo vacío
o en la exquisita levedad del silencio.
Como fueron por fin,
mis versos un recaudo,
o la armonía que me compone, cuantos dichos,
jamás me fallaría, y falla.
Vi tu Begoña, y ente nosotras creo, rezo y tanto,
que aún de tontos me sostiene,
me enseña cada día, un color nuevo.
Palomas de juventud, de novios,
que escriben historias sobre canciones,
regando lo flor hermosa,
con besos, lágrimas pulidas es sinsabores.
Los blancos, escasos en tanto azul,
luna que inunda, tantos caminos negros,
fluyendo dispersa entre cada sílaba, de este poema,
donde las almas gimen, sonriendo.
Círculos de ayuda, Tan próxima, que no hay distancia,
solo un gracias eterno.
Y otro momentos de lagrimas,
de entender,
o si recordar el despreció.
Y en calma del, suceso constante,
del sentimiento, inquietante,
ese mar de luces,
sobre mi luna bañado,
se que Dios y mis amigos,
están conmigo
y creedme a todos os necesito
y doy gracias por teneros conmigo.