Querido diario:
Publicado: Sab, 14 Jun 2008 19:16
“Querido diario...”
-Vaya, otra de esas masturbaciones en la red.
“...dos puntos”
-El título ya es una mierda.
“Hoy fui a comprarme unos zapatos. Me levanté temprano, regué las plantas, puse una lavadora, etc.”
-etc. no debe ser más interesante que el resto de sus cojones de vida, tiene toda la pinta.
“Bajé a la calle y anduve un rato hasta que vi unos que me gustaron, unos de tela roja con los cordones blancos. Había cuadros colgados en la tienda, fotos, fotos de gente en situaciones extrañas...”
-Sí, debe ser uno de esos tipos raros que se fijan en todo, en todo lo que los demás no se fijan, uno de esos que hablan poco.
“Y había una foto, diferente. Una de una joven algo rellenita con un antifaz veneciano, vestida con un traje de ballet, tutú creo que se llaman. La foto estaba tomada en la azotea de un barrio viejo, y en los cordeles de la ropa había colgadas toallas y paños de cocina, ropa barata, bragas...”
-Lo sabía, ¿Quién se fija si en una foto hay colgadas bragas?
“Entonces salió la dependienta de la trastienda y dijo “Hola” y yo le dije “Hola” y le pedí un cuarenta y tres de esos zapatos, sí, los de la tela roja y los cordones blancos. Se metió de nuevo en la trastienda y cuando salió salió con mis zapatos. Está algo rellenita. Miro la foto. La miro a ella. Ella me mira a mí. “No soy yo”, me dice. Y yo le digo, “¿Y si lo fueras?”
-Ya la ha cagado. Seguro que la chica tiene complejo y el tipo va y...
“Porque si lo fueras-le digo-, no pasa nada. Es bonita. “No me gusta. No es bonita. Todo el mundo me pregunta si soy yo. Y no soy yo”, me dice. A mí me gusta, y si te fijas mejor, al fondo, el Sol se está poniendo entre las antenas de televisión. “Pues a mí me parece muy erótica”, le digo. La chica tiene los ojos azules. Como la chica de la foto. Le digo, que me parece muy erótica porque aunque a primera vista no se aprecia, a la chica de la foto se le transparentan dos enormes pezones debajo del vestido.”
-Que guarro...
“Marta no está de acuerdo. Se llama Marta. Dice que es un poco obscena, yo creo que en realidad no le gusta su cuerpo, y por eso no le gusta la foto, y...”
-Que listo. Si fuera listo escribiría El Quijote.
“...creo que no es feliz. “¿Eres feliz?” Suelo preguntar cosas como esas continuamente, por eso vivo solo. “Veintisiete con cincuenta”, me contesta. Mientras me pongo los zapatos allí mismo, le digo que esa foto, es diferente, que si te fijas bien a la chica se le ven los pezones, y que al fondo, se está poniendo el Sol. Le digo que a mí, me gusta, y que es especial; pero ella ya se ha metido en la trastienda y desde la trastienda, la veo sonreír. Luego, vuelvo a la calle con mis zapatos nuevos y me pierdo entre la gente...”
-¿Por qué coño leo estas cosas?
-Game over-
-Vaya, otra de esas masturbaciones en la red.
“...dos puntos”
-El título ya es una mierda.
“Hoy fui a comprarme unos zapatos. Me levanté temprano, regué las plantas, puse una lavadora, etc.”
-etc. no debe ser más interesante que el resto de sus cojones de vida, tiene toda la pinta.
“Bajé a la calle y anduve un rato hasta que vi unos que me gustaron, unos de tela roja con los cordones blancos. Había cuadros colgados en la tienda, fotos, fotos de gente en situaciones extrañas...”
-Sí, debe ser uno de esos tipos raros que se fijan en todo, en todo lo que los demás no se fijan, uno de esos que hablan poco.
“Y había una foto, diferente. Una de una joven algo rellenita con un antifaz veneciano, vestida con un traje de ballet, tutú creo que se llaman. La foto estaba tomada en la azotea de un barrio viejo, y en los cordeles de la ropa había colgadas toallas y paños de cocina, ropa barata, bragas...”
-Lo sabía, ¿Quién se fija si en una foto hay colgadas bragas?
“Entonces salió la dependienta de la trastienda y dijo “Hola” y yo le dije “Hola” y le pedí un cuarenta y tres de esos zapatos, sí, los de la tela roja y los cordones blancos. Se metió de nuevo en la trastienda y cuando salió salió con mis zapatos. Está algo rellenita. Miro la foto. La miro a ella. Ella me mira a mí. “No soy yo”, me dice. Y yo le digo, “¿Y si lo fueras?”
-Ya la ha cagado. Seguro que la chica tiene complejo y el tipo va y...
“Porque si lo fueras-le digo-, no pasa nada. Es bonita. “No me gusta. No es bonita. Todo el mundo me pregunta si soy yo. Y no soy yo”, me dice. A mí me gusta, y si te fijas mejor, al fondo, el Sol se está poniendo entre las antenas de televisión. “Pues a mí me parece muy erótica”, le digo. La chica tiene los ojos azules. Como la chica de la foto. Le digo, que me parece muy erótica porque aunque a primera vista no se aprecia, a la chica de la foto se le transparentan dos enormes pezones debajo del vestido.”
-Que guarro...
“Marta no está de acuerdo. Se llama Marta. Dice que es un poco obscena, yo creo que en realidad no le gusta su cuerpo, y por eso no le gusta la foto, y...”
-Que listo. Si fuera listo escribiría El Quijote.
“...creo que no es feliz. “¿Eres feliz?” Suelo preguntar cosas como esas continuamente, por eso vivo solo. “Veintisiete con cincuenta”, me contesta. Mientras me pongo los zapatos allí mismo, le digo que esa foto, es diferente, que si te fijas bien a la chica se le ven los pezones, y que al fondo, se está poniendo el Sol. Le digo que a mí, me gusta, y que es especial; pero ella ya se ha metido en la trastienda y desde la trastienda, la veo sonreír. Luego, vuelvo a la calle con mis zapatos nuevos y me pierdo entre la gente...”
-¿Por qué coño leo estas cosas?
-Game over-