........
Publicado: Dom, 21 Ago 2016 13:51
.......
Foro poético-literario, revista y tienda de libros de la Editorial Alaire. Poemas de todo tipo, relatos cortos, ensayos. Debates, discusiones y todo tipo de estudios sobre temas relacionados con el ámbito literario. Convocatorias de concursos de poesía.
https://foro.editorialalaire.es/
Sabes que este poema es totalmente impostado, quise ponerme la misma piel del machismo. Esos ismos cierran la razón. Sí, creo que es una poesía social y actual con tanta superficialidad suelta.Armilo Brotón escribió:No puedo más que decirte: Ana, gracias por este importante poema. Poesía social inquisitiva y de contacto. Herramienta lírica muy hermosa, fragmentado la ineptitud de algunos hombres que no sabemos más que de animalidad irracional. Yo me considero uno de ellos y cuando leo estos poemas, trabajados desde el sentimiento y el respeto, me da vergüenza alguna de mis posturas.
Yo me considero un animal con ganas de tocar las tetas, las nalgas a una mujer hermosa. Pero ello no va en detrimento de la evolución cultural que significa estar junto a ella. Para esto hace falta apreciar otras cosas mucho más perdurables en el tiempo.
Este relación hombre/mujer debe ser amable desde la verdad, no desde la hipocresía social heredada. Debe ser una relación en que no sintamos bien ambas partes: es tan hermosos sentir al otro desde su verdad, libertad, expresión de sus cualidades.
Bueno, que estoy de acuerdo con tus conceptos y me encanta este poema.
Precioso el tema y muy acorde con tus versos.
Un besazo Ana. Y estamos muchos hombres de acuerdo con este pensamiento que dejas en tus versos.
Grande mi amor.
Genial que hayas visto esa ironía. Algunos machos extienden sus plumas como los pavos reales, jajaja y me rio a mansalva. Qué buenos momentos me deparan sus tonterías. Y algunas hembras también, eh.xaime oroza carballo escribió:Gran ironía destilan tus versos hacia toda la estadística unificativa que nos va encuadrando, fagocitándonos, y por la que, incomprensiblemente, estamos dispuestos a llegar a las manos como buenos, hermosos machos.
Gracias por compartir.
un abrazo
Óscar Distéfano escribió:El poema es una cosa; el tema, otro. La voz poética tiene la libertad de asumir cualquier papel, cualquier postura; puede defender, inclusive, el derecho a hacer la guerra de sexos, de buscar invertir la situación milenaria de la excepcionalidad del macho frente a la hembra. Todo puede hacerlo; pero, lo que no logrará nunca es ser un igual, ser "hombre", ser "macho", ser el que penetra, el que sacude, el que aporta sin responsabilidad su parte para la perpetuación de la especie, el que no sufre dolores de parto, etc, etc. En consecuencia, y hablando de personas bien educadas, tanto intelectual como afectivamente, la mujer que persiste en la cacareada igualdad de género (y lucha por ello), sólo logrará perder su femineidad y ganar un desagradable histerismo. De mi parte, jamás aceptaré la igualdad de género. Pienso que se trata de una grandísima hipocresía. Las mujeres pueden fingir un orgasmo; el hombre no puede hacerlo: he aquí la gran diferencia. Lo siento, es lo que pienso.
Por otra parte, el poema está bien pensado y trabajado. Se lee con agradable claridad. Sólo me molestó al oído el "queísmo de la última estrofa.
Estoy siendo tanto que
creo que me disperso
es que soy infinita.
Un abrazo de fraternidad.
Óscar
En el poema hay un espejo. La protagonista es tan machista como algunos ejemplos (masculinos) que pululan por ahí. He tocado rasgos superficiales. No hace falta conocer tanto.J. J. M. Ferreiro escribió:Un poema con mucho ingenio y originalidad; con la matemáticas bailando los versos, desafiando a los números y a sus hombres, por alguien que parece conocerlos muy bien.
Todo un placer de lectura, amiga Tigana.
Un bico.
Ya ves, Ana, es una lástima que tan solo se espere de nosotras: virtud o poemas insulsos de amor. Pues conmigo no puede ser, primero porque no me salen y segundo porque me aburren totalmente.Ana Muela Sopeña escribió:Hola, Tigana:
Me encanta la ironía de tu poema, su frescura, sus versos desenvueltos y desenfadados.
