Editorial Alaire

Vientos negros juguetones
que arañaron la corteza de mis manos
y mi pecho arbóreo
con sus garfios de cristal,
sombras elegantes como la seda
van sobre el techo llamándome.
Ínfimos maullidos trozos de llanto,
como si buscaran algo,
como si quisieran que algo los buscase,
de madrugada, bajo el espejo galáctico,
mientras guardo mis ojos.

Hermosa alegoría centrada en la imagen del gato.
Me ha gustado Antonio.
Un abrazo

Así son los gatos que nos rodean y de los que gusto de rodearme.
Buena y felina lectura, Antonio.
Saludos.

Toda la sabiduría de los gatos libertarios, independientes, como muy bien dices: GATOS
Un abrazo, compañero

Me recordaste aquellos versos de lezama: pues el viento, el viento gracioso,
se extiende como un gato para dejarse definir

Me gustó la relación que haces de ti mismo con el aullido del gato. Buen poema
Besos
Pilar

Una belleza, Antonio:

Adoro los gatos, por tanto tu poema me agrada.

Buenas imágenes en estos versos de delicada factura.

Un fuerte abrazo
Ana

Hermoso trabajo de Antonio.