Editorial Alaire

Siempre estaba al alcance de mi mano
su invariable perfume,
su risa aterrizando en mi piel,
el ala doblada para ser su presa;
infundiendo en mis pulmones
el alegre canto de sus letras.

No se me habría ocurrido jamás
enturbiar el agua en la que nada,
ni minar sus puentes, ni imaginar sus torturas
en la piel de un tambor con su mano salvaje,
ni tocar el anhelo nostálgico
después de la estación de las lluvias.

Ni ser su promesa a dos dedos de encontrarnos
en la gracia de su ternura desprevenida,
ni en la tregua antes que su estrella.

He visto sostener su mirada,
avanzar peligrosamente por su tierra ignota
y rodear su vida larvaria.

Reemplazar sus balas de cañón por millones de soles,
volverse un astro y beber mi agua,
sentir su sudor frío cortando mi piel,
y a la luna deformada entrando en escena
acodada en mi ventana.

Cuando la noche me sostiene invocando
con un murmullo suave:
me alisa mis plumas,
me mece contra el soplo de la marisma
y me detiene sobre el crujir de una rama.

Es un poema muy logrado, Carmen. En tus versos siempre hay excelentes imágenes, pero a mayores has dotado a este poema de un ritmo equilibrado que enriquece la lectura. Un abrazo.

Me ha encantado el poema, Carmen, su intensidad, sus logradas imágenes, su ritmo...
Mis felicitaciones.
Un abrazo.

Muy hermoso poema adobado de bellas imágenes para engalanar esa ternura donde la piel se hace caricia. Me ha encantado. Mi enhorabuena.

Un afectuoso abrazo.

Ramón Carballal escribió:Es un poema muy logrado, Carmen. En tus versos siempre hay excelentes imágenes, pero a mayores has dotado a este poema de un ritmo equilibrado que enriquece la lectura. Un abrazo.

Gracias, Ramón, no sabes lo que agradezco esa apreciación, trato de mejorar.
Un gran abrazo

Miguel Ángel Martínez Góm escribió:Me ha encantado el poema, Carmen, su intensidad, sus logradas imágenes, su ritmo...
Mis felicitaciones.
Un abrazo.

Gracias, Miguel Ángel, me alegra que te guste.

Abrazo

Ramón Castro Méndez escribió:Muy hermoso poema adobado de bellas imágenes para engalanar esa ternura donde la piel se hace caricia. Me ha encantado. Mi enhorabuena.

Un afectuoso abrazo.

Me dejas un precioso comentario, gracias, Ramón.

Con afecto

Fantástico poema, Carmen:

Imágenes y metáforas muy bien construidas. Belleza, elegancia, suavidad y buen gusto en todos los versos.

Enhorabuena
Un abrazo
Ana

Ana Muela Sopeña escribió:Fantástico poema, Carmen:

Imágenes y metáforas muy bien construidas. Belleza, elegancia, suavidad y buen gusto en todos los versos.

Enhorabuena
Un abrazo
Ana

Gracias por la motivación de tus palabras.
Un fuerte abrazo, Ana

Carmen Pla escribió:Siempre estaba al alcance de mi mano
su invariable perfume,
su risa aterrizando en mi piel,
el ala doblada para ser su presa;
infundiendo en mis pulmones
el alegre canto de sus letras.

No se me habría ocurrido jamás
enturbiar el agua en la que nada,
ni minar sus puentes, ni imaginar sus torturas
en la piel de un tambor con su mano salvaje,
ni tocar el anhelo nostálgico
después de la estación de las lluvias.

Ni ser su promesa a dos dedos de encontrarnos
en la gracia de su ternura desprevenida,
ni en la tregua antes que su estrella.

He visto sostener su mirada,
avanzar peligrosamente por su tierra ignota
y rodear su vida larvaria.

Reemplazar sus balas de cañón por millones de soles,
volverse un astro y beber mi agua,
sentir su sudor frío cortando mi piel,
y a la luna deformada entrando en escena
acodada en mi ventana.

Cuando la noche me sostiene invocando
con un murmullo suave:
me alisa mis plumas,
me mece contra el soplo de la marisma
y me detiene sobre el crujir de una rama.

Un ecosistema poético que se sostiene a la vida en forma sublime. Me ha parecido un recorrido subliminal muy bien construido. Te felicito por este hermoso poema, Carmen. Abrazos, ERA

E. R. Aristy escribió:

Carmen Pla escribió:Siempre estaba al alcance de mi mano
su invariable perfume,
su risa aterrizando en mi piel,
el ala doblada para ser su presa;
infundiendo en mis pulmones
el alegre canto de sus letras.

No se me habría ocurrido jamás
enturbiar el agua en la que nada,
ni minar sus puentes, ni imaginar sus torturas
en la piel de un tambor con su mano salvaje,
ni tocar el anhelo nostálgico
después de la estación de las lluvias.

Ni ser su promesa a dos dedos de encontrarnos
en la gracia de su ternura desprevenida,
ni en la tregua antes que su estrella.

He visto sostener su mirada,
avanzar peligrosamente por su tierra ignota
y rodear su vida larvaria.

Reemplazar sus balas de cañón por millones de soles,
volverse un astro y beber mi agua,
sentir su sudor frío cortando mi piel,
y a la luna deformada entrando en escena
acodada en mi ventana.

Cuando la noche me sostiene invocando
con un murmullo suave:
me alisa mis plumas,
me mece contra el soplo de la marisma
y me detiene sobre el crujir de una rama.

Un ecosistema poético que se sostiene a la vida en forma sublime. Me ha parecido un recorrido subliminal muy bien construido. Te felicito por este hermoso poema, Carmen. Abrazos, ERA

Gracias, ERA, agradezco mucho tus muestras de apoyo a mis letras.

Abrazos