El tema es interesante ya que parece que las mujeres sólo podemos reflejar en nuestras letras la "virtud" y lo ejemplar y dejar para los hombres el reflejo del mundo como un todo: la luz y la sombra.
Los temas que has tratado me han resultado familiares: bingo, coleccionismo de hombres...
Todo tratado de un modo genial y muy interesante. Acabo de leer que el tema es una impostura...
Sin embargo está muy bien planteado y desarrollado.
Me ha gustado mucho disfrutar de tus letras.
Enhorabuena
Un beso
Ana
Guillermo Cuesta escribió:Se te no ta a la legua que tú eres, que fuiste y que serás la reina de unos florales juegos que se animan al encontrar te tan dispuesta
a ser. La fuerza de los números la tienes en tus adentros y no dejas de contar porque aun queda algo de suerte en el alero.
Entre la guerra y el amor hay un remedio y es tratar de encontrar la paz.
un abrazo
Parafreseando la doctrina social de don Óscar para despedirme diría ( y aquí no hay contradicción semántica/lógica):Óscar Distéfano escribió: La voz poética tiene la libertad de buscar invertir la situación milenaria de la excepcionalidad del macho frente a la hembra.
¿Sólo la voz poética? ¿El derecho social, la defensa razonada, el ensayo sustentado, la filosofía no?
No entiendo esta frase pues me parece contradictoria: excepcionalidad= cualidad de excepcional= Que se aparta de lo ordinario, o que ocurre rara vez.
Todos sabemos que la diferenciación sexual es norma en la naturaleza. Sin considerar especies muy alejadas filogenéticamente como los vegetales, en los que también existe dimorfismo sexual, hay pocos animales que se reproduzcan sin interacción de sexo. La inmensa mayoría dividen su función reproductora en macho y hembra. Por lo tanto no hay excepcionalidad a no ser que alguien se considere una bacteria, virus, ameba u algún que otro organismo hermafrodita, misógino u asexuado, que también los hay, y actúe acorde a ello.
Sería al contrario más bien: invertir la situación milenaria de dominio del hombre sobre la mujer.
Todo puede hacerlo; pero, lo que no logrará nunca es ser un igual...
Un enunciado ilógicamente mal construido: Si todo puede hacerlo, como Dios, todo puede lograrlo.
Pero ciñéndome, no a la palabra, sino al espíritu de lo que pienso se quiso decir matizo: es una verdad de perogrullo: nadie puede ser igual al otro. Por estricta combinación genética existe una posibilidad remotísima de ello. Ni los gemelos son iguales por una clara diferenciación fenotípica y cultural.
Todo huele a ese tufillo que desprenden las posiciones totalitarias: nadie es como yo, por lo tanto es inferior y debe ser dominado. Así pensaba el esclavista para justificar su salvajismo. También algo así pensaba Hitler para justificar su barbarismo.
Sin embargo, aquí, en este poema, en ningún momento plantea el yo poético ser nada más que lo que es: el espejo de una realidad social. Una denuncia a lo sumo.
ser "hombre", ser "macho", ser el que penetra, el que sacude...
Aquí hay una clara identificación del hombre con su carácter guerrero, espada/falo, de conquista violenta del territorio ajeno. Precisamente esta cualidad de fuerza es en la que ha sustentado su dominio. Nunca la inteligencia, sólo el carácter más absolutamente animal. Si se pretende defender esta posición como determinante del hombre veo excelente la justificación.
Pero estoy seguro de que me equivoqué en la interpretación y que el verbo "sacudir" sólo refiere al acto generoso de desprendimiento, mediante un golpe de muñeca, de la ultima gota que queda, remisa y obcecada, después de una placentera micción y entonces, mi afirmación, sólo es pura retórica.
el que aporta sin responsabilidad su parte para la perpetuación de la especie,
Esto es una afirmación gratuita, sin fundamento y totalmente fuera de lugar. Yo como padre, y muchos otros, no podemos sentirnos identificados con ella cuando luchamos día a día para que nuestros hijos e hijas crezcan felices. Creo que es un razonamiento pasional a posteriori, juicio que solo tiene una validez contingente, está hecho después de visionar el capítulo correspondiente al rey de la selva, El león y sus cachorros, en los documentales de National Geographic. Fantásticos y recomendables por cierto.
