Editorial Alaire

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Buen poema! me gustó mucho.
Saludos!

Muy buen poema, de tono amargo, aunque con un remate esperanzador. Me ha gustado.

Abrazos.

No sé por qué pero el barco viejo siempre tiene una amarra podrida que sujeta estrechamente a tierra sus ensoñaciones de mar, de nuevas singladuras. Hermoso tu poema, gracias por compartirlo.
Un abrazo

Antonio Satír escribió:Buen poema! me gustó mucho.
Saludos!

Y yo me alegro de que te guste.
Gracias por leerme y comentar.
Salud.

Ramón Castro Méndez escribió:Muy buen poema, de tono amargo, aunque con un remate esperanzador. Me ha gustado.

Abrazos.

Gracias por dejar tu opinión en el poema. Es amargo, sí. Y yo no veo ese remate esperanzador, qué bueno que tú sí lo ves.
Salud.

xaime oroza carballo escribió:No sé por qué pero el barco viejo siempre tiene una amarra podrida que sujeta estrechamente a tierra sus ensoñaciones de mar, de nuevas singladuras. Hermoso tu poema, gracias por compartirlo.
Un abrazo

Yo tampoco lo sé, si logras descrubrirlo algún día me lo cuentas.
Gracias por leerme y comentar.
Salud.

Las palabras son lo que son: un complemento del silencio. Desgraciadamente las necesitamos para comunicarnos, para transmitir belleza a través de los escritos. Estoy contigo en qué ojalá hubiera otra forma mejor. Pero tú las utilizas para dejar retazos de emoción.
Quizás también el silencio, dentro de sus múltiples lecturas, sea otra cosa en tu poema: la forma de volver a escondernos en nuestra casa, como el caracol, cuando lo que se dice no tiene sentido en nuestra desesperanza , en la bruma que de vez en cuando nos rodea, cuando lo que se dice tiene que ver con un dolor profundo que queremos callar.
Oscuridad, silencio, tinieblas todo un campo semántico que me produce una emoción de inquietud. Pero una emoción al fin que es de lo que se trata de conseguir en un poema. No siempre es todo color de rosas. Y vamos deshojando la margarita de la vida.

Un besazo Ana.

Armilo Brotón escribió:Las palabras son lo que son: un complemento del silencio. Desgraciadamente las necesitamos para comunicarnos, para transmitir belleza a través de los escritos. Estoy contigo en qué ojalá hubiera otra forma mejor. Pero tú las utilizas para dejar retazos de emoción.
Quizás también el silencio, dentro de sus múltiples lecturas, sea otra cosa en tu poema: la forma de volver a escondernos en nuestra casa, como el caracol, cuando lo que se dice no tiene sentido en nuestra desesperanza , en la bruma que de vez en cuando nos rodea, cuando lo que se dice tiene que ver con un dolor profundo que queremos callar.
Oscuridad, silencio, tinieblas todo un campo semántico que me produce una emoción de inquietud. Pero una emoción al fin que es de lo que se trata de conseguir en un poema. No siempre es todo color de rosas. Y vamos deshojando la margarita de la vida.

Un besazo Ana.

Muchas veces es mejor optar por el silencio, las palabras hacen mucho daño. Y de eso va este poema, Miguel, de que a veces la lengua es un filo cortante y navega entre planchas de acero.
Un beso.

Me gusta el sentimiento sincero que emana, me gusta el carácter introspectivo del poema. Yo creo que, de última, el peligro no se encuentra en la palabra sino en la lengua de la víbora; y creo que este pensamiento está en tu poema.

Un abrazo poético.
Óscar

Óscar Distéfano escribió:Me gusta el sentimiento sincero que emana, me gusta el carácter introspectivo del poema. Yo creo que, de última, el peligro no se encuentra en la palabra sino en la lengua de la víbora; y creo que este pensamiento está en tu poema.

Un abrazo poético.
Óscar

Los que escribimos podemos ser muy duros con la palabra, hasta llegar a ser un ladrillo como decía León Felipe.
Gracias por dejar tu comentario. Me gusta.
Salud.