Editorial Alaire

Todos los territorios de la herida
convergen en los brazos de la nieve,
donde existe una ciudad con un resorte
que le ayuda a guardar cualquier secreto
en los vasos de arena.

Todos los libros blancos son antiguos y en ellos ya no caben las palabras, sólo caben relámpagos y lobos para soñar despiertos con los árboles y seguir con el hogar del orfanato.

Todos los jeroglíficos arcaicos
contienen los enigmas de otro tiempo,
cuando "nada" era siempre algo posible
y la infancia cabía en el bolsillo.

Todos los bosques sueñan otro sueño con cuerpos adheridos a la luna y allí donde comienzan los sollozos se halla el umbral de un mundo diferente.


Ana Muela Sopeña

...cuando "nada" era siempre algo posible
y la infancia cabía en el bolsillo.

La herida es profunda y los bordes no acaban de juntarse. Hay, sin duda, un desgarro, un cierto halo de nostalgia y melancolía. Nos quedan unos hermosos enigmas para despejar la bruma que parece envolverlos. Me han gustado mucho tus versos. Un placer leerte.

Un afectuoso abrazo.

Un buen poema, Ana, que me ha gustado leer. Un envidiable trabajo sobre el ritmo y un tema que para mí, como lector hombre, me ha parecido una metáfora de la mujer.
Un abrazo

Gran ritmo desprende todo tu canto; "allí donde comienzan los sollozos se halla el umbral de un mundo diferente."Enorme final para los nómadas
Un abrazo, Ana

Interesante poema en contenido y forma. Me gustó leerte. Abrazos.

Interesante la propuesta y tan sofisticada que a cada enigma le ha de sacar del pozo oculto quien intriga.

Un abrazo

Hermosos versos para disfrutar poesía. Nostalgia y sensibilidad adornan los versos. Un gusto leerte
Besos
Pilar

No somos mas que la suma de efimeras y dispersas victorias que atesoramos para sostener la carga de vivir.

Gracias, Ramón, me alegro de que estos versos te hayan gustado.

Un abrazo fuerte
Ana

Bueno, Armilo, cada lector puede interpretar lo que quiera. Esa es una opción, desde luego... Hay otras.

Un abrazo grande
Ana

Los poetas siempre somos unos nómadas, Xaime:

Gracias por venir a mi espacio.

Un abrazo grande
Ana

Gracias, Ramón, por tus palabras.

Un abrazo
Ana

Me alegra, Guillermo, ver tu huella entre estos versos.

Un abrazo
Ana

Agradezco, Pilar, tus palabras sobre este poema.

Un beso
Ana

Releo esos cuatro enigmas, y todos me sugieren lo mismo, de algún modo: la huida de las propias sombras, por contraposición a búsqueda interior, como si el relámpago fuese un infalible antídoto para la herida.

Magnífico poema, Ana.

Besos.