Editorial Alaire

De aquel encuentro casual, causal,
solo quedarán estos versos
que dudo algún día leas.
Versos que avivarán una memoria fragmentada.
Es que la memoria no es más que eso,
puntos en el espacio, coordenadas
que enlazamos a ojo de buen cubero.
Derrotero cifrado.
Acertijos sensoriales.
La memoria siempre deviene en leyenda.
Una canción, ciertos lugares - incluso
hasta algún malestar -
la evocan,
como imagino ciertos chamanes
evocan los espectros ancestrales.
Así he de evocarte en el futuro.
Vendrás distinta cada vez,
espectro memorial,
llamada por la idea de un recuerdo
que se hará más grato
mientras más distante.
Un recuerdo que se hace leyenda
en los baches
de mi accidentada memoria.
Un grato accidente, claro está.
Un accidente devenido
en melancólico recuerdo:
Sin tiempo ni espacio,
etéreo; es decir,
eterno.

Yosvani Oliva Iglesias escribió:De aquel encuentro casual, causal,
solo quedarán estos versos
que dudo algún día leas.
Versos que avivarán una memoria fragmentada.
Es que la memoria no es más que eso,
puntos en el espacio, coordenadas
que enlazamos a ojo de buen cubero.
Derrotero cifrado.
Acertijos sensoriales.
La memoria siempre deviene en leyenda.
Una canción, ciertos lugares - incluso
hasta algún malestar -
la evocan,
como imagino ciertos chamanes
evocan los espectros ancestrales.
Así he de evocarte en el futuro.
Vendrás distinta cada vez,
espectro memorial,
llamada por la idea de un recuerdo
que se hará más grato
mientras más distante.
Un recuerdo que se hace leyenda
en los baches
de mi accidentada memoria.
Un grato accidente, claro está.
Un accidente devenido
en melancólico recuerdo:
Sin tiempo ni espacio,
etéreo; es decir,
eterno.

Me gusta mucho este poema, Yosvani. Has descrito en forma muy bella a la memoria. Esos baches, o lagunas mentales anidan nuestros recuerdos. Llamarlos eternos como si fuera algo lógico también me resulta fascinante sobretodo si se toma en cuenta que la memoria también se va con ciertas enfermedades, accidentes, y de seguro en la muerte. Hace tiempo le escribí un poema a la niña Sandy Vancouver quien murió el día de sus quince años en un accidente automovilístico. A donde se va el pensamiento cuando desagua la vida? preguntaba y todavía pregunto cuando me desconecto de la fe. Tu poema es muy especial y denota que haces muy buenas lecturas. El amor, claro, el amor no tiene que ser explicado, solo se siente. Un abrazo, ERA

Me gusta pensar que la memoria, o por lo menos sus señas, permanecen más allá de nosotros mismos. Gracias por tan certera lectura.

También pensé en la memoria cuando mi padre empezó a perderla, aquel día me di cuenta que éramos algo distinto a ella. Un poema precioso
Abrazos
Pilar

Pilar, Pero su memoria vive en ti y en todos aquellos con los que pudo compartirlas y crearlas. Eso es lo bello fe las memorias, sólo nos pertenece aquello que podemos reconstruir. Otros, testigos activos o anecdóticos, las reconstruimos a nuestra forma.

un buen analisis de la memoria afianzado en la tonsura del recuerdo que quiere hacerse merecedor
de evoción y enlace justo. un abrazo

Gracias Guillermo por tan cálida lectura.

La memoria puede herir y golpear con una fuerza tremenda. Cuando los recuerdos buenos son menos, en número, que los malos se solapan y cobran mayor espacio los últimos.
Yo pienso que la memoria se debería ir con los que se van, porque aquí nos quedamos los demás sin un descanso posible.
Tener buena memoria es como tener buen olfato, se sufre intensamente ambos.
Interesante poema.
Salud.

Salud a ti, Tigana. Y si, la buena memoria como el buen olfato, nos csuds muchos dolores de cabeza.

Arriba con este bella propuesta de Yosvani.

Un poema precioso, con un aire de nostalgia y de ausencias. La memoria es nuestra historia, pequeña o grande pero nuestra historia. Lo dicho, muy bellos versos que me ha gustado transitar.

Abrazos.

Gracias Rafael, por subir este poema.

Ramón, nadaas cierto. Estamos hechos de memoria, a veces inexactas, hasta inventadas, pero de igual modo nuestras.