Editorial Alaire

Soy un pobre poeta muy modesto
aprendiz retrasado del Parnaso
ingenuo trovador de humildes musas,
o ese triste juglar de cantos vanos.

Cuando escribo poemas, casi ufano,
me siento suspendido éntre las nubes,
igual que el soñador de lo imposible
que espera el gran aplauso a su virtudes.

El silencio es el dueño de mis versos
rodeados están de soledades,
espantan con sus rimas visitantes
y enmudecen respuestas, si es que hay tales.

Si no hay cambios por qué sigo escribiendo
desde ahora lo haré para mi solo,
si tan pocos hay ya que me hagan caso…
es hora de dejar tranquilo al foro.

Me ha parecido interesante tu poema. No hay que dejar tranquilo al foro, Gonzalo, aquí nos estamos leyendo, aunque nos comentemos o no, y ya la la satisfacción es grande, sabiendo que los que frecuentan esta casa de poesía, saben o pueden identificar los buenos poemas, que no son los que mas comentarios tienen, o sí, depende, pero en la poesía también hay soledad, es una cualidad imprescindible, así creo. Abrazos.

Hola Gonzalo.

Sigue escribiendo, compañero, si no te leen hoy te leerán mañana, ya sabes que esto va por rachas y tus versos en su sencilla calidez merecen leerse.

Un abrazo y adelante.

Mario

Marius Gabureanu escribió:Me ha parecido interesante tu poema. No hay que dejar tranquilo al foro, Gonzalo, aquí nos estamos leyendo, aunque nos comentemos o no, y ya la la satisfacción es grande, sabiendo que los que frecuentan esta casa de poesía, saben o pueden identificar los buenos poemas, que no son los que mas comentarios tienen, o sí, depende, pero en la poesía también hay soledad, es una cualidad imprescindible, así creo. Abrazos.

Amigo Avatar agradezco mucho tu visita y sobre todo el acertado y agradable comentario que me dediicas. Tendré en cuenta tus consejos, amigo-gracias, Avatar3

un furte abrazo

gonzalo

Mario Martínez escribió:Hola Gonzalo.

Sigue escribiendo, compañero, si no te leen hoy te leerán mañana, ya sabes que esto va por rachas y tus versos en su sencilla calidez merecen leerse.

Un abrazo y adelante.

Mario

Mi estimado amigo, me alegra mucho tu presencia y admito de buen grado tu consejo pero me temo que esta vez no es un pronto provocado
por un triste estado de ánimo, es algo más profundo.

De todas formas gracias, Mario, el consejo no podá venir de persona más cualificada y sinceramente agradezco mucho tu atención

Un abrazo, Mario

gonzalo