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Ahora

Publicado: Mar, 08 Nov 2016 17:13
por jose manuel saiz
AHORA

Recuerdo aún la tarde en la que ningún amigo
llamó a mi puerta.
Yo tenía nueve años, el cielo estaba azul
y el sol ardía en los cristales.
En julio ningún niño
debería llorar en la ventana.

Mi madre puso sobre la mesa dulce de membrillo
y algo más grande y más hermoso
que un verano,
algo que no alcanzaba
a interpretar entonces. Yo creía
que la amistad estaba por encima
del mundo y de las cosas.
Ella me acariciaba la nuca con ternura
para que no pudiera sentir la anchura exacta
y la medida justa de la desilusión.

Ahora
que ya no importa si alguien llama
o no a esa puerta,
ahora que mi madre ya no puede
poner sobre la mesa su dulce de membrillo,
ahora que me esfuerzo en recordar
sus manos en mi nuca para no percibir
la anchura exacta de otras desazones,
ahora que, por fin, he conseguido
interpretar bajo otro prisma lo que pensaba
que estaba por encima
del mundo y de las cosas,
ahora que ya no arde en esa casa
el sol en los cristales y mis lágrimas
hace años que dejaron
su impronta en la ventana, ahora
que julio y el verano son de otros...,
ahora solo quiero
dejar constancia, al fin, de lo que importa:
agradecer así
su amor aquella tarde.



--oOo--

Re: Su amor aquella tarde

Publicado: Mar, 08 Nov 2016 17:41
por Mirta Elena Tessio
jose manuel saiz escribió:SU AMOR AQUELLA TARDE

Recuerdo aún la tarde en la que ningún amigo
llamó a mi puerta.

Yo tenía nueve años, el cielo estaba azul y el sol
ardía en los cristales. En julio ningún niño
debería llorar en la ventana.

Mi madre puso sobre la mesa dulce de membrillo y algo
más grande y más hermoso que un verano,
algo que yo no supe interpretar entonces. Pensaba
que la amistad estaba por encima
del mundo y de las cosas.

Ella me acariciaba la nuca con ternura
para que no pudiera sentir la anchura exacta
y la medida justa de la desilusión.

Ahora
que ya no importa si alguien llama o no en esa puerta,
ahora que mi madre ya no puede
ponerme en una mesa su dulce de membrillo,
ahora que me esfuerzo en recordar
sus manos en mi nuca para olvidar la anchura exacta
y la medida justa de una desazón,
ahora que por fin he conseguido
interpretar bajo otro prisma lo que pensaba estaba
por encima del mundo y de las cosas,
ahora que ya no arde en esa casa
el sol en los cristales y mis lágrimas hace tiempo
que dejaron su impronta en la ventana,
ahora solo quiero
dejar constancia al fin de lo que importa, agradecer así
su amor aquella tarde.


--oOo--

Es bello tu poema, es bueno ser agradecido de los sentimientos recibidos.
Pero también es bueno, dejar ir el pasado y mirar el presente para ver
que nos depara el universo.-
Es grato leerte. Un abrazo Grande Poeta de varios Prismas.

Re: Su amor aquella tarde

Publicado: Mar, 08 Nov 2016 21:20
por Ramón Castro Méndez
Muy hermosos versos de infinita ternura. Me ha gustado mucho el hilvanado del tono narrativo, así como el poema en sí. Mi felicitación.

Un abrazo.

Re: Su amor aquella tarde

Publicado: Mié, 09 Nov 2016 13:43
por Guillermo Cumar.
Tu poema es un regalo que colma la ilusión de la poesía y satisface cuerpo y alma además de la nostalgia.
Si de niño hay una madre qué más pueden pedir los recuerdos...vivos.

un abrazo

Re: Su amor aquella tarde

Publicado: Mié, 09 Nov 2016 17:23
por Pilar Morte
Qué facilidad tienes para poetizar cualquier hecho o detalle. Un poema tierno donde los haya, precioso para disfrutar . Un placer leerte
Besos
Pilar

Re: Su amor aquella tarde

Publicado: Mié, 09 Nov 2016 21:03
por xaime oroza carballo
Tu sentir a flor de piel, todo un lujo de decir la ternura que se desprende.
Un abrazo, compañero

