EJERCICIO NÚMERO NUEVE
Publicado: Lun, 11 Jul 2016 2:05
**
-I -
Doce veces doce
equivoqué el rumbo.
Navegué ríos que
solo existían en la cartografía
de mi piel (y era ajada).Obviamente,
embarranqué en tierra de Nadie.
He visto el cielo tapiado
a cal y canto
fúnebre y palomas con las alas
amputadas cruzando el desierto.
No penséis por ello que soy un descreído,
vedme más bien como un árbol
con la esperanza talada
Cierro los ojos: atrapo el recuerdo hiriente.
(Corolario de la primera
lección de tinieblas.)
-II-
A veces, me saludaba por las mañanas
el gorgojeo burlón
del pájaro de la felicidad.
Avanzaba un paso, extendía ansioso
las manos, remontaba él el vuelo.
Extraña danza macabra,
ritual de un sacrificio inane.
He aprendido de la crueldad
implícita de esta ornitología,
pero acudo presto a su presencia
con la determinación insana del suicida.
Cierro los ojos: estabulo lágrimas de metal.
(Corolario de la segunda
lección de tinieblas.)
-III-
Después, llegó un aire terral
como de barro en la boca,
se llevó las palabras que me definían
tendidas al sol,
y brotó este silencio de hombre amaestrado
(con el único riego de la soledad).
Hombre que lleva a cuestas
su pacotilla, tasada en tres atardeceres
de sangre y genciana
y una carta amarilla, pulcramente doblada.
Poca cosa más.
Cierro los ojos: mastico ceniza.
(Corolario de la tercera
lección de tinieblas.)
-IV-
Ya veis:
*nada /grave.
* NADA GRAVE. A. González 2008
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-I -
Doce veces doce
equivoqué el rumbo.
Navegué ríos que
solo existían en la cartografía
de mi piel (y era ajada).Obviamente,
embarranqué en tierra de Nadie.
He visto el cielo tapiado
a cal y canto
fúnebre y palomas con las alas
amputadas cruzando el desierto.
No penséis por ello que soy un descreído,
vedme más bien como un árbol
con la esperanza talada
Cierro los ojos: atrapo el recuerdo hiriente.
(Corolario de la primera
lección de tinieblas.)
-II-
A veces, me saludaba por las mañanas
el gorgojeo burlón
del pájaro de la felicidad.
Avanzaba un paso, extendía ansioso
las manos, remontaba él el vuelo.
Extraña danza macabra,
ritual de un sacrificio inane.
He aprendido de la crueldad
implícita de esta ornitología,
pero acudo presto a su presencia
con la determinación insana del suicida.
Cierro los ojos: estabulo lágrimas de metal.
(Corolario de la segunda
lección de tinieblas.)
-III-
Después, llegó un aire terral
como de barro en la boca,
se llevó las palabras que me definían
tendidas al sol,
y brotó este silencio de hombre amaestrado
(con el único riego de la soledad).
Hombre que lleva a cuestas
su pacotilla, tasada en tres atardeceres
de sangre y genciana
y una carta amarilla, pulcramente doblada.
Poca cosa más.
Cierro los ojos: mastico ceniza.
(Corolario de la tercera
lección de tinieblas.)
-IV-
Ya veis:
*nada /grave.
* NADA GRAVE. A. González 2008
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