Dualidad

[Pilar Morte]

Se mezcla la ira y el llanto, lo dulce y lo amargo.
Afectos y heridas se abren.
No sintonizan la derecha y la izquierda,
se saben de galaxias diferentes.
La dualidad se instala,
vierte el agua de sus pozos
y no se reconocen.
La mano blanca no sabe de la negra,
piensa que dio un barniz equivocado
y duda de sí misma.
Un ojo se coloca en la ternura del can próximo
y el otro, indiferente, se deja llevar de la nada.

Le pregunta un cerebro al otro
como no sucumbir al horizonte
de dos sendas que se saben contrarias.
Una disfruta su ribazo de juncos húmedos
y la otra, entre piedras sin color,
serpentea su ruta.

El desconcierto augura una lluvia
que bañe el rostro del más fuerte.

Sí, ya sé que lo dice la vida:

Paladear la cosecha ajena,
sorber felicidad de todos los caminos,
decir sí con el alma al palomar ajeno,
mirar con auténtico verbo
el vendaval y el gozo que no fue castrado.

Aceptar la cojera del sentir,
al niño que busca los regazos
y se enfada sin saberse,
la dicotomía del yo.

[E. R. Aristy]

Se mezcla la ira y el llanto, lo dulce y lo amargo.
Afectos y heridas se abren.
No sintonizan la derecha y la izquierda,
se saben de galaxias diferentes.
La dualidad se instala,
vierten el agua de sus pozos
y no se reconocen.
La mano blanca no sabe de la negra,
piensa que dio un barniz equivocado
y duda de sí misma.
Un ojo se coloca en la ternura del can próximo
y el otro, indiferente, se deja llevar de la nada.

Le pregunta un cerebro al otro
como no sucumbir al horizonte
de dos sendas que se saben contrarias.
Una disfruta su ribazo de juncos húmedos
y la otra, entre piedras sin color,
serpentea su ruta.

El desconcierto augura una lluvia
que bañe el rostro del más fuerte.

Sí, ya sé que lo dice la vida:

Paladear la cosecha ajena,
sorber felicidad de todos los caminos,
decir sí con el alma al palomar ajeno,
mirar con auténtico verbo
el vendaval y el gozo que no fue castrado.

Aceptar la cojera del sentir,
al niño que busca los regazos
y se enfada sin saberse,
la dicotomía del yo.

La dualidad es el tema clave que reúne la Teología y la Filosofía en uno mismo. Tu poema hermoso me conmueve, Pilar, porque llega ese momento en que no dudamos de la dualidad dentro y fuera de nosotros mismos. En la ultima estrofa me recordaste a Jung al decir Aceptar la cojera del sentir. Jung llego a la realización que sin esa aceptación no se pudiera alcanzar la integridad del Ser. Un abrazo, ERA

[Pilar Morte]

Se mezcla la ira y el llanto, lo dulce y lo amargo.
Afectos y heridas se abren.
No sintonizan la derecha y la izquierda,
se saben de galaxias diferentes.
La dualidad se instala,
vierten el agua de sus pozos
y no se reconocen.
La mano blanca no sabe de la negra,
piensa que dio un barniz equivocado
y duda de sí misma.
Un ojo se coloca en la ternura del can próximo
y el otro, indiferente, se deja llevar de la nada.

Le pregunta un cerebro al otro
como no sucumbir al horizonte
de dos sendas que se saben contrarias.
Una disfruta su ribazo de juncos húmedos
y la otra, entre piedras sin color,
serpentea su ruta.

El desconcierto augura una lluvia
que bañe el rostro del más fuerte.

Sí, ya sé que lo dice la vida:

Paladear la cosecha ajena,
sorber felicidad de todos los caminos,
decir sí con el alma al palomar ajeno,
mirar con auténtico verbo
el vendaval y el gozo que no fue castrado.

Aceptar la cojera del sentir,
al niño que busca los regazos
y se enfada sin saberse,
la dicotomía del yo.

La dualidad es el tema clave que reúne la Teología y la Filosofía en uno mismo. Tu poema hermoso me conmueve, Pilar, porque llega ese momento en que no dudamos de la dualidad dentro y fuera de nosotros mismos. En la ultima estrofa me recordaste a Jung al decir Aceptar la cojera del sentir. Jung llego a la realización que sin esa aceptación no se pudiera alcanzar la integridad del Ser. Un abrazo, ERA

Era, te agradezco que leyeras con atención el poema y dejaras la opinión que han despertado sus versos
Abrazos
Pilar

[Rafael Zambrano Vargas]

Aceptar la cojera del sentir,
al niño que busca los regazos
y se enfada sin saberse,
la dicotomía del yo.


Pilar: Un poema precioso y muy culto, metáforas diáfanas
y buen gusto por la poesía, en ese concepto de dualidad
Yo te felicito, un lujo leerte.

Abrazos

Rafael

[Ramón Castro Méndez]

La dualidad, el uno y su antagonista... y ese aceptar la cojera del sentir, creo que lo dice todo. Me ha encantado tu muy hermoso poema. Mi aplauso.

Un afectuoso abrazo.

