Editorial Alaire

Estaba inquieto el cielo
y el mundo era más pequeño,
había personas que conocía
pero no llevaban sus rostros,
ocupaban otros cuerpos.
En lo alto, el sol arrastraba el polvo
junto al puzzle de las nubes,
yo te amaba, pero no eras tú.
Cuando al sol se le heló la sangre,
enlutó su vientre, brotó un eclipse
una molécula que abrió un agujero negro
en el falso azul caído,
no respirábamos aire,
las caricias perdieron el tacto,
un petróleo insensible manchaba tu sombra
y las calles impávidas.
Apenas podíamos ver,
siluetas, casas, siluetas humanas,
detenido el tiempo y su arena vertiginosa,
dejó de caminar la tierra
en la estela que tejieron las arañas luminosas,
yo te buscaba y todos éramos azules,
parecidos, como una sola marea,
era tu palabra y no tu boca,
brillaba dentro de tus cuencas una voz,
una que decía que solo era un sueño.

Fabuloso poema, Antonio:

Entrar a tu espacio es siempre garantía de encontrar poesía de la buena.

Aplausos
Un fuerte abrazo
Ana

Ana Muela Sopeña escribió:Fabuloso poema, Antonio:

Entrar a tu espacio es siempre garantía de encontrar poesía de la buena.

Aplausos
Un fuerte abrazo
Ana

Gracias Ana! corregido!
Saludos.

Bajo la inconsciente imaginación del sueño tu poema divisa los anhelos de alguna descripción
desinteresada y recoleta.

un abrazo

Antonio,

me ha gustado tu propuesta, amigo. Me gusta la eficacia descriptiva, el ambiente onírico, apocalíptico, que consigues.

Un abrazo.

Intensas y cautivadoras imágenes querido amigo...
Siempre grato leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Guillermo Cuesta escribió:Bajo la inconsciente imaginación del sueño tu poema divisa los anhelos de alguna descripción
desinteresada y recoleta.

un abrazo

Gracias por comentar Guillermo, te dejo un saludo!

Antonio Satír escribió:Estaba inquieto el cielo
y el mundo era más pequeño,
había personas que conocía
pero no llevaban sus rostros,
ocupaban otros cuerpos.
En lo alto, el sol arrastraba el polvo
junto al puzzle de las nubes,
yo te amaba, pero no eras tú.
Cuando al sol se le heló la sangre,
enlutó su vientre, brotó un eclipse
una molécula que abrió un agujero negro
en el falso azul caído,
no respirábamos aire,
las caricias perdieron el tacto,
un petróleo insensible manchaba tu sombra
y las calles impávidas.
Apenas podíamos ver,
siluetas, casas, siluetas humanas,
detenido el tiempo y su arena vertiginosa,
dejó de caminar la tierra
en la estela que tejieron las arañas luminosas,
yo te buscaba y todos éramos azules,
parecidos, como una sola marea,
era tu palabra y no tu boca,
brillaba dentro de tus cuencas una voz,
una que decía que solo era un sueño.

Coincido con Pablo, definitivo. Pero despierta, no apagues el sol.-
Saludos cordiales.-

Muy hermoso poema. Yo me atrevería a decir que enorme. Ese sol que se apaga es la felicidad interrumpida. Me han encantado tus versos. Mi enhorabuena y atronadora ovación.

Un abrazo.

Hermoso trabajo de Antonio.

Antonio Satír escribió:Estaba inquieto el cielo
y el mundo era más pequeño,
había personas que conocía
pero no llevaban sus rostros,
ocupaban otros cuerpos.
En lo alto, el sol arrastraba el polvo
junto al puzzle de las nubes,
yo te amaba, pero no eras tú.
Cuando al sol se le heló la sangre,
enlutó su vientre, brotó un eclipse
una molécula que abrió un agujero negro
en el falso azul caído,
no respirábamos aire,
las caricias perdieron el tacto,
un petróleo insensible manchaba tu sombra
y las calles impávidas.
Apenas podíamos ver,
siluetas, casas, siluetas humanas,
detenido el tiempo y su arena vertiginosa,
dejó de caminar la tierra
en la estela que tejieron las arañas luminosas,
yo te buscaba y todos éramos azules,
parecidos, como una sola marea,
era tu palabra y no tu boca,
brillaba dentro de tus cuencas una voz,
una que decía que solo era un sueño.

Me ha encantado este poema, Satir. Me pareció real a pesar de su sugerente ficción. Creo que ese color de piel azul encierra todo el misterio del poema. Sabes que es una interpretación, y no pretendo contigo ni nadie descifrar la esencia de su significado ni la intencionalidad del autor. Desde su titulo me atrapa. Abrazos, ERA

Me ha gustado mucho el poema, sus imágenes y esa estela de sueño. Un placer
Besos
Pilar

Fantasía onírica versada de manera excelente y muy hermosa. Te felicito, Antonio. Un abrazo.