Editorial Alaire

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En el suelo sentada en una piedra
con el vestido roto y aterida
desconsolada y triste tú llorabas
con rabia contenida

Como esa hermosa flor que azota el viento
y la lluvia sus pétalos desgarra
así apareciste ante mi ojos
esa extraña mañana.

Fue un encuentro casual pero dichoso
te conocí, mi amor, y desde entonces
yo seré tu galán, tu jardinero,
tú, reina entre las flores.

Te prometí, mujer, que tú serías…
¡la flor que fuiste un día!

Hermosos versos que celebran un encuentro fortuito e inesperado con final dichoso. Me ha gustado pasar por tus letras.

Un abrazo.

Gonzalo Martínez escribió:]

En el suelo sentada en una piedra
con el vestido roto y aterida
desconsolada y triste tú llorabas
con rabia contenida

Como esa hermosa flor que azota el viento
y la lluvia sus pétalos desgarra
así apareciste ante mi ojos
esa extraña mañana.

Fue un encuentro casual pero dichoso
te conocí, mi amor, y desde entonces
yo seré tu galán, tu jardinero,
tú, reina entre las flores.

Te prometí, mujer, que tú serías…
¡la flor que fuiste un dia!.

Me han gustados tus rimas.Felicidades Poeta.-

Fresco, muy fresco poema, como una flor recién cortada.
Saludos.
Satír.

Hermoso trabajo de Gonzalo.

Ramón Castro Méndez escribió:Hermosos versos que celebran un encuentro fortuito e inesperado con final dichoso. Me ha gustado pasar por tus letras.

Un abrazo.

Estimado amigo, gracias por esya nueva vsita y gracias por tu agradable comenterio

Un abrazo, Ramón

gonzalo