Editorial Alaire

Maneras del Regalo



¿El beso lacrado es todo cuanto tienes para darle a una mujer?



La mujer es el altar bajo el cerezo más alto, un yunque de ternura

La mujer es eterna como el hueso del águila, pensada por las manos de Charles Dickens

Es una bañera tibia preparada entre naranjos cabizbajos



La mujer es el caramelo de la víbora que cambia de corriente

Es la rotura del huevo de las nubes, con olor a chocolate



La mujer es la coloración del tiempo de los dedos, la apuesta de la lámpara imperfecta

La mujer es el silencio de la carne del espejo, trepando a los cabellos

Es la piel del agua de los vasos que hamaca el aeroplano con el rabo



¿El beso lacrado es todo cuanto tienes para darle a una mujer?



Rafael Teicher

Todos tus poemas me gustan, Rafael, pero en este no sólo capturas la atención, en este nos dejas ya del todo fuera de juego.
A mí me sigue llamando poderosamente la atención el uso que haces del léxico, desde que en mis años mozos leía a Lorca y me parecía que su mundo imposible era precisamente en el que yo quería estar, han pasado por mis manos muchos libros de poesía hasta llegar a tus textos, donde vuelvo a encontrarme con esa irrealidad necesaria para seguir creyendo en la belleza.

Un placer leerte, siempre

Sara

El Gran Lorca, su magia Gitana, su magia de New York!!!


Gracias Sara, un placer gestar realidades ( la irrealidad es un misil de Bush ), junto a Federico García, para ti

Un Beso

Rafael