Editorial Alaire

CANCIÓN ADOLESCENTE


Me decías
que el muérdago era para ti mucho más
que una promesa
y que el vencejo –aquel que creí a salvo
en tus manos–
no murió.
Sin embargo, tú nunca me besaste
bajo la ramita del vano de mi puerta,
y hoy sé que los vencejos
se mueren en las manos de temor.
Eras una muchacha
con sabor a pan bajo la blusa,
y yo crecí con la esperanza
de tus besos
por amor.

No recuerdo –¡hace tanto tiempo!–
qué fue de aquel retrato que guardé
entre mis cosas de olvidar.
Ese, donde tú tenías entre las manos
un pajarito que siempre está volando, y yo
la vista en una rama
colgando de un dintel.

Yo siempre fui propenso
a las promesas de tus labios
y adicto al alimento
de tu piel
y de tu voz (miguitas
de pan para el vencejo
y aliento a los que buscan un consuelo
en cada decepción).


--oOo--

jose manuel saiz escribió:CANCIÓN ADOLESCENTE


Me decías
que el muérdago era para ti mucho más que una promesa
y que el vencejo --aquel que creí a salvo en tus manos--
no murió. Sin embargo, tú nunca me besaste bajo la ramita
del vano de mi puerta, y hoy sé que los vencejos
se mueren en las manos, de temor. Eras una niña
con sabor a pan bajo la blusa, y yo crecí con la esperanza
de tus besos
y tu amor.

No recuerdo --¡hace tanto tiempo!--
qué fue de aquel retrato que guardé entre mis cosas
de olvidar: ese, donde tú tenías en las manos un pajarito
que siempre está en el aire, y yo
la vista en una rama, debajo de un dintel
que hoy forma esta canción.

Siempre fui propenso a las promesas de tus labios
y adicto al alimento de tu piel
y de tu voz (miguitas de pan para el vencejo
que dices no murió
y aliento a los que buscan un consuelo
en cada decepción).


--oOo--

Que bello transcurre el discurso de tu adolescencia, creo que eres propenso a los recuerdos.
Yo me quedo con esas frases " Eras una niña
con sabor a pan bajo la blusa,..." "y adicto al alimento de tu piel ". Es bueno alentar al que busca consuelo, pero y tú,
tu desconsuelo de lo que ya pasó, donde está la contención. Tal vez tu poema sea el consuelo. Después de todo eres Poeta.
Un abrazo, yo me quedo enganchada en los momentos que me hicieron feliz, opino que deberías buscar en tu baúl momentos como El Faro. ES grato leerte Jose Manuel.-

Me encantó la sutileza de tu poema, tiene frases muy interesantes como esta por ejemplo: "qué fue de aquel retrato que guardé entre mis cosas de olvidar:" Fantástica.
Te dejo mis saludos!
Satír.

jose manuel saiz escribió:CANCIÓN ADOLESCENTE


Me decías
que el muérdago era para ti mucho más que una promesa
y que el vencejo --aquel que creí a salvo en tus manos--
no murió. Sin embargo, tú nunca me besaste bajo la ramita
del vano de mi puerta, y hoy sé que los vencejos
se mueren en las manos, de temor. Eras una niña
con sabor a pan bajo la blusa, y yo crecí con la esperanza
de tus besos
y tu amor.

No recuerdo --¡hace tanto tiempo!--
qué fue de aquel retrato que guardé entre mis cosas
de olvidar: ese, donde tú tenías en las manos un pajarito
que siempre está en el aire, y yo
la vista en una rama, debajo de un dintel.

Siempre fui propenso a las promesas de tus labios
y adicto al alimento de tu piel
y de tu voz (miguitas de pan para el vencejo
que dices no murió
y aliento a los que buscan un consuelo
en cada decepción).


--oOo--

Que hermoso esta reminiscencia, Jose Manuel. Las imágenes son gloriosas~ Eras una niña
con sabor a pan bajo la blusa, y yo crecí con la esperanza
de tus besos
y tu amor.


Luego esta ese otro verso maravilloso: aquel retrato que guardé entre mis cosas
de olvidar


El poema entero posee la ternura del amor adolescente, que realmente no muere. Un abrazo, ERA

Todo el poema es un enclave nítido y jugoso en el que vas disponiendo tu sencilla inspiració tan de la raza que aparece
en la disposición real de tu sentir antiguo, pero tan cercano que casi sangre en ese final maravilloso que
que va de la alegoría al aura indispensable de tu imaginación.

un abrazo

Hermoso, muy hermoso tu decir, tu canto. Un placer leerte
Un abrazo

Muy, muy hermoso poema. Cálido y tierno, con esa dosis de añoranza que siempre nos persigue. Hay versos que me resultan memorables como "Eras una niña con sabor a pan bajo la blusa" o "qué fue de aquel retrato que guardé entre mis cosas de olvidar". Siempre es un placer acercarse a tus versos. Mi enhorabuena.

Un fuerte abrazo, amigo.