Editorial Alaire

Es un mapa que solo yo comprendo,
el iris vio renacer soles y penumbras,
cánticos donde el color hería la pupila
o quizá le daba nombre.

No he contado esas preguntas
que en mi frente se agrietan como islas,
tampoco he sentido en mis labios
la humedad simple de la alquimia,
los ejes del amor, los círculos del sexo.

En mis cejas las montañas son recuerdos,
basalto y nieve, cumbres que el pensamiento visita
cuando la noche se calma.

En mi perfil no hay batallas,
solo la incertidumbre
como una llave que alguien robó
de mi suerte.

Si el espejo me mira
le digo que no soy yo.

Mi rostro es un delta donde los ríos fluyen,
una alcantarilla sin formas,
el delirio de la piel que se aja
como la esfera de un reloj que cae
sobre sí o sobre la herida
del único devenir que me precede.

Ramón Carballal escribió:Es un mapa que solo yo comprendo,
el iris vio renacer soles y penumbras,
cánticos donde el color hería la pupila
o quizá le daba nombre.

No he contado esas preguntas
que en mi frente se agrietan como islas,
tampoco he sentido en mis labios
la humedad simple de la alquimia,
los ejes del amor, los círculos del sexo.

En mis cejas las montañas son recuerdos,
basalto y nieve, cumbres que el pensamiento visita
cuando la noche se calma.

En mi perfil no hay batallas,
solo la incertidumbre
como una llave que alguien robó
de mi suerte.

Si el espejo me mira
le digo que no soy yo.

Mi rostro es un delta donde los ríos fluyen,
una alcantarilla sin formas,
el delirio de la piel que se aja
como la esfera de un reloj que cae
sobre sí o sobre la herida
del único devenir que me precede.

Soberbio poema, estimado compañero. No es sólo una definición certera, sino, además, un despliegue de metáforas de gran madurez y belleza. Diría que has tomado a la idea poética por las astas, y la has llevado al lugar del sagrado rito. Una profunda conceptualidad sobre el ser acompaña el marco lírico de la obra. Un trabajo que me ha emocionado. Felicidades, poeta.

Un abrazo grande.
Óscar

Ramón Carballal escribió:Es un mapa que solo yo comprendo,
el iris vio renacer soles y penumbras,
cánticos donde el color hería la pupila
o quizá le daba nombre.

No he contado esas preguntas
que en mi frente se agrietan como islas,
tampoco he sentido en mis labios
la humedad simple de la alquimia,
los ejes del amor, los círculos del sexo.

En mis cejas las montañas son recuerdos,
basalto y nieve, cumbres que el pensamiento visita
cuando la noche se calma.

En mi perfil no hay batallas,
solo la incertidumbre
como una llave que alguien robó
de mi suerte.

Si el espejo me mira
le digo que no soy yo.

Mi rostro es un delta donde los ríos fluyen,
una alcantarilla sin formas,
el delirio de la piel que se aja
como la esfera de un reloj que cae
sobre sí o sobre la herida
del único devenir que me precede.

Maravilloso poema, con una tremenda carga emotiva. Mi aplauso.

Saludos cordiales.

Magnífico poema. El autorretrato profundiza en paisaje intimo del alma. Siempre es un lujo venir a aprender de tus versos.
Un abrazo.
Pepa

Eres imparable en la creatividad de bellas imágenes poéticas.
Precioso!!!
Un abrazo, Ramón

Magnífico poema donde el rostro se mira en pasado y presente con imágenes llenas de lirismo y belleza. Felicidades.
Abrazos
Pilar

Claro, es Ramón.

Un placer como siempre venir a leerte. A mí me encanta, ya lo sabes.

Abrazos.

Óscar Distéfano escribió:

Ramón Carballal escribió:Es un mapa que solo yo comprendo,
el iris vio renacer soles y penumbras,
cánticos donde el color hería la pupila
o quizá le daba nombre.

No he contado esas preguntas
que en mi frente se agrietan como islas,
tampoco he sentido en mis labios
la humedad simple de la alquimia,
los ejes del amor, los círculos del sexo.

