Editorial Alaire

Por no saber que soy extraño en mi casaca
he conseguido hacer de mi casaca un sayo.
De irreverente alguien me acusa. Alguien
quiso que su resolución
le diera alternativa a mi discernimiento.
Alguien supuso bien,
que el engranaje acopla con su similitud
lo que le exige plan ninguno
con requisito manifiesto
para recompensarse.
Volver a las andadas
es pecado exento de perdón y de solvencia.
Mirar al infinito
comparte decisión y pauta nueva. Tantas veces
como al talento fiel le sirva
a la consternación para disimular su lejanía
la extrañeza se hiciera novedad
al mismo tiempo que la mar con su frescura diera
en la resignación de estar presente
aquí y ahora
con orden o razón, o bien sin ambas.

Hermoso poema y exquisita la reflexión argumental.
Cordialmente

Guillermo Cuesta escribió:Por no saber que soy extraño en mi casaca
he conseguido hacer de mi casaca un sayo.
De irreverente alguien me acusa. Alguien
quiso que su resolución
le diera alternativa a mi discernimiento.
Alguien supuso bien,
que el engranaje acopla con su similitud
lo que le exige plan ninguno
con requisito manifiesto
para recompensarse.
Volver a las andadas
es pecado exento de perdón y de solvencia.
Mirar al infinito
comparte decisión y pauta nueva. Tantas veces
como al talento fiel le sirva
a la consternación para disimular su lejanía
la extrañeza se hiciera novedad
al mismo tiempo que la mar con su frescura diera
en la resignación de estar presente
aquí y ahora
con orden o razón, o bien sin ambas.

Guillermo , me encanta tu poema.
Gracias por compartir. Un abrazo.-

Cautivador mensaje, para seguir a pie de letra..." con orden o razón, o bien sin ambas". Siempre un placer la lectura de tus poemas.
Un abrazo

Guillermo Cuesta escribió:Por no saber que soy extraño en mi casaca
he conseguido hacer de mi casaca un sayo.
De irreverente alguien me acusa. Alguien
quiso que su resolución
le diera alternativa a mi discernimiento.
Alguien supuso bien,
que el engranaje acopla con su similitud
lo que le exige plan ninguno
con requisito manifiesto
para recompensarse.
Volver a las andadas
es pecado exento de perdón y de solvencia.
Mirar al infinito
comparte decisión y pauta nueva. Tantas veces
como al talento fiel le sirva
a la consternación para disimular su lejanía
la extrañeza se hiciera novedad
al mismo tiempo que la mar con su frescura diera
en la resignación de estar presente
aquí y ahora
con orden o razón, o bien sin ambas.

A veces conviene deshacerse del orden y de la razón, desabrocharse la casa y guiarse del sayo de la intuición. Un poema con una reflexión de altos vuelos. Me ha encantado leer tu poema.
Un abrazo.

Tus poemas tienen ese sello de razón y reflexión que los hace releer para absorber su sentido. Un placer
Besos
Pilar

Marimar González escribió:

Código: Seleccionar todo

Mirar al infinito 
comparte decisión y pauta nueva. Tantas veces
como al talento fiel le sirva
a la consternación para disimular su lejanía
la extrañeza se hiciera novedad 
al mismo tiempo que la mar con su frescura diera
en la resignación de estar presente
aquí y ahora 
con orden o razón, o bien sin ambas."

Hermoso poema y exquisita la reflexión argumental.
Cordialmente

Gracias, Marimar, por la amabilidad de tu visita y comentario

un abrazo

Todos somo extraños a nuetro propios ojos y a los de otros y eso es lo bueno. Me gusta que leerte me haga pensar.
Un abrazo.
Pepa

Originalidad y lucidez en este inspirado poema. Un abrazo.

Mirta Elena Tessio escribió:

Guillermo Cuesta escribió:Por no saber que soy extraño en mi casaca
he conseguido hacer de mi casaca un sayo.
De irreverente alguien me acusa. Alguien
quiso que su resolución
le diera alternativa a mi discernimiento.
Alguien supuso bien,
que el engranaje acopla con su similitud
lo que le exige plan ninguno
con requisito manifiesto
para recompensarse.
Volver a las andadas
es pecado exento de perdón y de solvencia.
Mirar al infinito
comparte decisión y pauta nueva. Tantas veces
como al talento fiel le sirva
a la consternación para disimular su lejanía
la extrañeza se hiciera novedad
al mismo tiempo que la mar con su frescura diera
en la resignación de estar presente
aquí y ahora
con orden o razón, o bien sin ambas.

Guillermo , me encanta tu poema.
Gracias por compartir. Un abrazo.-

Gracias, Mirta. Me encantó tu paso y tu compañia

un abrazo

Bello e interesante trabajo de Guillermo.

xaime oroza carballo escribió:Cautivador mensaje, para seguir a pie de letra..." con orden o razón, o bien sin ambas". Siempre un placer la lectura de tus poemas.
Un abrazo

Sr oroza, me alegró tu visita a pie de letra. Gracais por venir.

un abrazo

Prácticamente, llevas a cabo un análisis del viejo problema que se da en la creación poética: la libertad. Y lo haces de un modo que mantiene su magia poética. Es un agradable momento concentrarse en las posibilidades semánticas de tu trabajo.

Un abrazo fraterno, amigo.
Óscar

Ramón Castro Méndez escribió:

Guillermo Cuesta escribió:Por no saber que soy extraño en mi casaca
he conseguido hacer de mi casaca un sayo.
De irreverente alguien me acusa. Alguien
quiso que su resolución
le diera alternativa a mi discernimiento.
Alguien supuso bien,
que el engranaje acopla con su similitud
lo que le exige plan ninguno
con requisito manifiesto
para recompensarse.
Volver a las andadas
es pecado exento de perdón y de solvencia.
Mirar al infinito
comparte decisión y pauta nueva. Tantas veces
como al talento fiel le sirva
a la consternación para disimular su lejanía
la extrañeza se hiciera novedad
al mismo tiempo que la mar con su frescura diera
en la resignación de estar presente
aquí y ahora
con orden o razón, o bien sin ambas.

A veces conviene deshacerse del orden y de la razón, desabrocharse la casa y guiarse del sayo de la intuición. Un poema con una reflexión de altos vuelos. Me ha encantado leer tu poema.
Un abrazo.

Gracias por la comprensión del contenido y por tu amable visita. Me alegra que te haya gustado.

un abrazo

Pilar Morte escribió:Tus poemas tienen ese sello de razón y reflexión que los hace releer para absorber su sentido. Un placer
Besos
Pilar

Gracais, Pilar, me satisface y honra el comentario que me dedicas en relación con el poema.

un abrazo