Editorial Alaire

De niña me gustaba jugar a las tinieblas.
Permanecer callada en el sitio elegido
y quedarme muy quieta
casi sin respirar, como una estatua
con los ojos abiertos,
vigilantes,
esquivando los brazos
que buscaban mi sombra.

Qué emoción deslizarme
sin que nadie notara mi presencia
y llegar sana y salva al lugar acordado.
Pocas veces lograban dar conmigo.
Ahora ya no es posible
ni con trampas.
Más tarde o más temprano
mi próximo escondite vendrá impuesto.
Esta vez, eso sí, con los ojos cerrados.

Hola Celia, caminas desde tu niñez hasta este momento de tu vida, con gran agilidad poética, en forma y sobre todo en fondo. Un mensaje triste, porque aunque no lo creas es muy parecido, repito, en el fondo, a uno que tengo hecho. Por eso, tal vez te comprenda mucho mejor de lo esperado. Gran poema.

Desde mi isla, va un gran abrazo.

José MAnuel F. Febles

P.D. Quizás muy pronto, aunque lo puedas dudar, es ese mi camino.

Un poema exquisito, certero, bello y profundo, Celia.

Lo has bordado. A veces deseamos eclipsarnos, que nadie nos vea. Observar la realidad desde una atalaya. Eso de estar muy expuestos no es para todos.

Tu poema me ha gustado muchísimo.

Enhorabuena, compañera
Un fuerte abrazo
Ana

Todo un placer de lectura querida amiga.

Un bico.

Pero que buen poema! se erizó mi piel con el final. Diría que es de lo mejor que he leído en estos últimos días. Pero con que sutileza nos muestras el pasado, ese que también vivimos, la niñez, los juegos, las escondidas, y que final más profundo... te pasaste! Este escrito es la verdadera y auténtica prueba, que para escribir un buen poema no es necesario hacer parafernalias con palabras rebuscadas, sino que a veces la belleza está en decir con tan poco algo inconmensurable. De verdad te felicito, y me alegra saber y lo repito una vez más, saber que en esta casa poética habitan poetas y poetizas de este nivel, Alaire de lo mejor en la web.
Si pudiera elegir este poema como poema de la semana lo haría, merece un reconocimiento, merece que muchos lo lean y relean.
Un 10!!

Saludos
Satír.

Qué bien dibujas la emoción de la infancia, esa seguridad de lo imposible, quizás la inmortalidad, que va desdibujándose con el paso de los años. Muy hermoso leerte.
Abrazos

Estoy de acuerdo con Antonio, bordas el poema, nos deslizas con pasmosa naturalidad desde el torbellino de la infancia a la mudez del último destino.
Mi sincera enhorabuena, Celia, por este brillante logro poético.

Un abrazo.

Si que es un gran poema, Celia; impactante en su círculo de logros y fuerza transmisora.

De pie para los aplausos, estimadísima compañera.

Abrazos.

Me ha encantado, Celia, es de esos poemas que gusta releer porque dan placer. Felicidades
Besos
Pilar

Me encantó, Celia. Hermoso, cercano y encantador. Enhorabuena y un abrazo.

Muy buen poema. Desde ese paseo por la infancia a ese paralelismo con la muerte. Un placer de lectura. Mi enhorabuena.

Abrazos.

Celia,

me gusta mucho, amiga. Me gusta ese crudo contraste entre la niña que juega y el ataúd final que a todos nos espera. La manera de establecerlo, con esa intención y lenguaje naturales, contribuye a la sorpresa, al golpe poético.

Me gusta mucho.
Un abrazo.

Es mejor que llegue sin a que la esperes, amiga. la comparación tiene su miga ¿la miga de los tiempos que pasaron?

un abrazo

Me gustó mucho el poema, Celia. Se disfruta de principio a fin por su encanto, belleza y profundidad.
Enhorabuena.
Un abrazo.

José Manuel, muchas gracias por abrir los comentarios de una manera tan cercana. Un fuerte abrazo.

Ana, celebro que haya sido de tu agrado. Muchas gracias.

Ferreiro, siempre un alegría verte en mis cosas.

Antonio, muchas gracias por tus palabras, en exceso generosas para unos simples versos. Un abrazo.