Editorial Alaire

Gracias, Rafel, por tus palabras:

Un abrazo
Ana

Una explicación clara y concisa del crecimiento del ser humano.

Todo nos enseña, y todo aquello que tratamos de impedir, puede llamar la atención por la intriga del que será.

Al final, nada es posible de controlar, por bien que lo hagamos, el exterior es peligroso, a pesar de no serlo el interior.

Humano, el mayor depredador del mundo. Y el más tonto.

Potente y necesario.

Un beso.

Salud, paz y felicidad.

Desde la creación del universo existe el gen de la violencia, la ambición, el odio…
Es complicado reconducir comportamientos.
La familia tiene que educar en el respeto, la solidaridad, el compromiso, el amor al prójimo.
Y en el colegio la tarea es enseñar y la de los alumnos estudiar.
No es nada fácil cambiarlo sin ir de la mano unos y otros.
Una utopía.

Felicidades, Ana, por este poema.

Un beso.

Además de una apasionada denuncia social, podemos sostener que tu poema es como un capítulo de sociología, una descripción inequívoca del estado mental que domina nuestra sociedad humana. Lo que yo entiendo es que la violencia es innata en el ser humano, y que, desgraciadamente, el proceso evolutivo en cuanto a enriquecer la conciencia universal es muy lento. No dudo que la civilización va impulsando hacia un bienestar; pero, quizás tengamos que esperar siglos para ver una mejora radical.

Rousseau dijo que el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe. Para Hobbes, el ser humano es malo por naturaleza, y para vivir en sociedad necesita un poder absoluto que controle el impulso agresivo que nace del egoísmo.

Afirmar que el hombre desde su concepción es bueno no es incorrecto ni supone estar equivocado. Tampoco sostener que el hombre nace malo representa una negación de la realidad. Sin embargo, distintas corrientes de pensamiento han vivido en una confrontación por muchos años y se debaten entre lo bueno y lo malo que el hombre es en la naturaleza y, especialmente en la vida.

Es difícil sostener dónde se halla la verdad en esta cuestión. Observando a los animales podríamos afirmar que la violencia, libre de maldad, sea una característica de la naturaleza de los seres vivos.

Tu poema, estimada amiga Ana, es un interesante texto poético que puede convertirse en una razón de análisis social.

Un abrazo grande.
Óscar