En consecuencia, y hablando de personas bien educadas, tanto intelectual como afectivamente, la mujer que persiste en la cacareada igualdad de género (y lucha por ello), sólo logrará perder su femineidad y ganar un desagradable histerismo
Si estar educado intelectualmente significa discriminación sexista y por tanto ser hombre. Si estar educado afectivamente significa propugnar la iguald de género o sea: hombres y las mujeres deben recibir los mismos beneficios, tener las mismas obligaciones y ser tratados con el mismo respeto -¡ojo! no es tener el mismo órgano sexual, no seamos infantiles ni manipulemos -debo ser muy femenino y con mucho orgullo.
El verbo cacarear tiene referencias onomatopéticas, como corresponde al ejercicio de un poeta que domina las figuras retóricas de significado, a las gallinas. Y de inmediato nos viene a la mente el gallo como dueño y señor del gallinero y lucha por ello.
De mi parte, jamás aceptaré la igualdad de género. Pienso que se trata de una grandísima hipocresía.
No veo ninguna hipocresía en el hecho de que un grupo de personas defiendan sus derechos en una sociedad plural en la que la ética y la cultura determinan las relaciones humanas. Pienso, más bien, que posturas francamente violentas frente al ser, se trate de hombre o mujer, tienen su origen en lo que hoy se conoce como ADS -anomalías de la diferenciación sexual-, más concretamente una congestión ovotesticular en las etapas primeras del desarrollo fetal.
Las mujeres pueden fingir un orgasmo; el hombre no puede hacerlo: he aquí la gran diferencia.
¡Bendito sea Dios Todopoderoso, que nos permite gozar de estas perlas ahítas de sabiduría! Amén. ¡Viva Santiago y cierra España! Esto sí es una sorpresa. Y luego me llama a mí, mi chica, "macho al borde el imperio" o algo así que nunca sé que significa.
Esta es la frase más jugosa, en el sentido literal de la palabra, de todo el conjunto de afirmaciones hasta aquí vertidas.
Según la célebre sexóloga Ericmunda Freien en su famosa obra "La mujer puede gritar pero no mojarse". Rara vez el macho es capaz de distinguir cuando una mujer está gozando o sólo disimula, empeñado fervorosamente en el grito de ella y llegar lo más presto a venturoso placer
Armilo Brotón escribió:Con el debido respeto a la autora del poema y a su obra que es lo importante en esta entrada, me gustaría matizar algunas cosas que me parecen importantes a raíz de los sesudos comentarios del compañero Óscar.
Cuando leí este poema sabía que se podría suscitar un debate interesante.
En negrita el texto de don Óscar, debajo mi respuesta.
Parafreseando la doctrina social de don Óscar para despedirme diría ( y aquí no hay contradicción semántica/lógica):Óscar Distéfano escribió: La voz poética tiene la libertad de buscar invertir la situación milenaria de la excepcionalidad del macho frente a la hembra.
¿Sólo la voz poética? ¿El derecho social, la defensa razonada, el ensayo sustentado, la filosofía no?
No entiendo esta frase pues me parece contradictoria: excepcionalidad= cualidad de excepcional= Que se aparta de lo ordinario, o que ocurre rara vez.
Todos sabemos que la diferenciación sexual es norma en la naturaleza. Sin considerar especies muy alejadas filogenéticamente como los vegetales, en los que también existe dimorfismo sexual, hay pocos animales que se reproduzcan sin interacción de sexo. La inmensa mayoría dividen su función reproductora en macho y hembra. Por lo tanto no hay excepcionalidad a no ser que alguien se considere una bacteria, virus, ameba u algún que otro organismo hermafrodita, misógino u asexuado, que también los hay, y actúe acorde a ello.
Sería al contrario más bien: invertir la situación milenaria de dominio del hombre sobre la mujer.
Todo puede hacerlo; pero, lo que no logrará nunca es ser un igual...
Un enunciado ilógicamente mal construido: Si todo puede hacerlo, como Dios, todo puede lograrlo.
Pero ciñéndome, no a la palabra, sino al espíritu de lo que pienso se quiso decir matizo: es una verdad de perogrullo: nadie puede ser igual al otro. Por estricta combinación genética existe una posibilidad remotísima de ello. Ni los gemelos son iguales por una clara diferenciación fenotípica y cultural.
