Editorial Alaire

Intuyo esa sensación en mis manos
como una ciega percepción,
con mis dedos que jalonan mi existencia
marcando el ritmo.
Una ausencia que hoy, se vuelve más sensible,
y crea en el espacio un suave aleteo;
como el absorto espacio en que me encuentro.


Me faltó ser la escena impaciente
en las horas de retraso,
olvidarme del roce de su retina,
ser un agudo hilo de bronce de un destino diluido,
colapsar toda mi memoria en eternos jeroglíficos,
y sobre mi piel, -que las palabras llegaran adentro-.

De la misma forma con que los ojos recorren
un trazado del itinerario de las raíces más secretas:
hasta tocar el suelo, hasta hacerlas suyas.
Me faltó sentir la emoción de las caricias;
- Con el abanico abierto del paisaje de sus ojos -.


Desde hace unos días, el reclinatorio de la ausencia
hace que mi garganta se reseque,
que mis sueños tengan visiones,
sin que puedan atravesar desde el fondo
los habitados latidos de los rayos amarillos
que colapsan su mirada.


No era la vida ni sus líneas de un tupido nacimiento
las que podían volver a perderse,
era yo, que veía en sus ojos todos mis abismos,
la inmediata excusa de un viejo reflejo de la vida.


Creo que sus ojos eran una seducción insoportable,
que eran también mis labios que abrían
las puertas del paraíso,
los adioses gélidos,
las noches que ahogan sin dejar rastro
y sin sospechar siquiera el porqué.

Me ha encantado leer este bello y reflexivo poema. Enhorabuena y un abrazo.

Tu poema recorre ese interior sensible con el que tocas tu idiosincrasia personal desde un ego respetuoso y atento
a la propia noción del sentimiento.
Me encantó el poema.

Un abrazo

Un poema con toda la esencia de la sensibilidad y delicadez del poeta.

Cada vez que te leo, me haces sentir.

Un besazo.

Ramón Carballal escribió:Me ha encantado leer este bello y reflexivo poema. Enhorabuena y un abrazo.

Muy amable, Ramón.
Gracias!
Abrazo

"Con el abanico abierto del paisaje de sus ojos"

Muy hermoso poema, donde el amor, casi devoción, brilla en todo su esplendor.
Un placer de lectura, Carmen.
Un afectuoso abrazo.

Sensibilidad y entrega en palabras hermosas. Me ha gustado.
Un abrazo.
Pepa

Guillermo Cuesta escribió:Tu poema recorre ese interior sensible con el que tocas tu idiosincrasia personal desde un ego respetuoso y atento
a la propia noción del sentimiento.
Me encantó el poema.

Un abrazo

Muy agradecida por tus amables palabras, Guillermo.
Y por tu atención observadora. Abrazos

Alejandro Costa escribió:Un poema con toda la esencia de la sensibilidad y delicadez del poeta.

Cada vez que te leo, me haces sentir.

Un besazo.

Esa es la función de la poesía para mi (es un logro conseguirlo)
Gracias, Alejandro,
Abrazos

Qué versos tan hermosos mostrando tu sensibilidad a través del amor. Me gustó mucho
Besos
Pilar

Carmen Pla escribió:Intuyo esa sensación en mis manos
como una ciega percepción,
con mis dedos que jalonan mi existencia
marcando el ritmo.
Una ausencia que hoy, se vuelve más sensible,
y crea en el espacio un suave aleteo;
como el absorto espacio en que me encuentro.


Me faltó ser la escena impaciente
en las horas de retraso,
olvidarme del roce de su retina,
ser un agudo hilo de bronce de un destino diluido,
colapsar toda mi memoria en eternos jeroglíficos,
y sobre mi piel, -que las palabras llegaran adentro-.

De la misma forma con que los ojos recorren
un trazado del itinerario de las raíces más secretas:
hasta tocar el suelo, hasta hacerlas suyas.
Me faltó sentir la emoción de las caricias;
- Con el abanico abierto del paisaje de sus ojos -.


Desde hace unos días, el reclinatorio de la ausencia
hace que mi garganta se reseque,
que mis sueños tengan visiones,
sin que puedan atravesar desde el fondo
los habitados latidos de los rayos amarillos
que colapsan su mirada.


No era la vida ni sus líneas de un tupido nacimiento
las que podían volver a perderse,
era yo, que veía en sus ojos todos mis abismos,
la inmediata excusa de un viejo reflejo de la vida.


Creo que sus ojos eran una seducción insoportable,
que eran también mis labios que abrían
las puertas del paraíso,
los adioses gélidos,
las noches que ahogan sin dejar rastro
y sin sospechar siquiera el porqué.

Hola Carmen: Tu poesía vanguardista y
espiritual, siempre deja un rastro de belleza
en el alma, belleza de misterio y ese saber
coordinar tan bien las brillantes metáforas:

De la misma forma con que los ojos recorren
un trazado del itinerario de las raíces más secretas:
hasta tocar el suelo, hasta hacerlas suyas.
Me faltó sentir la emoción de las caricias;
- Con el abanico abierto del paisaje de sus ojos -.

Un lujo de lectura

Enhorabuena
Abrazos

R. Zambrano

Ramón Castro Méndez escribió:"Con el abanico abierto del paisaje de sus ojos"

Muy hermoso poema, donde el amor, casi devoción, brilla en todo su esplendor.
Un placer de lectura, Carmen.
Un afectuoso abrazo.

Gracias por la lectura y las palabras.
Un abrazo, Ramón

Josefa A. Sánchez escribió:Sensibilidad y entrega en palabras hermosas. Me ha gustado.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Pepa, me alegran tus palabras
Un abrazo

Hermoso trabajo de Carmen.

Hay versos preciosos Carmen, en realidad, todo el poema lo es.
Un fuerte abrazo.
J. Manuel