Re: A DESHORAS
Publicado: Lun, 06 Jun 2016 20:06
Intenso, triste... y muy real y emotivo, Ronald. Enhorabuena.
Salud.
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Impactante y de sabor amargo. Muy buen poema. Mi felicitación.Ronald Bonilla escribió:
Es tarde en cada músculo del viento,
en cada palabra sostenida,
en toda vértebra.
El tiempo se ha quedado sin reloj
definitivo
para una muerte tardía.
Es tarde en la camisa,
es tarde en a caída,
en esa extraña forma que tienes de mirarme.
Es tarde en el momento preciso,
en la hora indicada,
en la sonrisa.
Es tarde en cada nido,
a cada paso, en cualquier calle,
en cualquier circunstancia,
a cada imagen, con cada imagen.
Es tarde, en fin,
en toda vértebra.
Han llegado a deshora los caminos,
los silbos nocturnos,
las miradas incongruentes.
Han llegado a deshora los huesillos del reloj
definitivo,
aún sin hacer.
Es tarde en la manera de quedar dormidos,
es tarde, Dios mío, también para morir.
Y la corbata sin anudar al cuello, tardía.
Y la canción sin destemplar la voz, tardía.
Y el alargar los brazos para besar al aire,
tardío, inútil.
Y al postrar los labios en otros labios
no hemos llegado a tiempo,
no hemos llegado, no hemos llegado
siquiera.
Hemos llegado a deshora
al solemne desfile de la muerte,
y el traje negro, tardío,
y el llanto tardío, innecesario.
Hemos llegado tarde
en la manera de curvar la nostalgia
para llorar tu muerte.
De mi libro VIENTO ADENTRO
Colección Líneas grises, Círculo de Poetas Costarricenses, 1969
Pintura Jeremy Mann
Impactante y de sabor amargo. Muy buen poema. Mi felicitación.Ronald Bonilla escribió:
Es tarde en cada músculo del viento,
en cada palabra sostenida,
en toda vértebra.
El tiempo se ha quedado sin reloj
definitivo
para una muerte tardía.
Es tarde en la camisa,
es tarde en a caída,
en esa extraña forma que tienes de mirarme.
Es tarde en el momento preciso,
en la hora indicada,
en la sonrisa.
Es tarde en cada nido,
a cada paso, en cualquier calle,
en cualquier circunstancia,
a cada imagen, con cada imagen.
Es tarde, en fin,
en toda vértebra.
Han llegado a deshora los caminos,
los silbos nocturnos,
las miradas incongruentes.
Han llegado a deshora los huesillos del reloj
definitivo,
aún sin hacer.
Es tarde en la manera de quedar dormidos,
es tarde, Dios mío, también para morir.
Y la corbata sin anudar al cuello, tardía.
Y la canción sin destemplar la voz, tardía.
Y el alargar los brazos para besar al aire,
tardío, inútil.
Y al postrar los labios en otros labios
no hemos llegado a tiempo,
no hemos llegado, no hemos llegado
siquiera.
Hemos llegado a deshora
al solemne desfile de la muerte,
y el traje negro, tardío,
y el llanto tardío, innecesario.
Hemos llegado tarde
en la manera de curvar la nostalgia
para llorar tu muerte.
De mi libro VIENTO ADENTRO
Colección Líneas grises, Círculo de Poetas Costarricenses, 1969
Pintura Jeremy Mann
Ronald Bonilla escribió:
Es tarde en cada músculo del viento,
en cada palabra sostenida,
en toda vértebra.
El tiempo se ha quedado sin reloj
definitivo
para una muerte tardía.
Es tarde en la camisa,
es tarde en a caída,
en esa extraña forma que tienes de mirarme.
Es tarde en el momento preciso,
en la hora indicada,
en la sonrisa.
Es tarde en cada nido,
a cada paso, en cualquier calle,
en cualquier circunstancia,
a cada imagen, con cada imagen.
Es tarde, en fin,
en toda vértebra.
Han llegado a deshora los caminos,
los silbos nocturnos,
las miradas incongruentes.
Han llegado a deshora los huesillos del reloj
definitivo,
aún sin hacer.
Es tarde en la manera de quedar dormidos,
es tarde, Dios mío, también para morir.
Y la corbata sin anudar al cuello, tardía.
Y la canción sin destemplar la voz, tardía.
Y el alargar los brazos para besar al aire,
tardío, inútil.
Y al postrar los labios en otros labios
no hemos llegado a tiempo,
no hemos llegado, no hemos llegado
siquiera.
Hemos llegado a deshora
al solemne desfile de la muerte,
y el traje negro, tardío,
y el llanto tardío, innecesario.
Hemos llegado tarde
en la manera de curvar la nostalgia
para llorar tu muerte.
De mi libro VIENTO ADENTRO
Colección Líneas grises, Círculo de Poetas Costarricenses, 1969
Pintura Jeremy Mann