Editorial Alaire

No puede ser verdad
lo que aparenta
un charco de café sobre una mesa.
Compacidad etérea,
brillo espejado, oscuro,
en la letal inanidad de un presente sin nombre.
Las calles enmarcadas
por edificios de imposible arquitectura
albergan un dédalo de ruidos.
El desorden precisa de unas leyes,
se encarna en rostros predecibles.
Tú te vertiste
para dar la sensación de movimiento,
acompañaste los reflejos
de sonidos coherentes,
pero sentía el vértigo
de tu pretenciosa verticalidad.
Y en la ciudad sin límites
el charco de café se confundió con el asfalto.

De lo íntimo a lo urbano y de allí a lo universal,
todo se vierte y se convierte igual que el café.
Me gustaron tus sugerentes imágenes Roberto. Un abrazo.

La simbología del café bien utilizada para dejar un hermoso poema. Un placer leerte
Besos
Pilar

Es un poema alucinante. Para mí es una alegoría de dejar una relación o situación aparentemente de modo casual, caótica, sin orden ni concierto.

Me ha dejado perpleja, Roberto
Felicitaciones
Estos poemas urbanos me gustan mucho
Ana

Roberto López escribió:No puede ser verdad
lo que aparenta
un charco de café sobre una mesa.
Compacidad etérea,
brillo espejado, oscuro,
en la letal inanidad de un presente sin nombre.
Las calles enmarcadas
por edificios de imposible arquitectura
albergan un dédalo de ruidos.
El desorden precisa de unas leyes,
se encarna en rostros predecibles.
Tú te vertiste
para dar la sensación de movimiento,
acompañaste los reflejos
de sonidos coherentes,
pero sentía el vértigo
de tu pretenciosa verticalidad.
Y en la ciudad sin límites
el charco de café se confundió con el asfalto.

De la cercanía, de lo individual a algo menos inmediato, más global, como puede ser esa ciudad sin límites donde el charco de café se confunde con el asfalto. Hermoso poema. Un placer leerte.

Un abrazo.

Una dosis de cafe que se convierte en la imagen de una imaginada intuición real que pone la metáfora
abierta a la recreación del ambiente cercano y restringido.

un abrazo

Un charco de café y una sola presencia antes de diluirse en el asfalto, la tuya que lo hace existir... y, a dónde se han ido todos?, se han ido perdiendo en el sinfin del aleph, en lo negro. Gracias por tu canto
Unabrazo

Hermoso e interesante poema de Roberto.

Arturo Rodríguez Milliet escribió:De lo íntimo a lo urbano y de allí a lo universal,
todo se vierte y se convierte igual que el café.
Me gustaron tus sugerentes imágenes Roberto. Un abrazo.

La experiencia humana, su sentir, acaba entremezclando las distintas esferas y extrayendo un extraño fluido. Saludos.

Pilar Morte escribió:La simbología del café bien utilizada para dejar un hermoso poema. Un placer leerte
Besos
Pilar

Quedo agradecido a tus palabras.
Un abrazo.

Ana Muela Sopeña escribió:Es un poema alucinante. Para mí es una alegoría de dejar una relación o situación aparentemente de modo casual, caótica, sin orden ni concierto.

Me ha dejado perpleja, Roberto
Felicitaciones
Estos poemas urbanos me gustan mucho
Ana

Vas muy bien encaminada, Ana. Tu intuición es sabia.
Abrazos.

Un poema que va más allá, que rompe normas y tiempos, se abre como algo desconocido brillando en la monotonía noctura.
Para releer y disfrutar con esas casi realidades que se escapan entre los versos.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Un abrazo.

Se tejen las conexiones entre el consciente y el subsconsciente, como si se abriera una puerta a una dimensión diferente desdse una escena casual. Da la impresión que la vida pudiera estar sujeta a esas leyes impredecibles, ocultas que pudieran transportar como en Matrix hacia una realidad indefinida.
Dibujas siempre paisajes que cautivan, sugerentes y plenos de significados.
Un placer leerte Roberto, aprovecho para desearte unas felices fiestas, que las disfrutes amigo
Abrazos

Un poema que va más allá, que rompe normas y tiempos, se abre como algo desconocido brillando en la monotonía noctura.
Para releer y disfrutar con esas casi realidades que se escapan entre los versos.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Te dese una Felices Pascuas, para ti y todos los tuyos, amigo Roberto.

Un fuerte abrazo.

Ramón Castro Méndez escribió:

Roberto López escribió:
De la cercanía, de lo individual a algo menos inmediato, más global, como puede ser esa ciudad sin límites donde el charco de café se confunde con el asfalto. Hermoso poema. Un placer leerte.

Un abrazo.

Gracias, amigo, por tu lectura. Un saludo.