Editorial Alaire

Son estos amaneceres febriles los que provocan desolación a mis días.


Frágiles recuerdos emanan de nuestros corazones dañados y es en ese instante, que la lanza del desamor persigue una siniestra ignorancia.
Nada ha quedado intacto. Ni tu bondad ni mi esperanza.


Hay sin embargo un crepitar en la sombra. Ese que nos recuerda la marcha de la vida, la longitud de los errores, la adversidad hecha cisma. La sospecha que insinúa nuestra partida en direcciones contrapuestas, a pesar de lo vivido en tierra extraña.


Son los momentos elegidos en el exilio sin un pedazo de ternura entre los dientes.


Son estos amaneceres febriles que me devuelven al ocaso encanecido, al terrible soplo del desengaño.


Son y no son instantes marcados por la ira y el destino, fuente de sinrazón y desidia.


Si algún día la tristeza abandona las ateridas vísceras de metal, puede que una nueva alborada colme la tierra prometida, vergel enamorado rebosante de azúcar y miel en las entrañas.


El estandarte a merced del viento, el salitre extendido en la dermis, y tú y yo unidos en un mismo caminar.

Bello, con un hondísimo calado, querida poeta. Vas desandando la idea con una precisión admirable. Es y no, son y no; tu sensibilidad alcanza estratósferas, Maria Pilar; una alegría enorme volver a leerte.

Felicitaciones sinceras y gracias por compartir tu obra.

Abrazos.

Qué mejor patria para cada cual que la suya propia. Aquí la diversidad metafórica crea un ambiente personal y ajeno
donde se trata del deterioro que a la fuerza ahorcan y que todo baluarte ayuda a devolver las credenciales.
Muy bien desarrollado el tema y el relato.

Un abrazo

Hallie Hernández Alfaro escribió:Bello, con un hondísimo calado, querida poeta. Vas desandando la idea con una precisión admirable. Es y no, son y no; tu sensibilidad alcanza estrátósferas, Maria Pilar; una alegría enorme volver a leerte.

Felicitaciones sinceras y gracias por compartir tu obra.

Abrazos.

Muchas gracias Hallie. Siempre es un placer regresar al hogar.

Un beso enorme.

Guillermo Cuesta escribió:Qué mejor patria para cada cual que la suya propia. Aquí la diversidad metafórica crea un ambiente personal y ajeno
donde se trata del deterioro que a la fuerza ahorcan y que todo baluarte ayuda a devolver las credenciales.
Muy bien desarrollado el tema y el relato.

Un abrazo

Muchas gracias Guillermo. Añoro vuestra compañía y vuestras atenciones.

Un abrazo.

María Pilar: El desamor y el dolor de la separación se expresan en esta prosa bella y profunda y también la nostalgia por esa ausencia no querida que cuesta aceptar como definitiva al proyectarse una tenue esperanza de reencuentro. Muy delicada y emotiva.
Marimar

Querida Maria Pilar, tu prosa se abre paso, va hincándose en la conciencia, se perfila, se extiende, se muestra clara en su complejidad, se hace proxima en esa sensibilidad que indaga, que rebusca, que imprime unas huellas que quisiera, quizás, no tender que andarlas, y se dirige, como una luz que busca su eco, hacia algo que es lo más parecido a la esperanza.
Muy bello leerte, que alegría tenerte aquí.
Besos

Marimar González escribió:María Pilar: El desamor y el dolor de la separación se expresan en esta prosa bella y profunda y también la nostalgia por esa ausencia no querida que cuesta aceptar como definitiva al proyectarse una tenue esperanza de reencuentro. Muy delicada y emotiva.
Marimar

Muchas gracias Marimar.

Recojo el calor de tus palabras y las hago mías.

Abrazos.

Ventura Morón escribió:Querida Maria Pilar, tu prosa se abre paso, va hincándose en la conciencia, se perfila, se extiende, se muestra clara en su complejidad, se hace proxima en esa sensibilidad que indaga, que rebusca, que imprime unas huellas que quisiera, quizás, no tender que andarlas, y se dirige, como una luz que busca su eco, hacia algo que es lo más parecido a la esperanza.
Muy bello leerte, que alegría tenerte aquí.
Besos

Muchas gracias Ventura.

Son vuestras palabras el aliento necesario para seguir respirando.

Abrazos.