Editorial Alaire

Nada hay en los silencios del viento,
ni siquiera más allá de ti,
en esa soledad de que se invernan los caminos,
sino el monótono itinerario de las horas.
Nada hay que adivinar
cuando la lluvia enfría la mirada
de un sol aún herido por el sueño.
Ahora solo el mar permanece
en la cercanía del crepúsculo,
al reflejarse en sus aguas
las ácronas edades de su cielo.
Nada hallo que rememorar
que no dejara el viento
que trasnochara en mi ventana;
tan solo mis pasos
como doliente memoria de tu ausencia.

Ramón, has transmitido muy bien, a través de tus versos, el vacío que uno siente cuando termina una relación o falta la persona que llenaba nuestros días.
Es un poema muy bien construido.Me quedó en los ojos el movimiento del mar reflejando los últimos rayos de la melancolía, cuando sentados en la roca de la vida, sin pensar en nada, nos queda la opción de superar el duelo a través del sentimiento y la extinción del apego.

Un cordial saludo.

Armilo Brotón escribió:Ramón, has transmitido muy bien, a través de tus versos, el vacío que uno siente cuando termina una relación o falta la persona que llenaba nuestros días.
Es un poema muy bien construido.Me quedó en los ojos el movimiento del mar reflejando los últimos rayos de la melancolía, cuando sentados en la roca de la vida, sin pensar en nada, nos queda la opción de superar el duelo a través del sentimiento y la extinción del apego.

Un cordial saludo.

Muchas gracias, Armilo, aprecio inmensamente tu comentario.

Un abrazo.

Te acuerdas del sentir y la nostalgia hace de las suyas templando la memoria.

un abrazo

Me ha encantado, Ramón. Una soledad hiriente y nada compasiva se adueña de los sentidos y la razón.

Enhorabuena y un abrazo de los grandes hasta ti.

Guillermo Cuesta escribió:Te acuerdas del sentir y la nostalgia hace de las suyas templando la memoria.

un abrazo

Muchas gracias, Guillermo, por siempre dejarme tu atento comentario a mis letras.

Un fuerte abrazo.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Me ha encantado, Ramón. Una soledad hiriente y nada compasiva se adueña de los sentidos y la razón.

Enhorabuena y un abrazo de los grandes hasta ti.

Muy agradecido, Hallie, por contar con tu paso por mis letras. Celebro que éstas hayan sido de tu agrado.

Recibo tu abrazo y te mando el mío con todo el afecto.

Arriba con este poema poco conocido de Ramón Castro.

Me alegro del rescate. Un hermoso poema donde asoma el sentimiento de soledad. Un placer leerte.
Abrazos

Yo también celebro el rescate de este poema donde la nostalgia es evidente y la tristeza un sorbo amargo.
Muy bien transmitidos estos sentimientos, Ramón.

Un fuerte abrazo.