Editorial Alaire

Las calles han quedado
vacías de tus besos.

Las avenidas buscan una luz
en mitad del trayecto existencial,
más allá de la sombra
de la soledad tan escondida.

Los transeúntes miran a lo lejos
y observan la silueta de las cosas.

La ciudad ha perdido su color.

Me siento como un zombi
que sale de la tumba
y encuentra las cenizas
de lo que un día fue su cuerpo.

Las plazas ya no vibran de igual modo.

La urbe tiene frío, al igual que mi alma
que sufre en el exilio de tu ausencia.

Los edificios sueñan las visiones
ateridas con hielo de icebergs.

Abandonada voy por las aceras
a la búsqueda única del tiempo
de la infancia en los charcos
en un día de lluvia.

Veo gatos que van callejeando.
Se ocultan tras los muros.

Hay uno pequeñito que me mira,
yo le miro también
y en esa sincronía me defino
como maga del mundo,
a pesar del desierto de perderte.


Ana Muela Sopeña

Maestra, me quito el sombrero por estos versos:

"Abandonada voy por las aceras
a la búsqueda única del tiempo
de la infancia en los charcos
en un día de lluvia."

Saludos Ana!

"Las avenidas buscan una luz
en mitad del trayecto existencial,
más allá de la sombra
de la soledad tan escondida."

"Abandonada voy por las aceras
a la búsqueda única del tiempo
de la infancia en los charcos
en un día de lluvia."

Un muy hermoso y triste poema de ausencias y de soledades. Me ha gustado mucho, especialmente esa sensibilidad que tienes para describir paisajes tanto exteriores como interiores. Te felicito por tan bellos versos. Vaya, pues, mi aplauso fervoroso.

Un afectuoso abrazo, amiga.

Ana,

me gusta el poema, amiga. Sabes reflejar un momento de soledad urbana, me gusta mucho cómo alternas entre el paisaje exterior y el interior, cómo se entremezclan y se influyen.

Un abrazo.

Gracias, José Manuel, por detenerte en mis letras y brindarme tus impresiones.

Siempre es grato saber que un poema propia llega al corazón del lector.

Un fuerte abrazo desde el norte
Con los barcos del Abra a la vista
Ana

Antonio:

Gracias por tus palabras tan efusivas. Escribo lo que va saliendo. A veces salen poemas así, otras salen de otro modo, pero la poesía es siempre como un río. El río de la conciencia...

Besos
Ana

Muchas gracias, Ramón, por tus palabras.

Agradezco tu lectura atenta y me alegra que este poema de soledades te haya gustado.

Un beso grande, amigo poeta
Ana

Que grande la esperanza que encierra la mirada de ese tu último gato menudo.
Un beso, Ana

Ana Muela Sopeña escribió:Las calles han quedado
vacías de tus besos.

Las avenidas buscan una luz
en mitad del trayecto existencial,
más allá de la sombra
de la soledad tan escondida.

Los transeúntes miran a lo lejos
y observan la silueta de las cosas.

La ciudad ha perdido su color.

Me siento como un zombi
que sale de la tumba
y encuentra las cenizas
de lo que un día fue su cuerpo.

Las plazas ya no vibran de igual modo.

La urbe tiene frío, al igual que mi alma
que sufre en el exilio de tu ausencia.

Los edificios sueñan las visiones
ateridas con hielo de icebergs.

Abandonada voy por las aceras
a la búsqueda única del tiempo
de la infancia en los charcos
en un día de lluvia.

Veo gatos que van callejeando.
Se ocultan tras los muros.

Hay uno pequeñito que me mira,
yo le miro también
y en esa sincronía me defino
como maga del mundo,
a pesar del desierto de perderte.


Ana Muela Sopeña

Hermoso poema que posee todos los elementos de una noche de Halloween. Hoy se celebra el Halloween parade en la ciudad de Nyack, donde vivo, y quizá por eso enfatizo en estos elementos. Me gusta mucho tu variedad de temas y tu gran sentido de la poesía, Ana. Un abrazo, ERA

Hermoso e interesante poema de Ana.

Te he dicho en otras ocasiones que sabes plasmar con ingenio el paisaje que pisas y abrazarlo al sentimiento. Me gustó el poema
Besos
Pilar

Qué bien le cuadra al poema la intimista descripción que a cada verso llega con con un presentimiento y una magia
que decora no solo la palabra, sino el sentir también.

un a brazo