Todo huele a ese tufillo que desprenden las posiciones totalitarias: nadie es como yo, por lo tanto es inferior y debe ser dominado. Así pensaba el esclavista para justificar su salvajismo. También algo así pensaba Hitler para justificar su barbarismo.
Sin embargo, aquí, en este poema, en ningún momento plantea el yo poético ser nada más que lo que es: el espejo de una realidad social. Una denuncia a lo sumo.
ser "hombre", ser "macho", ser el que penetra, el que sacude...
Aquí hay una clara identificación del hombre con su carácter guerrero, espada/falo, de conquista violenta del territorio ajeno. Precisamente esta cualidad de fuerza es en la que ha sustentado su dominio. Nunca la inteligencia, sólo el carácter más absolutamente animal. Si se pretende defender esta posición como determinante del hombre veo excelente la justificación.
Pero estoy seguro de que me equivoqué en la interpretación y que el verbo "sacudir" sólo refiere al acto generoso de desprendimiento, mediante un golpe de muñeca, de la ultima gota que queda, remisa y obcecada, después de una placentera micción y entonces, mi afirmación, sólo es pura retórica.
el que aporta sin responsabilidad su parte para la perpetuación de la especie,
Esto es una afirmación gratuita, sin fundamento y totalmente fuera de lugar. Yo como padre, y muchos otros, no podemos sentirnos identificados con ella cuando luchamos día a día para que nuestros hijos e hijas crezcan felices. Creo que es un razonamiento pasional a posteriori, juicio que solo tiene una validez contingente, está hecho después de visionar el capítulo correspondiente al rey de la selva, El león y sus cachorros, en los documentales de National Geographic. Fantásticos y recomendables por cierto.
En consecuencia, y hablando de personas bien educadas, tanto intelectual como afectivamente, la mujer que persiste en la cacareada igualdad de género (y lucha por ello), sólo logrará perder su femineidad y ganar un desagradable histerismo
Si estar educado intelectualmente significa discriminación sexista y por tanto ser hombre. Si estar educado afectivamente significa propugnar la iguald de género o sea: hombres y las mujeres deben recibir los mismos beneficios, tener las mismas obligaciones y ser tratados con el mismo respeto -¡ojo! no es tener el mismo órgano sexual, no seamos infantiles ni manipulemos -debo ser muy femenino y con mucho orgullo.
El verbo cacarear tiene referencias onomatopéticas, como corresponde al ejercicio de un poeta que domina las figuras retóricas de significado, a las gallinas. Y de inmediato nos viene a la mente el gallo como dueño y señor del gallinero y lucha por ello.
De mi parte, jamás aceptaré la igualdad de género. Pienso que se trata de una grandísima hipocresía.
No veo ninguna hipocresía en el hecho de que un grupo de personas defiendan sus derechos en una sociedad plural en la que la ética y la cultura determinan las relaciones humanas. Pienso, más bien, que posturas francamente violentas frente al ser, se trate de hombre o mujer, tienen su origen en lo que hoy se conoce como ADS -anomalías de la diferenciación sexual-, más concretamente una congestión ovotesticular en las etapas primeras del desarrollo fetal.
Las mujeres pueden fingir un orgasmo; el hombre no puede hacerlo: he aquí la gran diferencia.
¡Bendito sea Dios Todopoderoso, que nos permite gozar de estas perlas ahítas de sabiduría! Amén. ¡Viva Santiago y cierra España! Esto sí es una sorpresa. Y luego me llama a mí, mi chica, "macho al borde el imperio" o algo así que nunca sé que significa.
Esta es la frase más jugosa, en el sentido literal de la palabra, de todo el conjunto de afirmaciones hasta aquí vertidas.
Según la célebre sexóloga Ericmunda Freien en su famosa obra "La mujer puede gritar pero no mojarse". Rara vez el macho es capaz de distinguir cuando una mujer está gozando o sólo disimula, empeñado fervorosamente en el grito de ella y llegar lo más presto a venturoso placer
Todo se puede pensar, todo se puede creer para defender la poltrona, para justificar el miedo frente a una fuerza incontenible que es la vida: la convergencia hacia la igualdad a través del respeto y la libertad.
Con todos mis respetos.
Un saludo a todos los que han aportado su pensamiento a esta hermosa entrada.
Y un besazo para ti, Ana. Una mujer luchadora que me sirve de espejo para ver mis cacas. Una poeta de la que aprendo sensibilidad y firmamento.