Editorial Alaire

Ya no hablamos.

El río pasa como un tren desnudo
y es la costumbre un mapa de flores
que muere en el tránsito.

¿Fue así la góndola de fiebre azul,
el Rossio de luces y mosaicos
en la plaza cubierta de sol?

Los cuerpos pertenecen a los cuerpos
y no hay lugar que escriba en la piel
el momento del ardor.

Cada ciudad es un mensaje oculto,
llegas, pisas sus silencios,
sus calles pobladas
de un algo que suda
en los labios de la multitud
pero que no se parece a lo que en ti imprime
su aliento de universalidad, de cantos prohibidos,
de historia que no envejece
en tu dicha.

¿Lo piensas tú también?

Dime si aún buscas la sombra del castillo,
un mar que sea plata
y a la vez imagen de los días que serán pasado
o los murmullos de países que entregan su luz
al viajero amante
que solo entiende la vida
como un secreto compartido en la noche.

Ya no hablamos de la juventud
y sus alas de viento frágil,
qué de los paraísos que el neón disculpa,
qué de los pisos compartidos
cuando el deseo inunda los portales
con el agua del amor.

Todas las raíces son una sola raíz,
una raíz de piedra, un poso que deja fluir los ecos
de una luna inmortal
en los ojos simples del presente.

Qué maravilla este canto al tiempo pasado. Nostalgia, belleza, sencillez y un lenguaje muy bien labrado en tus versos.

Aplausos a montones, compañero
Me ha gustado mucho
Ana

"Todas las raíces son una sola raíz,
una raíz de piedra, un poso que deja fluir los ecos
de una luna inmortal
en los ojos simples del presente"

Excepcional poema sobre el amor y el paso del tiempo. Me ha encantado. Vaya mi aplauso.
Un abrazo.

Los recursos del silencio acuden a la cita del pasado. tu poema es de recuerdo y de nostalgia muy bien llevada y definida.

un abrazo

Moi fermoso, Ramón. Toda unha viaxe polos teus versos cheos de saudade.

"Dime si aún buscas la sombra del castillo,
un mar que sea plata
y a la vez imagen de los días que serán pasado
o los murmullos de países que entregan su luz
al viajero amante
que solo entiende la vida
como un secreto compartido en la noche."

Sempre unha ledicia camiñar da man do teu dicir.
Unha fonda aperta, meu

Ana Muela Sopeña escribió:Qué maravilla este canto al tiempo pasado. Nostalgia, belleza, sencillez y un lenguaje muy bien labrado en tus versos.

Aplausos a montones, compañero
Me ha gustado mucho
Ana

Muchas gracias, Ana, por tu generoso comentario. Un abrazo.

Ramón Castro Méndez escribió:"Todas las raíces son una sola raíz,
una raíz de piedra, un poso que deja fluir los ecos
de una luna inmortal
en los ojos simples del presente"

Excepcional poema sobre el amor y el paso del tiempo. Me ha encantado. Vaya mi aplauso.
Un abrazo.

Gracias, Ramón, por tu amabilidad. Un abrazo.

Ramón: Bello poema, un deleite de lectura para este fin estival,
Con estos versos:Todas las raíces son una sola raíz,
una raíz de piedra, un poso que deja fluir los ecos
de una luna inmortal
en los ojos simples del presente.

Enhorabuena

Abrazos
R. Zambrano

Qué bien escribes, Ramón, este poema es otra muestra de ello, es bello y emociona
Besos
Pilar

Guillermo Cuesta escribió:Los recursos del silencio acuden a la cita del pasado. tu poema es de recuerdo y de nostalgia muy bien llevada y definida.

un abrazo

Gracias, Guillermo. Un abrazo.

xaime oroza carballo escribió:Moi fermoso, Ramón. Toda unha viaxe polos teus versos cheos de saudade.

"Dime si aún buscas la sombra del castillo,
un mar que sea plata
y a la vez imagen de los días que serán pasado
o los murmullos de países que entregan su luz
al viajero amante
que solo entiende la vida
como un secreto compartido en la noche."

Sempre unha ledicia camiñar da man do teu dicir.
Unha fonda aperta, meu

Moitas grazas,Xaime. Unha forte aperta.

Rafael Zambrano Vargas escribió:Ramón: Bello poema, un deleite de lectura para este fin estival,
Con estos versos:Todas las raíces son una sola raíz,
una raíz de piedra, un poso que deja fluir los ecos
de una luna inmortal
en los ojos simples del presente.

Enhorabuena

Abrazos
R. Zambrano

Gracias, Rafael, por tu amable comentario.

Pilar Morte escribió:Qué bien escribes, Ramón, este poema es otra muestra de ello, es bello y emociona
Besos
Pilar

Gracias, Pilar. Besos.

Ramón Carballal escribió:Ya no hablamos.

El río pasa como un tren desnudo
y es la costumbre un mapa de flores
que muere en el tránsito.

¿Fue así la góndola de fiebre azul,
el Rossio de luces y mosaicos
en la plaza cubierta de sol?

Los cuerpos pertenecen a los cuerpos
y no hay lugar que escriba en la piel
el momento del ardor.

Cada ciudad es un mensaje oculto,
llegas, pisas sus silencios,
sus calles pobladas
de un algo que suda
en los labios de la multitud
pero que no se parece a lo que en ti imprime
su aliento de universalidad, de cantos prohibidos,
de historia que no envejece
en tu dicha.

¿Lo piensas tú también?

Dime si aún buscas la sombra del castillo,
un mar que sea plata
y a la vez imagen de los días que serán pasado
o los murmullos de países que entregan su luz
al viajero amante
que solo entiende la vida
como un secreto compartido en la noche.

Ya no hablamos de la juventud
y sus alas de viento frágil,
qué de los paraísos que el neón disculpa,
qué de los pisos compartidos
cuando el deseo inunda los portales
con el agua del amor.

Todas las raíces son una sola raíz,
una raíz de piedra, un poso que deja fluir los ecos
de una luna inmortal
en los ojos simples del presente.

Hermoso poema, Ramon. Todo un placer leerte. Abrazos, ERA

E. R. Aristy escribió:

Ramón Carballal escribió:Ya no hablamos.

El río pasa como un tren desnudo
y es la costumbre un mapa de flores
que muere en el tránsito.

¿Fue así la góndola de fiebre azul,
el Rossio de luces y mosaicos
en la plaza cubierta de sol?

Los cuerpos pertenecen a los cuerpos
y no hay lugar que escriba en la piel
el momento del ardor.

Cada ciudad es un mensaje oculto,
llegas, pisas sus silencios,
sus calles pobladas
de un algo que suda
en los labios de la multitud
pero que no se parece a lo que en ti imprime
su aliento de universalidad, de cantos prohibidos,
de historia que no envejece
en tu dicha.

¿Lo piensas tú también?

Dime si aún buscas la sombra del castillo,
un mar que sea plata
y a la vez imagen de los días que serán pasado
o los murmullos de países que entregan su luz
al viajero amante
que solo entiende la vida
como un secreto compartido en la noche.

Ya no hablamos de la juventud
y sus alas de viento frágil,
qué de los paraísos que el neón disculpa,
qué de los pisos compartidos
cuando el deseo inunda los portales
con el agua del amor.

Todas las raíces son una sola raíz,
una raíz de piedra, un poso que deja fluir los ecos
de una luna inmortal
en los ojos simples del presente.

Hermoso poema, Ramon. Todo un placer leerte. Abrazos, ERA

Muchas gracias, ERA. Un abrazo.