Editorial Alaire

Hay lluvia agreste, la firme argucia del volcán,
todos los días de todos los días que mienten.
Plenitud, sí, con la piel henchida y los músculos
atentos, gloria, sí, cuando es de noche y aún puedes
esconder las monedas del flujo. En tu mano el anillo
quema el cobre, quizá un símbolo vuele sin un porqué
o la identidad no cubra el vestido que acostumbras
a mostrar. Nunca vibran los relojes si estás presente,
el color acicala el verbo que no dices y en una máscara
los labios se encienden como álbumes o estrellas. Sé
que no habrá misterios por descubrir, sé que un eco
nunca será lombriz de la luz. Guarda para mí la penumbra
de un portal herido, su sombra, su armonía en el silencio
convierte mi rostro en un adiós. Todavía en las mariposas
verdes encuentro la orilla, el suburbio donde vivo, la muerte
y sus aceras. Hay un resplandor oscuro que es un nombre
o un ardid, el bravío incienso de tu piel deshabitada.

Un hermoso poema de afirmación amorosa con un final antológico. Me ha encantado leerte, amigo.

Un abrazo.
Óscar

Magnífico poema de amor con un remate espléndido. Un placer de lectura.

Un fuerte abrazo.

Enorme o teu poema, meu, e o remate esplendoroso (coincido con xustiza con Ramón Castro), refírome a: "Todavía en las mariposas
verdes encuentro la orilla, el suburbio donde vivo, la muerte
y sus aceras. Hay un resplandor oscuro que es un nombre
o un ardid, el bravío incienso de tu piel deshabitada."
Unha aperta, compañeiro

Óscar Distéfano escribió:Un hermoso poema de afirmación amorosa con un final antológico. Me ha encantado leerte, amigo.

Un abrazo.
Óscar

Muchas gracias, Óscar, por leerme y comentar. Un abrazo.

Ramón Castro Méndez escribió:Magnífico poema de amor con un remate espléndido. Un placer de lectura.

Un fuerte abrazo.

Gracias, Ramón, por tu generoso comentario. Un abrazo.

Como siempre, bellas y acertadas imágenes para un hermoso poema. Me gustó leerte
Besos
Pilar

xaime oroza carballo escribió:Enorme o teu poema, meu, e o remate esplendoroso (coincido con xustiza con Ramón Castro), refírome a: "Todavía en las mariposas
verdes encuentro la orilla, el suburbio donde vivo, la muerte
y sus aceras. Hay un resplandor oscuro que es un nombre
o un ardid, el bravío incienso de tu piel deshabitada."
Unha aperta, compañeiro

Moitas grazas, Xaime, pola tua xenerosidade. Unha aperta.

Pilar Morte escribió:Como siempre, bellas y acertadas imágenes para un hermoso poema. Me gustó leerte
Besos
Pilar

Gracias, Pilar. Un beso.

Ramón Carballal escribió:Hay lluvia agreste, la firme argucia del volcán,
todos los días de todos los días que mienten.
Plenitud, sí, con la piel henchida y los músculos
atentos, gloria, sí, cuando es de noche y aún puedes
esconder las monedas del flujo. En tu mano el anillo
quema el cobre, quizá un símbolo vuele sin un porqué
o la identidad no cubra el vestido que acostumbras
a mostrar. Nunca vibran los relojes si estás presente,
el color acicala el verbo que no dices y en una máscara
los labios se encienden como álbumes o estrellas. Sé
que no habrá misterios por descubrir, sé que un eco
nunca será lombriz de la luz. Guarda para mí la penumbra
de un portal herido, su sombra, su armonía en el silencio
convierte mi rostro en un adiós. Todavía en las mariposas
verdes encuentro la orilla, el suburbio donde vivo, la muerte
y sus aceras. Hay un resplandor oscuro que es un nombre
o un ardid, el bravío incienso de tu piel deshabitada.

Ah! que belleza, Ramon. ERA

Ramón Carballal escribió:
Hay lluvia agreste, la firme argucia del volcán,
todos los días de todos los días que mienten.

Todavía en las mariposas
verdes encuentro la orilla, el suburbio donde vivo, la muerte
y sus aceras. Hay un resplandor oscuro que es un nombre
o un ardid, el bravío incienso de tu piel deshabitada.

Yo estoy de acuerdo con Ramón y Xaime, estos versos finales son un placer para los sentidos.
Felicidades y un biquiño.

Con arte e inspiración demuestra tu mano esa perspectiva interna que mueve el impulso que se llena de imagen y poesía.

un abrazo

Eres especial.

¿Qué más te voy a decir?

Un fuerte abrazo.

E. R. Aristy escribió:

Ramón Carballal escribió:Hay lluvia agreste, la firme argucia del volcán,
todos los días de todos los días que mienten.
Plenitud, sí, con la piel henchida y los músculos
atentos, gloria, sí, cuando es de noche y aún puedes
esconder las monedas del flujo. En tu mano el anillo
quema el cobre, quizá un símbolo vuele sin un porqué
o la identidad no cubra el vestido que acostumbras
a mostrar. Nunca vibran los relojes si estás presente,
el color acicala el verbo que no dices y en una máscara
los labios se encienden como álbumes o estrellas. Sé
que no habrá misterios por descubrir, sé que un eco
nunca será lombriz de la luz. Guarda para mí la penumbra
de un portal herido, su sombra, su armonía en el silencio
convierte mi rostro en un adiós. Todavía en las mariposas
verdes encuentro la orilla, el suburbio donde vivo, la muerte
y sus aceras. Hay un resplandor oscuro que es un nombre
o un ardid, el bravío incienso de tu piel deshabitada.

Ah! que belleza, Ramon. ERA

Muchas gracias, ERA, por pasarte por aquí y comentar. Un abrazo.

Marisa Peral escribió:

Ramón Carballal escribió:
Hay lluvia agreste, la firme argucia del volcán,
todos los días de todos los días que mienten.

Todavía en las mariposas
verdes encuentro la orilla, el suburbio donde vivo, la muerte
y sus aceras. Hay un resplandor oscuro que es un nombre
o un ardid, el bravío incienso de tu piel deshabitada.

Yo estoy de acuerdo con Ramón y Xaime, estos versos finales son un placer para los sentidos.
Felicidades y un biquiño.

Gracias, Marisa, eres muy amable. Biquiños.