Editorial Alaire

Mi boca no encuentra las palabras,
aquéllas que llegaron a arder
sobre mi piel como una herida,
esas mismas que callé y nunca te dije
y que en mis labios
llegaron a pudrirse de maduras.
Palabras que para siempre
se perdieron en el abismo del silencio
empujadas por el miedo,
y sobre las que ahora arroja tierra la vergüenza.
Palabras envueltas en nubes de pesar,
que hacen que nada tenga nombre,
que nada pueda llamarse,
que nada pueda adivinarse,
que nada pueda recordarse
en su yerma vida inanimada.
Palabras que, como un nombre,
te harían más cercana,
que callé y me maldije por hacerlo,
engañándome al tomar al silencio por aliado;
un silencio que se oculta tras el tiempo,
un tiempo que me acusa de cobarde
y se niega a lamerme las heridas.

Dos arrepentimientos contrapuestos ofrece la palabra. La mal dicha que busca su silencio y la callada que ofrece su respuesta.
Eso ocurre porque no somos perfectos, más bien lo contrario. Aunque siempre tenemos un resorte para volver a errar y a equivocarnos.

¿La osadia se acobarda y la cobardía osa?

¡Quién sabe!

un abrazo

Palabras no dichas que llegan a enquistarse y agudizan la herida.

Muy hermoso poema, Ramón. Me ha encantado.

Un abrazo.

Me gusta el poema, le da nombre a tu estilo, nostálgico y melancólico.
Un placer leerte, Ramón.
Abrazo

Encantado de leer tu valiente confesión pública.
Un abrazo, Ramón

Hermoso poema, Ramón. Me gustó de verdad, amigo. Un abrazo.

Guillermo Cuesta escribió:Dos arrepentimientos contrapuestos ofrece la palabra. La mal dicha que busca su silencio y la callada que ofrece su respuesta.
Eso ocurre porque no somos perfectos, más bien lo contrario. Aunque siempre tenemos un resorte para volver a errar y a equivocarnos.

¿La osadia se acobarda y la cobardía osa?

¡Quién sabe!

un abrazo

Muchas gracias, Guillermo, por tu paso y apreciado comentario.
un abrazo.

Rosa Marzal escribió:Palabras no dichas que llegan a enquistarse y agudizan la herida.

Muy hermoso poema, Ramón. Me ha encantado.

Un abrazo.

Muy agradecido, Rosa. Celebro que te hayan gustado mis letras.
Un abrazo.

Carmen Pla escribió:Me gusta el poema, le da nombre a tu estilo, nostálgico y melancólico.
Un placer leerte, Ramón.
Abrazo

Muchas gracias, Carmen, un placer contar con tu presencia en mis letras.
Un afectuoso abrazo.

xaime oroza carballo escribió:Encantado de leer tu valiente confesión pública.
Un abrazo, Ramón

Muchas gracias, Xaime, por tu paso y atento comentario
Un abrazo

Luis Muñiz M. escribió:Hermoso poema, Ramón. Me gustó de verdad, amigo. Un abrazo.

Muy agradecido, Luis, por dejarme tu apreciado comentario. Me alegra que te hayan gustado mis letras.
Un abrazo.

Hermoso trabajo de Ramón.

Siempre bailando agarrado con "la excelencia", esta vez susurrándole al oído todo lo antes inconfesable, y que ahora en forma de poesía llega envuelto en la belleza.

Todo un placer de lectura, amigo Ramón.

Tu trabajo poético ya corre en el pelotón más adelantado de estos foros.

Un abrazo.

Rafel Calle escribió:Hermoso trabajo de Ramón.

Muy agradecido por tu paso y atento comentario, Rafel.
Un abrazo.

J. J. M. Ferreiro escribió:Siempre bailando agarrado con "la excelencia", esta vez susurrándole al oído todo lo antes inconfesable, y que ahora en forma de poesía llega envuelto en la belleza.

Todo un placer de lectura, amigo Ramón.

Tu trabajo poético ya corre en el pelotón más adelantado de estos foros.

Un abrazo.

Agradezcoche muito a tua xenerosidade, mais inda e cedo pa chegar a excelenza, teño que dir daprendiendo.

Un abrazo.