Re: Su amor aquella tarde

Publicado: Vie, 11 Nov 2016 4:04
por Josefa A. Sánchez
Tanta ternura en esa nostalgia tuya, que se contagia el calor de esa mano en la nuca. Precioso.
Un abrazo.
Pepa

Re: Su amor aquella tarde

Publicado: Sab, 12 Nov 2016 18:08
por Alonso Vicent
Recuerdos que han ido modelando toda una presencia con las máximas atenciones.
Encantado de leer estos sentimientos hechos poema.
Un saludo poeta.

Re: Su amor aquella tarde

Publicado: Sab, 12 Nov 2016 20:15
por Maria Pilar Gonzalo
¡Cuánto amor hay en tus palabras! Intuyo que casi tanto como el amor de tu madre aquella tarde. Felicidades por tu sensibilidad y tu talento.

Re: Su amor aquella tarde

Publicado: Dom, 13 Nov 2016 12:53
por Israel Liñán
José Manuel, tus poemas se disfrutan con el corazón en la mano, la dulzura, la ternura, la aparente sencillez con que elaboras tus historias...
Gracias por compartir tus letras.

Un abrazo compañero.

Re: Su amor aquella tarde

Publicado: Mié, 16 Nov 2016 8:31
por Rafel Calle
Hermoso y sensible trabajo de José Manuel.

Re: Su amor aquella tarde

Publicado: Mié, 16 Nov 2016 12:51
por jose manuel saiz
Amigos, muchas gracias por vuestros comentarios.
Un fuerte abrazo a todos.
J. Manuel

Re: Su amor aquella tarde

Publicado: Jue, 17 Nov 2016 13:48
por Armilo Brotón
Bello y delicado poema de amor a tu madre.
La imagen de la mano en el pelo de me ha emocionado.
Me ha gustado mucho.
Un abrazo

Re: Su amor aquella tarde

Publicado: Jue, 17 Nov 2016 20:14
por Julio Gonzalez Alonso
El autor de "Los caballos de Luxor" y "El hombre contra el hombre" (El faro.- Poesía, 2009) no nos defrauda nunca. El dominio del ritmo, el control del tempo, el escogido ramillete de palabras evocadoras de tanta ternura, el carácter reflexivo, conciliador y ese equilibrio que se sostiene hasta el cierre de cada poema, siempre tan acertado, son constantes en la escritura, tu escritura, y una seña de identidad que te distingue y hace grande, amigo José Manuel. Con un abrazo.
Salud.

Re: Su amor aquella tarde

Publicado: Vie, 18 Nov 2016 11:24
por E. R. Aristy
jose manuel saiz escribió:SU AMOR AQUELLA TARDE

Recuerdo aún la tarde en la que ningún amigo
llamó a mi puerta.

Yo tenía nueve años, el cielo estaba azul y el sol
ardía en los cristales. En julio ningún niño
debería llorar en la ventana.

Mi madre puso sobre la mesa dulce de membrillo y algo
más grande y más hermoso que un verano,
algo que yo no supe interpretar entonces. Pensaba
que la amistad estaba por encima
del mundo y de las cosas.

Ella me acariciaba la nuca con ternura
para que no pudiera sentir la anchura exacta
y la medida justa de la desilusión.

Ahora
que ya no importa si alguien llama o no en esa puerta,
ahora que mi madre ya no puede
ponerme en una mesa su dulce de membrillo,
ahora que me esfuerzo en recordar
sus manos en mi nuca para olvidar la anchura exacta
y la medida justa de otras desazones, ahora
que al fin he conseguido con el tiempo
interpretar bajo otro prisma lo que pensaba estaba
por encima del mundo y de las cosas,
ahora que ya no arde en esa casa
el sol en los cristales y mis lágrimas hace mucho
que dejaron su impronta en la ventana, ahora que julio
y el verano son de otros, ahora solo quiero
dejar constancia al fin de lo que importa, agradecer así
su amor aquella tarde.


--oOo--

Un poema sublime, Jose Manuel. Recibe un fuerte abrazo. ERA