Editorial Alaire

Me cuesta
mirarme ante un espejo,
sabiéndome el reflejo
vivo de tu semblanza;
el niño aquel
que a ciegas te seguía,
aquel que vio la vida por tus ojos
e hizo juicio de la suya
y de la ajena
por esos ojos tuyos
que eran limpios y eran,
ejemplo impoluto
en mi carrera.
Me cuesta
mirarme ante un espejo,
ahora que me siento casi mío
y ver a aquellos ojos
que eran guías,
perderse en el engaño
de otros ojos.
Me cuesta
mirarme ante un espejo
y verme a mí,
cual me formaste,
y ver la estafa
que vendiste .
Pero cuesta más
mirarme ante un espejo
y verme con aquellos
ojos tuyos
que veían a un pelele
de hilos sueltos,
esperando
que tú
lo controlaras.

Qué transmisor el todo que logras; muy pulcro, Yosvani.

Aplausos y felicidad.

Hay veces en que uno para reconocerse a sí mismo lo hace primero en los demás. Muy buen poema, que me ha encantado.

Abrazos.

Una identidad que se forja en el otro y es, desde el otro quizás, para volver a ser uno mismo.
Interesante esta propuesta amigo, muy elaborada en sus giros.
Abrazos

Magnífico poema, amiga Yosvani. Estas visiones, estos reflejos del aprendizaje, del desengaño, de la culpa,,, estos reflejos tan humanos.

Un abrazo.

Has hecho una introspección sobre tu vida y ha salido un estupendo poema. Me gustó leerte
Besos
Pilar

Enorme homenaje al maestro que sólo desea, como fin último, que sus pájaros vuelen libres más allá de los espejos, aunque a veces se nos antoje una estafa. Hermoso el poema. Gracias
Un abrazo

A mi me cuesta menos pues estoy acostumbrado al impedimento. Ahora toca que el aplauso te llego desde dentro dele espejo.
Bien manejado el poema, con ritmo y elegancia saliste radiante del esfuerzo.

un abrazo

Gracias a todos por esas lecturas, es un poema muy personal.

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