Editorial Alaire

Afuera todo sigue igual,
las calles, el cielo, los relojes.
Adentro, otros barcos zarpan sin brújula,
avanzan ríos al mar del corazón,
una tormenta muere atravesada por la luz de tus ojos,
mientras se construyen puentes
hacia el olvido, al silencio, al amor.
Afuera todo sigue igual.
Acá caben todos los muertos y no hay otoño,
la palabra mustia no cae hasta nuestros pozos,
lo único que mueve sus aguas
es la intensa brisa del ayer,
los sauces que nos ayudan
a cruzar los riachuelos temerosos.
Pero todo sigue igual,
las calles, el cielo, los relojes.
Cruzamos en bote hasta la infancia,
sin remos, solo con la corriente,
volvemos llenos de campos de trigo,
todo es movimiento,
mientras afuera el hormigón
es derrumbado por los hombres
una y otra vez una y otra vez,
acá adentro todo sigue igual,
sin caminos, sin cielo, sin tiempo.

Me complace inaugurar los buenos comentarios a tu poema, Antonio. Felicitaciones.
Salud.

Me ha gustado tu canción de relojero que sin pausa da cuerda al reloj de la catedral del tiempo para que sólo suenen los doce badajazos de la noche "sin caminos, sin cielo, sin tiempo" y en la plaza rueda una cabeza ajusticiada infamemente.
Un abrazo, compañero

Julio Gonzalez Alonso escribió:Me complace inaugurar los buenos comentarios a tu poema, Antonio. Felicitaciones.
Salud.

Me complace a mi amigo Julio que tengas palabras a mi poema, sobretodo de un grande como tú, saludos maese.

Satír.

Muy interesante Antonio esta reflexión en versos sobre nuestra vida.
Recibe un cordial saludo.

Me ha encantado el poema, esa introspección que llega a la infancia mientras fuera todo parece igual.
Felicidades
Besos
Pilar

Julio Gonzalez Alonso escribió:Me complace inaugurar los buenos comentarios a tu poema, Antonio. Felicitaciones.
Salud.

Estimado Julio, te dejo un abrazo, saludos.

Satír.

Bellísimo poema, Antonio:

Con un lenguaje muy cuidado nos vas dando pinceladas de realidad. Todo pasa y nada cambia. He ahí la paradoja de la realidad.

Me gustan tus metáforas e imágenes poéticas. Tu estilo está muy trabajado. Pareces un orfebre de la palabra.

Aplausos
Un fuerte abrazo
Ana

Los parajes cotidianos y rutinarios de la vida tienen también su momento literario.
Hay realismo y simbolismo en tu poema.
Un placer leerte, Antonio.
Un abrazo

xaime oroza carballo escribió:Me ha gustado tu canción de relojero que sin pausa da cuerda al reloj de la catedral del tiempo para que sólo suenen los doce badajazos de la noche "sin caminos, sin cielo, sin tiempo" y en la plaza rueda una cabeza ajusticiada infamemente.
Un abrazo, compañero

Compañero Xaime, agradezco tus palabras, te dejo un saludo!
Satír.

Armilo Brotón escribió:Muy interesante Antonio esta reflexión en versos sobre nuestra vida.
Recibe un cordial saludo.

Estimado Armilo. gracias por comentar, un abrazo desde mi Chile caluroso.
Satír.

Pilar Morte escribió:Me ha encantado el poema, esa introspección que llega a la infancia mientras fuera todo parece igual.
Felicidades
Besos
Pilar

Mi querida Pilar, gracias por pasarte y comentar, siempre es un agrado tenerla por mis rincones.
Te dejo un abrazo gigante!
Satír.

Ana Muela Sopeña escribió:Bellísimo poema, Antonio:

Con un lenguaje muy cuidado nos vas dando pinceladas de realidad. Todo pasa y nada cambia. He ahí la paradoja de la realidad.

Me gustan tus metáforas e imágenes poéticas. Tu estilo está muy trabajado. Pareces un orfebre de la palabra.

Aplausos
Un fuerte abrazo
Ana

Ana, de verdad me halagas, en mi humilde opinión siento que mejoro cada día, pero me falta muuucho, aparte me gusta aprender de todos mis maestros poéticos y no poéticos, te agradezco las palabras y las atesoro.
Satír.

Carmen Pla escribió:Los parajes cotidianos y rutinarios de la vida tienen también su momento literario.
Hay realismo y simbolismo en tu poema.
Un placer leerte, Antonio.
Un abrazo

Estimada Carmen, gracias por comentar y darte ese tiempo que no cualquiera lo hace.
Te dejo un abrazo.
Saludos, Satír.

Antonio Satír escribió:Afuera todo sigue igual,
las calles, el cielo, los relojes.
Adentro, otros barcos zarpan sin brújula,
avanzan ríos al mar del corazón,
una tormenta muere atravesada por la luz de tus ojos,
mientras se construyen puentes
hacia el olvido, al silencio, al amor.
Afuera todo sigue igual.
Acá caben todos los muertos y no hay otoño,
la palabra mustia no cae hasta nuestros pozos,
lo único que mueve sus aguas
es la intensa brisa del ayer,
los sauces que nos ayudan
a cruzar los riachuelos temerosos.
Pero todo sigue igual,
las calles, el cielo, los relojes.
Cruzamos en bote hasta la infancia,
sin remos, solo con la corriente,
volvemos llenos de campos de trigo,
todo es movimiento,
mientras afuera el hormigón
es derrumbado por los hombres
una y otra vez una y otra vez,
acá adentro todo sigue igual,
sin caminos, sin cielo, sin tiempo.

Wow! Logras, Satir, navegar la fluidez de la poesía intrínseca. Un tesoro extraído de una capsula de tiempo, esa cajita que algunos niños entierran para desenterrar pasado un tiempo. Excelente! ERA