Editorial Alaire

En la brisa de la tarde se distingue el soplo de los muertos,
se ha vuelto una rutina necesaria
atracar cementerios por lo menos en el pensamiento
y formar una banda que vive next door,
en el yo sucio.
La banda ha hecho con desinterés un circulo de cráneos
y todos creen que el olvido se aloja
en la cera de las velas de bautizo.
El cráneo de Lorca, de Gellu Naum
y dos cráneos de Leopoldo María Panero
que se diferenciaban por sus cuencas de sal
como si la reina de las mariposas nocturnas
hubiera sido almibarada en el más
trágico evento de la poesía.
Entre cinco cuchillas de afeitar mi rostro
se desangra (como un hilo infinito con el que sueñan
los que han intentado estrangularse con el primer rayo de la mañana)
para no tener que soportar la garganta de abismos
que absorbe a mi ser
y el eco de los mariachis de la lejanía
quiebra el cráneo de Alejandra Pizarnik.
¡Oh, muchas veces pensamos que la autoridad del silencio
es la que apuntan las putas
cuando abren la puerta de su jaulas
y salen los canarios del lamento
tenebrosos y silbando a lunas de ceniza
de los ceniceros del único bar abierto a cualquier hora! - el de los suicidas.
Me siento mal, no he dormido, las grietas
ya no aceptan que mi sombra se vuelva testigo de las arañas
y las arañas de mi sombra ya no tienen donde esconderse.
Mi sombra me delata entre los cráneos
de la gente que acostumbra a morir rezando
para no morirse del todo mientras el otoño no ha llegado
a consumir cada aullido de las esquinas.
¡Oh, muchas veces pensamos que la autoridad del silencio
es la de los juncos cuando se doblan
para señalar el centro de las colinas!
A todos aquellos que hemos aprendido
a vivir sin partes vitales de nuestro cuerpo
nos llaman poetas.

La fortaleza del poema es inmensa; tocas reinos de certeza, huracanados estrépitos calcificados. Minuto a minuto el poema se desentraña en las arcas del pensamiento y luego nos devuelve una claridad casi barbitúrica, ensalmada en la pura noche de los destierros.

Qué manera de hacer Poesía, Marius.

Reverencias y mi abrazo grande.

Profundo, desgarrador, las palabras golpean, son balas que apuntan y que el poeta deletrea con intensidad.
Inmenso!
Un placer leerte, Marius.
Un abrazo

Interesante, muy interesante, este navegar en el junco de la metapoesía, como un Caronte haciendo recuentos de soledades, tratando de salvar almas valiosas del olvido. Siempre dije que tu poesía tiende a un paradigma de grandeza creativa, a un mundo de sorprendente originalidad que se puede admirar, gracias al cielo de su mundo que se va despejando con cada poema. Albricias.

Un abrazo amistoso.
Óscar

Genial tu forma de versar. Un poema que desgarra las fibras íntimas. Felicidades
Besos
Pilar

Un gran poema Marius en el que destaco entre otras cosas el uso de unas metáforas muy ajustadas , bellas e impactantes. También el tema es emocionante, trayendo a colación toda una serie de poetas de una lírica exuberante. Y el cierre de lujo. Esos dos últimos versos son maestros.

Un abrazo fuerte amigo

Celebro tus versos y tu insomnio. Creo que todo lo que te he leído me ha encantado y éste no podía ser menos. Excelente. Mi enhorabuena y atronadora ovación. Ah ... y el cierre me parece antológico.

Un fuerte abrazo

Marius Gabureanu escribió:En la brisa de la tarde se distingue el soplo de los muertos,
se ha vuelto una rutina necesaria
atracar cementerios por lo menos en el pensamiento
y formar una banda que vive next door,
en el yo sucio.
La banda ha hecho con desinterés un circulo de cráneos
y todos creen que el olvido se aloja
en la cera de las velas de bautizo.
El cráneo de Lorca, de Gellu Naum
y dos cráneos de Leopoldo María Panero
que se diferenciaban por sus cuencas de sal
como si la reina de las mariposas nocturnas
hubiera sido almibarada en el más
trágico evento de la poesía.
Entre cinco cuchillas de afeitar mi rostro
se desangra (como un hilo infinito con el que sueñan
los que han intentado estrangularse con el primer rayo de la mañana)
para no tener que soportar la garganta de abismos
que absorbe a mi ser
y el eco de los mariachis de la lejanía
quiebra el cráneo de Alejandra Pizarnik.
¡Oh, muchas veces pensamos que la autoridad del silencio
es la que apuntan las putas
cuando abren la puerta de su jaulas
y salen los canarios del lamento
tenebrosos y silbando a lunas de ceniza
de los ceniceros del único bar abierto a cualquier hora! - el de los suicidas.
Me siento mal, no he dormido, las grietas
ya no aceptan que mi sombra se vuelva testigo de las arañas
y las arañas de mi sombra ya no tienen donde esconderse.
Mi sombra me delata entre los cráneos
de la gente que acostumbra a morir rezando
para no morirse del todo mientras el otoño no ha llegado
a consumir cada aullido de las esquinas.
¡Oh, muchas veces pensamos que la autoridad del silencio
es la de los juncos cuando se doblan
para señalar el centro de las colinas!
A todos aquellos que hemos aprendido
a vivir sin partes vitales de nuestro cuerpo
nos llaman poetas.

Es un poema conmovedor y sobrio como siglo de insomnio o estar perdido en alta mar. Me gustan tus imágenes, Marius. Abrazos, ERA

Vuelve para deleite de todos.

Te sigo amigo en tu insomnio. El cementerio se deshace entre las palabras, como si se desnucasen tras la boca. Se recuentan las sombras, se paladea el desespero y la despedida. Es un halo de noche que sucumbe ante la nada, como una búsqueda de las propias huellas entre aquellos que se sabe que nunca serán olvido. Y de ahí, la fuerza, la inmensidad de una brisa que sopla reconociendo las heridas. Me sobrecoge querido Marius, te sigo siempre cerca.
Cuanto me gusta leerte. Abrazo enorme

Un derrumbe emocional tejido con brillantez y maestría .

Gran poema, sin duda.

Mi sincera enhorabuena, Marius.

Abrazos.

Impresionante, Marius. Me ha gustado muchísimo.

Un abrazo.

Ensimismados pensamientos asoma tu poema y siente y presiente que hay abajo una fuerza que se arrastra y resiste
por donde la lucha y la decisión se ayudan sin ambages.

un abrazo

Los mejores poemas de Marius Gabureanu, en Alaire.