En mis cejas las montañas son recuerdos,
basalto y nieve, cumbres que el pensamiento visita
cuando la noche se calma.

En mi perfil no hay batallas,
solo la incertidumbre
como una llave que alguien robó
de mi suerte.

Si el espejo me mira
le digo que no soy yo.

Mi rostro es un delta donde los ríos fluyen,
una alcantarilla sin formas,
el delirio de la piel que se aja
como la esfera de un reloj que cae
sobre sí o sobre la herida
del único devenir que me precede.

Soberbio poema, estimado compañero. No es sólo una definición certera, sino, además, un despliegue de metáforas de gran madurez y belleza. Diría que has tomado a la idea poética por las astas, y la has llevado al lugar del sagrado rito. Una profunda conceptualidad sobre el ser acompaña el marco lírico de la obra. Un trabajo que me ha emocionado. Felicidades, poeta.

Un abrazo grande.
Óscar

Gracias, Óscar por el amable comentario. Un abrazo.

Maravilloso poema Ramón. Emociona esta mirada, esa manera de aprehender la belleza que vibra en tus palabras.
Mi enhorabuena, un privilegio pasar por tus cosas amigo
Abrazos

Ramón Carballal escribió:Es un mapa que solo yo comprendo,
el iris vio renacer soles y penumbras,
cánticos donde el color hería la pupila
o quizá le daba nombre.

No he contado esas preguntas
que en mi frente se agrietan como islas,
tampoco he sentido en mis labios
la humedad simple de la alquimia,
los ejes del amor, los círculos del sexo.

En mis cejas las montañas son recuerdos,
basalto y nieve, cumbres que el pensamiento visita
cuando la noche se calma.

En mi perfil no hay batallas,
solo la incertidumbre
como una llave que alguien robó
de mi suerte.

Si el espejo me mira
le digo que no soy yo.

Mi rostro es un delta donde los ríos fluyen,
una alcantarilla sin formas,
el delirio de la piel que se aja
como la esfera de un reloj que cae
sobre sí o sobre la herida
del único devenir que me precede.

Uno de lo autoretratos que mas me ha impactado. Un poema que trasmite manifestaciones de la vida y sus eventos mas alla de la palabra. Hermoso y substancial poema, Ramon. Un abrazo, ERA

Ramón Castro Méndez escribió:

Ramón Carballal escribió:Es un mapa que solo yo comprendo,
el iris vio renacer soles y penumbras,
cánticos donde el color hería la pupila
o quizá le daba nombre.

No he contado esas preguntas
que en mi frente se agrietan como islas,
tampoco he sentido en mis labios
la humedad simple de la alquimia,
los ejes del amor, los círculos del sexo.

En mis cejas las montañas son recuerdos,
basalto y nieve, cumbres que el pensamiento visita
cuando la noche se calma.

En mi perfil no hay batallas,
solo la incertidumbre
como una llave que alguien robó
de mi suerte.

Si el espejo me mira
le digo que no soy yo.

Mi rostro es un delta donde los ríos fluyen,
una alcantarilla sin formas,
el delirio de la piel que se aja
como la esfera de un reloj que cae
sobre sí o sobre la herida
del único devenir que me precede.

Maravilloso poema, con una tremenda carga emotiva. Mi aplauso.

Saludos cordiales.

Gracias, Ramón.Me alegra que te haya gustado el poema. Un saludo cordial.

Josefa A. Sánchez escribió:Magnífico poema. El autorretrato profundiza en paisaje intimo del alma. Siempre es un lujo venir a aprender de tus versos.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Pepa. Eres muy amable. Un abrazo.

Hermoso y evocador poema de Ramón.

Carmen Pla escribió:Eres imparable en la creatividad de bellas imágenes poéticas.
Precioso!!!
Un abrazo, Ramón

Muchas gracias, Carmen. Un abrazo.

Pilar Morte escribió:Magnífico poema donde el rostro se mira en pasado y presente con imágenes llenas de lirismo y belleza. Felicidades.
Abrazos
Pilar

Muchas gracias, Pilar, por tus palabras. Un beso.