Editorial Alaire

Me devora el hambre de tu cuerpo,
mujer que habitas esta lumbre
con su undosa llamarada
que me envuelve y taladra mi boca.
Dame el néctar de tus senos
para beberme de golpe la vida
y estar ebrio de ti, ahora que la sed
se hace un pulso herido
y me destruye como espada de fiebre.
Yo te quiero aquí,
inocente como un beso casto
en los labios del crepúsculo.
Ámame ahora, sobre la noche,
que un plenilunio de pasión se incendie
y las pavesas del deseo
crepiten en nuestra carne.

Un enorme deseo de tener los labios y el beso del gran amor que reclamas. Un poema bien estructurado, con una gran suavidad en el decir, que lo hace propio para varias lecturas. Te felicito, amigo Rafael.

Un abrazo desde la soledad de mi isla.

José MAnuel F. Febles

Muy buen poema, y muy bien dicho. Armonía y belleza en las letras. Mi felicitación.

Un fuerte abrazo.

José manuel gracias por la lectura del poema y por tus palabras

saludos

rafael

Un poema de gran intensidad e entrega.

Todo un placer de lectura, amigo Rafael.

Un abrazo.

Muy buen poema Rafael. Me ha gustado la intensidad y el buen decir del mismo.

Saludos

Javier

Qué bien crepita tu poema amante y amoroso con la metáfora de la lengua haciendo buen contacto en lapalabra y en lacarne.

un abrazo

Sublimación paroxística del deseo y la pasión con lirismo bien logrado,
un poema que se deja colar con el ritmo acalorado del erotismo que desborda.
Excelente resultado Rafael. Un abrazo.

Mucho amor con gran lirismo en los versos. Un poema precioso.
Besos
Pilar

Ramón gracias por pasarte por el poema y dejar tus palabras

saludos

rafael

Rafael:

Belleza, exquisitez y romanticismo. También sensualidad. Todo ello muy bien expresado y estructurado.

Un fuerte abrazo
Felicitaciones
Ana

Sincero, directo y con gran fuerza tu cantar. Así, tal cual.
Un abrazo, compañero

Rafael Valdemar escribió:Me devora el hambre de tu cuerpo,
mujer que habitas esta lumbre
con su undosa llamarada
que me envuelve y taladra mi boca.
Dame el néctar de tus senos
para beberme de golpe la vida
y estar ebrio de ti, ahora que la sed
se hace un pulso herido
y me destruye como espada de fiebre.
Yo te quiero aquí,
inocente como un beso casto
en los labios del crepúsculo.
Ámame ahora, sobre la noche,
que un plenilunio de pasión se incendie
y las pavesas del deseo
crepiten en nuestra carne.

Fino erotismo a la consumación del beso, Rafael. Un apasionado poema que en su medio anhela la pureza del amor. Me alegra encontrarlo en esta tarde friolenta del otoño. Abrazos, ERA

J.J. Ferreiro gracias por pasarte por mis versos y dejar tus palabras

saludos

rafael

WOW! Un derroche extasiado de sensualidad amigo, nos muestras ese instinto animal que habita en nosotros.
Saludos.