El árbol invisible
Publicado: Dom, 04 Sep 2016 12:21
Aquí pone árbol, aquí pone árbol,
y alrededor el aire excluye con su densa floración
no al árbol,
sino a la colmena de árboles;
imagina todos los árboles ahí dentro,
sacudidos sin piedad de modo que se han mezclado
hasta lo insustantivo
y sin embargo saben que uno va a salvarse
cuando amanezca,
cuando anochezca,
no ahora que no está claro el color del cielo
y por eso el viento está más loco.
Qué pensarán, qué métodos urdirán para salvar
del inevitable enredo cada uno su hoja,
un nudo, una raíz que no crepite
aunque la pise un ángel,
un ángel ciego de esos que caminan por los laberintos
que el viento deja caer
cuando todo está quieto porque se ha quedado atrás
y cualquier cosa señalada por la luz
manifiesta un prurito de mímesis u olvido.
Imagina,
pero no puedes porque
qué hojas has guardado, qué pétalo si piensas en la esperanza
como un transcurso aromado de ideas caídas
desde un tronco irreconocible, transformado.
Aquí pone árbol, ahora que la claridad no se arrepiente, trepa
por encima de la luz mate y rotunda de las claves visibles.
Ahí pone sol, ahí pone luna,
las hojas doradas se derriten,
las hojas plateadas se estancan en la lengua del río
que hace un momento no estaba ahí, nunca existió.
y alrededor el aire excluye con su densa floración
no al árbol,
sino a la colmena de árboles;
imagina todos los árboles ahí dentro,
sacudidos sin piedad de modo que se han mezclado
hasta lo insustantivo
y sin embargo saben que uno va a salvarse
cuando amanezca,
cuando anochezca,
no ahora que no está claro el color del cielo
y por eso el viento está más loco.
Qué pensarán, qué métodos urdirán para salvar
del inevitable enredo cada uno su hoja,
un nudo, una raíz que no crepite
aunque la pise un ángel,
un ángel ciego de esos que caminan por los laberintos
que el viento deja caer
cuando todo está quieto porque se ha quedado atrás
y cualquier cosa señalada por la luz
manifiesta un prurito de mímesis u olvido.
Imagina,
pero no puedes porque
qué hojas has guardado, qué pétalo si piensas en la esperanza
como un transcurso aromado de ideas caídas
desde un tronco irreconocible, transformado.
Aquí pone árbol, ahora que la claridad no se arrepiente, trepa
por encima de la luz mate y rotunda de las claves visibles.
Ahí pone sol, ahí pone luna,
las hojas doradas se derriten,
las hojas plateadas se estancan en la lengua del río
que hace un momento no estaba ahí, nunca existió.