Asesinato
Publicado: Jue, 30 Jun 2016 14:44
Le había matado, estaba segura de eso.
¿Y ahora qué? ¿qué debo hacer? Se le agolpaban las preguntas.
Después de sentir los nervios en el estómago, la punzada de un dolor creciendo en su vientre, un dolor extraño como un hueco, un boquete haciéndose más grande entre las tripas, tragándose a pasos agigantados todas las vísceras, le temblaba todo el cuerpo, las manos y las piernas parecían seguir un ritmo propio y desconcertado.
No podía pensar con claridad, encendió con avidez su cigarrillo buscando en vano una seguridad que no tenía, un apoyo al desconcierto que sentía.
Le había matado, le había matado....sonaba esa única canción en su cerebro, era un mantra, casi casi una oración, una súplica, una plegaria...
Pensó mientras el humo del tabaco iba anestesiando tanta emoción atormentada, no sentía culpa alguna, ningún remordimiento, le había matado después de estudiar premeditadamente cómo hacerlo. Pensó día tras día, elaborando un sistemático plan, que no dejase huellas.
En un principio había pensado hacerlo en la más absoluta nocturnidad, sin testigos. pero, eso no era suficiente para sus aspiraciones, deseaba hacerlo a plena luz del día, quería hacer partícipe de su intención a todo el mundo, deseaba que el mundo entero se enterase...no le encontraba ningún placer a matarlo a escondidas, tenía que saborear aquella muerte, bañarse en aquella sangre que tanto le había hecho sufrir, terminar con todo aquel dolor de una vez por todas.
Así que aquella mañana no se lo pensó dos veces....ahora estaba muerto, totalmente muerto.
Pensó que había sido muy sencillo, apenas unos segundos...casi le molesto que hubiese sido tan fácil, tan sencillo.
Por fin aquella soleada mañana de Junio, acumulo el valor suficiente para dispararle, apuntó directo al corazón y apretó con toda seguridad el gatillo del delete y lo borró de su Facebook.
¿Y ahora qué? ¿qué debo hacer? Se le agolpaban las preguntas.
Después de sentir los nervios en el estómago, la punzada de un dolor creciendo en su vientre, un dolor extraño como un hueco, un boquete haciéndose más grande entre las tripas, tragándose a pasos agigantados todas las vísceras, le temblaba todo el cuerpo, las manos y las piernas parecían seguir un ritmo propio y desconcertado.
No podía pensar con claridad, encendió con avidez su cigarrillo buscando en vano una seguridad que no tenía, un apoyo al desconcierto que sentía.
Le había matado, le había matado....sonaba esa única canción en su cerebro, era un mantra, casi casi una oración, una súplica, una plegaria...
Pensó mientras el humo del tabaco iba anestesiando tanta emoción atormentada, no sentía culpa alguna, ningún remordimiento, le había matado después de estudiar premeditadamente cómo hacerlo. Pensó día tras día, elaborando un sistemático plan, que no dejase huellas.
En un principio había pensado hacerlo en la más absoluta nocturnidad, sin testigos. pero, eso no era suficiente para sus aspiraciones, deseaba hacerlo a plena luz del día, quería hacer partícipe de su intención a todo el mundo, deseaba que el mundo entero se enterase...no le encontraba ningún placer a matarlo a escondidas, tenía que saborear aquella muerte, bañarse en aquella sangre que tanto le había hecho sufrir, terminar con todo aquel dolor de una vez por todas.
Así que aquella mañana no se lo pensó dos veces....ahora estaba muerto, totalmente muerto.
Pensó que había sido muy sencillo, apenas unos segundos...casi le molesto que hubiese sido tan fácil, tan sencillo.
Por fin aquella soleada mañana de Junio, acumulo el valor suficiente para dispararle, apuntó directo al corazón y apretó con toda seguridad el gatillo del delete y lo borró de su Facebook.