Editorial Alaire

Macedonio Tracel escribió:crónica

Las manos buenas no duran, y nunca duran, eso dijo
y además algo del tiempo; que ese umbral hipócrita
suele escabullirse por donde las formas posibles
se escriben, se describen. Son brindis, vientos, rezos.
Son fotos de mar creciendo unos fondos impersonales.
Comodidades reunidas en el aire para este desarraigo.
Lo que suena a lluvia y aún no puede replegarse.
Esa distancia en que a veces viven los vaivenes.
Palabras acumuladas donde nadie barre el frío
porque recitan cosas que hace mucho no ves.
El rumor en que la gente confía para quedarse allí.
Lo que se abandonada en los colores ralos.
Los deseos cuando no saben cómo acabar.


Unas letras profundas, donde el poeta repasa esas regiones distantes de los deseos.
Me ha gustado mucho.
Un abrazo











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Macedonio Tracel escribió:crónica

Las manos buenas no duran, y nunca duran, eso dijo
y además algo del tiempo; que ese umbral hipócrita
suele escabullirse por donde las formas posibles
se escriben, se describen. Son brindis, vientos, rezos.
Son fotos de mar creciendo unos fondos impersonales.
Comodidades reunidas en el aire para este desarraigo.
Lo que suena a lluvia y aún no puede replegarse.
Esa distancia en que a veces viven los vaivenes.
Palabras acumuladas donde nadie barre el frío
porque recitan cosas que hace mucho no ves.
El rumor en que la gente confía para quedarse allí.
Lo que se abandona en los colores ralos.
Los deseos cuando no saben cómo acabar.

Me gusta mucho este poema, Macedonio, porque se aprecia esa observación que haces de las pequeñas cosas, esos detalles del rechazo y lo que abandonamos con desinterés, ese cierre es diciente y poderoso, claro cuando uno no ve bien que la obra ha concluido y se queda en el asiento sembrado aun después que bajaran las cortinas...un placer, ERA












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