La Farola
Publicado: Vie, 01 Jul 2016 17:12
¡La Farola! ¡La Farola!
¡Ha salido la Farola!
No acierto a comprender ¿quién coño era George Mathis?, de profesión editor, aunque me confirman que también fue inmigrante y que alguna vez también con su sudor vendió diarios. Tenía negocios -de lo mismo- en Francia, Italia, Canadá y España.
¿A quién trataba de iluminar con sus lecturas y contenidos?, robados, todos, de las páginas más cutres de internet. Aunque me dicen que se hizo de oro allí por los noventa, explotando el invento del Street news , aquí en las españas, con el sudor más negro y oscuro de muchos inmigrantes, en especial los nigerianos y con un ánimo desmedido de lucro.
Me cuentan que el sol salía siempre en sus cuentas bancarias sin necesidad de arrimarse a ninguna farola. Me explican que le bendicen en Nigeria, porque allí en las zonas musulmanas donde aún se lapidan adúlteras, también es vox populi que robar se paga amputando algún miembro, por eso los pobres negritos roban mucho menos que otros hermanos, y que a los nigerianos, más que a otros, pedir les avergüenza.
La limosna creaba vendedores con carnet para autorizar el sistema y de paso la cuota de acceso al mercadeo, nutría –más si cabe- los bolsillos del tal Mathis. ¡Para que digan que venderle a los pobres no crea nichos de negocio!
Yo he visto vender el mismo diario diez veces, porque aunque muchos lo compraban , nadie lo leía por tan deplorables contenidos, así que nadie se lo llevaba.
¿Tenéis curiosidad por saber lo de la bolsita de plástico en el que venía transportado el diario, esa que nunca te daban? Yo os lo resuelvo, tranquilos, era tan mala la calidad del papel, que era inviable el ser transportado y a los pobres negritos se les descuartizaba en las manos.
Fue aquí por mi tierra, que de eso tenemos mucha, reconocida y merecida fama, que la Generalitat quería también su cuota de teta del sudor de los negros y así que sin pensarlo dos veces, sin pensar en lo mucho que adelgaza el hambre a los pobres, y con tiro certero le tiró una pedrada y apagó La Farola.
¡Ha salido la Farola!
No acierto a comprender ¿quién coño era George Mathis?, de profesión editor, aunque me confirman que también fue inmigrante y que alguna vez también con su sudor vendió diarios. Tenía negocios -de lo mismo- en Francia, Italia, Canadá y España.
¿A quién trataba de iluminar con sus lecturas y contenidos?, robados, todos, de las páginas más cutres de internet. Aunque me dicen que se hizo de oro allí por los noventa, explotando el invento del Street news , aquí en las españas, con el sudor más negro y oscuro de muchos inmigrantes, en especial los nigerianos y con un ánimo desmedido de lucro.
Me cuentan que el sol salía siempre en sus cuentas bancarias sin necesidad de arrimarse a ninguna farola. Me explican que le bendicen en Nigeria, porque allí en las zonas musulmanas donde aún se lapidan adúlteras, también es vox populi que robar se paga amputando algún miembro, por eso los pobres negritos roban mucho menos que otros hermanos, y que a los nigerianos, más que a otros, pedir les avergüenza.
La limosna creaba vendedores con carnet para autorizar el sistema y de paso la cuota de acceso al mercadeo, nutría –más si cabe- los bolsillos del tal Mathis. ¡Para que digan que venderle a los pobres no crea nichos de negocio!
Yo he visto vender el mismo diario diez veces, porque aunque muchos lo compraban , nadie lo leía por tan deplorables contenidos, así que nadie se lo llevaba.
¿Tenéis curiosidad por saber lo de la bolsita de plástico en el que venía transportado el diario, esa que nunca te daban? Yo os lo resuelvo, tranquilos, era tan mala la calidad del papel, que era inviable el ser transportado y a los pobres negritos se les descuartizaba en las manos.
Fue aquí por mi tierra, que de eso tenemos mucha, reconocida y merecida fama, que la Generalitat quería también su cuota de teta del sudor de los negros y así que sin pensarlo dos veces, sin pensar en lo mucho que adelgaza el hambre a los pobres, y con tiro certero le tiró una pedrada y apagó La Farola.