[José Manuel F. Febles]

Hola Pilar, no quiero hablar de dualidad, no por repetida, sino porque está muy viva en tus versos, con figuras extraordinarias. Sólo quiero mostrarte mi admiración y gran afecto por tu excelente trabajo.
Un cordial abrazo.

José Manuel F. Febles, desde la soledad de mi isla

[Ramón Carballal]

Soy géminis, así que debo de entender algo de dualidades. Bromas aparte, me encantó el poema. Besos.

[Pilar Morte]

Aceptar la cojera del sentir,
al niño que busca los regazos
y se enfada sin saberse,
la dicotomía del yo.


Pilar: Un poema precioso y muy culto, metáforas diáfanas
y buen gusto por la poesía, en ese concepto de dualidad
Yo te felicito, un lujo leerte.

Abrazos

Rafael

Me alegra que vengas, y agradezco que dejes tu generoso comentario.
Besos
Pilar

[Alejandro Costa]

Se nota tu pluma.
La elegancia con la que envuelves los temas, el sentimiento que desprenden los versos.
Muy bueno.
Besos

[Armilo Brotón]

Siempre nuestras contradicciones Pilar. Sentimientos encontrados, deseos que no calzan con el pensamiento, dudas. En tus versos has conseguido mostrar al lector esa inquietud que a muchos nos atosiga y la lucha diaria una forma de encajarlas en la mecánica del movimiento continuo, no podemos parar a pesar de ellas.
Ya sabes que soy un poco chiquismiquis así que voy a comentarte que veo una discordancia en número en el verbo de los siguientes versos:
"La dualidad se instala,
vierten el agua de sus pozos".
El sujeto de vierten entiendo que es "la dualidad" por lo tanto debe ir en singular.
Un abrazo.

[Mitsy Grey]

Así es querida Pilar, así es la vida: dual, porque somos del inicio, bípedos, ambidiestros y tenemos dos partes del cerebro con función no equivalente, tal las dos caras dela luna.
Muy buen poema, un abrazo grande, querida compañera.

besos

Mitsy

[Mirta Elena Tessio]

Se mezcla la ira y el llanto, lo dulce y lo amargo.
Afectos y heridas se abren.
No sintonizan la derecha y la izquierda,
se saben de galaxias diferentes.
La dualidad se instala,
vierten el agua de sus pozos
y no se reconocen.
La mano blanca no sabe de la negra,
piensa que dio un barniz equivocado
y duda de sí misma.
Un ojo se coloca en la ternura del can próximo
y el otro, indiferente, se deja llevar de la nada.

Le pregunta un cerebro al otro
como no sucumbir al horizonte
de dos sendas que se saben contrarias.
Una disfruta su ribazo de juncos húmedos
y la otra, entre piedras sin color,
serpentea su ruta.

El desconcierto augura una lluvia
que bañe el rostro del más fuerte.

Sí, ya sé que lo dice la vida:

Paladear la cosecha ajena,
sorber felicidad de todos los caminos,
decir sí con el alma al palomar ajeno,
mirar con auténtico verbo
el vendaval y el gozo que no fue castrado.

Aceptar la cojera del sentir,
al niño que busca los regazos
y se enfada sin saberse,
la dicotomía del yo.

Tu poema y la dualidad. La dualidad con la cual nacemos.Teorías como la de Kant: la razón práctica y la razón pura.
Me quedo con la filosofía china, la del yin y el yang para resumir la dualidad de todo aquello que existe en el universo. Esta idea puede aplicarse a cualquier situación u objeto, ya que podría explicarse en la premisa que sostiene que en todo lo bueno hay algo malo y viceversa.
Me ha gustado leer tu poema porque nos ofrece un panorama culto.
Felicitaciones. y un abrazo.-

[Ventura Morón]

Es hermoso como te adentras Pilar, en la disyuntiva misma, quizás en las elecciones, quizás también en el porqué de las mismas. Realmente la escritura es de gran belleza, y la manera de abarcar el fondo del poema plena de buen hacer y sentimiento. Es ese adentrarse en el compromiso, tema que creo que centra mucho de tu poesía, el compromiso real y con él, el valor que adquiere la palabra.
Un placer leerte querida amiga.
Besos

[Luis M]

.

Le pregunta un cerebro al otro
como no sucumbir al horizonte
de dos sendas que se saben contrarias.
Una disfruta su ribazo de juncos húmedos
y la otra, entre piedras sin color,
serpentea su ruta.




Sí, ya sé que lo dice la vida:

Paladear la cosecha ajena,
sorber felicidad de todos los caminos,
decir sí con el alma al palomar ajeno,
mirar con auténtico verbo
el vendaval y el gozo que no fue castrado.

Aceptar la cojera del sentir,
al niño que busca los regazos
y se enfada sin saberse,
la dicotomía del yo.

Cómo no sucumbir a esta dualidad y contradicciones que nos marcan, supongo que en eso consiste el equilibrio;
...ese equilibrio que realmente se asemeja más a un desequilibrio y que se intenta llevar lo mejor posible.
Excelente poema, Pilar. Un abrazo.

[Guillermo Cumar.]

Abierto el panorama a los contrarios tu sentir también se hace dual, pues sale de tus dos corazones el real del pecho
y el que desclava las pasiones de los versos

un abrazo