Claraboya
Publicado: Mar, 08 Nov 2016 17:13
Nuestra casa a veces es tan oscura
que hay lugares donde la luna
no guarda sus zapatos,
tan oscura que podría parpadear el sol
y no nos daríamos cuenta.
El fósforo inacabado no ha visto
los espejos de las arañas,
ni a los amantes entumecidos
bajo el ciclón de la lluvia mortecina,
no escuchó los pasos del día
cuando dejó su bufanda eterna
colgada en los alambres de la ropa.
Pero ahí arriba es distinto,
hay una rendija de vidrio
que permite ver las costras del cielo.
Un arcoíris cae en mi taza de té
y desvanece junto al vapor,
como una alhaja fundida,
puedo ver la nieve que aun brilla
parecida a un collar de perlas
en la dama pétrea de la cordillera,
puedo ver tanto y no tanto al mismo tiempo!
como si revelaran algo terrible
dentro de mí a media luz!
A través de esta ventana,
a través de la madera atraviesa el flúor
de lo que vive afuera,
un animal blanco,
con todos sus huesos quiere entrar,
callado, frotándose en los árboles
y en nuestros pómulos,
porque siempre encuentra la fórmula
de despertar al ojo de la casa.
que hay lugares donde la luna
no guarda sus zapatos,
tan oscura que podría parpadear el sol
y no nos daríamos cuenta.
El fósforo inacabado no ha visto
los espejos de las arañas,
ni a los amantes entumecidos
bajo el ciclón de la lluvia mortecina,
no escuchó los pasos del día
cuando dejó su bufanda eterna
colgada en los alambres de la ropa.
Pero ahí arriba es distinto,
hay una rendija de vidrio
que permite ver las costras del cielo.
Un arcoíris cae en mi taza de té
y desvanece junto al vapor,
como una alhaja fundida,
puedo ver la nieve que aun brilla
parecida a un collar de perlas
en la dama pétrea de la cordillera,
puedo ver tanto y no tanto al mismo tiempo!
como si revelaran algo terrible
dentro de mí a media luz!
A través de esta ventana,
a través de la madera atraviesa el flúor
de lo que vive afuera,
un animal blanco,
con todos sus huesos quiere entrar,
callado, frotándose en los árboles
y en nuestros pómulos,
porque siempre encuentra la fórmula
de despertar al ojo de la casa.