Editorial Alaire

Silenciar los gritos de la noche bajo sábanas de apatía,
y dejar sin sabor las experiencias
sin misterio las conquistas,
ocultar los deseos,
desvanecer los siniestros impulsos,
rezar,
cada instante,
rezar para no beber el pentotal de tu boca,
para no toparme frente a frente
con el combado espejo que devuelve
el reflejo
de las alucinaciones.

Y sin quererlo disfruto,
de la agonía de la espera,
de la fuerza irracional que nos destroza,
que nos ahoga en un mar de segundos,
olas de tristeza bajo el influjo de la luna llena.

Y resisto las enseñanzas de la experiencia,
inmune a las ostias de la vida,
igual, siempre igual,
con los mismos altibajos y la misma capacidad de abstracción,
con el mismo interés por la vida,
la misma frustración por vivirla,
con la misma capacidad para crear sueños de papel de periódico,
la misma torpeza para exprimir sentimientos.

Silenciar los gritos de la noche bajo las sábanas de la apatía,
como descifrar obviedades
cuando los demonios susurran nanas al oído.

Ante este interesante poema que nos muestras, estimado amigo, Israel, no sé el por qué, me acaba de salir este Haiku, que a pie de comentario te dejo. Felicidades por el filosófico, poema.
Un abrazo.
BEGOÑA.


El sueño no arde
en noches inventadas
por espejismos.

Enfrentarse a la noche es, a veces, una batalla perdida de antemano. Los veros golpean desde el poema con un martillo de soledad. Me ha gustado (volver a) leerte.
Un abrazo.
Pepa

Los fantasmas gritan en la noche y tú los reproduces en versos hermosos. Un placer leerte
Abrazos
Pilar

Israel Liñán escribió:Silenciar los gritos de la noche bajo sábanas de apatía,
y dejar sin sabor las experiencias
sin misterio las conquistas,
ocultar los deseos,
desvanecer los siniestros impulsos,
rezar,
cada instante,
rezar para no beber el pentotal de tu boca,
para no toparme frente a frente
con el combado espejo que devuelve
el reflejo
de las alucinaciones.

Y sin quererlo disfruto,
de la agonía de la espera,
de la fuerza irracional que nos destroza,
que nos ahoga en un mar de segundos,
olas de tristeza bajo el influjo de la luna llena.

Y resisto las enseñanzas de la experiencia,
inmune a las ostias de la vida,
igual, siempre igual,
con los mismos altibajos y la misma capacidad de abstracción,
con el mismo interés por la vida,
la misma frustración por vivirla,
con la misma capacidad para crear sueños de papel de periódico,
la misma torpeza para exprimir sentimientos.

Silenciar los gritos de la noche bajo las sábanas de la apatía,
como descifrar obviedades
cuando los demonios susurran nanas al oído.

El insomnio es navegar y naufragar entre todas esas sensaciones, que muy bien describes en tus muy interesantes versos, y que nos acechan sin tregua. Como dijo Sam Shepard es una cadena, un lazo, un círculo vicioso.

Saludos.

Nos introduces en esa atmósfera de lentitud apática con gran pericia. Creo que has escrito un poema intenso, muy bien desarrollado. Me gustó mucho el final.

Un abrazo, amigo.
Óscar

Qué buen poema, querido amigo; ese vapor que pende sobre la noche en nuestro espacio, esa cornisa de oscura sombra que aprieta más de una vez la garganta para soltarla justo antes de lo inevitable.

Aplausos y felicidad; un abrazo también.

Me ha gustado Israel la atmósfera que creas para transmitir el sentimiento de unos ojos que se resisten a cerrarse, a caer en el plomo del sueño y no seguir observando el mundo tal como tú haces, con tu particular visión. Bien tramado el poema.
Un cordial saludo.

Israel Liñán escribió:Silenciar los gritos de la noche bajo sábanas de apatía,
y dejar sin sabor las experiencias
sin misterio las conquistas,
ocultar los deseos,
desvanecer los siniestros impulsos,
rezar,
cada instante,
rezar para no beber el pentotal de tu boca,
para no toparme frente a frente
con el combado espejo que devuelve
el reflejo
de las alucinaciones.

Y sin quererlo disfruto,
de la agonía de la espera,
de la fuerza irracional que nos destroza,
que nos ahoga en un mar de segundos,
olas de tristeza bajo el influjo de la luna llena.

Y resisto las enseñanzas de la experiencia,
inmune a las ostias de la vida,
igual, siempre igual,
con los mismos altibajos y la misma capacidad de abstracción,
con el mismo interés por la vida,
la misma frustración por vivirla,
con la misma capacidad para crear sueños de papel de periódico,
la misma torpeza para exprimir sentimientos.

Silenciar los gritos de la noche bajo las sábanas de la apatía,
como descifrar obviedades
cuando los demonios susurran nanas al oído.

La vida nos arroja al camino, y sentiremos mil veces la tentacion de seguir o cortar el unico arbol que nos guarece de un sol inmesiricorde. Me conmueve tu bello poema, Israel> E. R. Aristy

Muy bello poema de Israel.

Agobiante descripción poética de la vigilia forzada,
de la absurda lucha por alcanzar el sosiego que reclama el cuerpo
y la mente niega con febril agitación. Bien lograda la atmósfera del sopor
y la fatiga con imágenes netas y contundentes. Un excelente poema.
Abrazos.

Interesante.

Me ha gustado.

Un abrazo.

Israel Liñán escribió:
Y resisto las enseñanzas de la experiencia,
inmune a las ostias de la vida,
igual, siempre igual,
con los mismos altibajos y la misma capacidad de abstracción,
con el mismo interés por la vida,
la misma frustración por vivirla,
con la misma capacidad para crear sueños de papel de periódico,
la misma torpeza para exprimir sentimientos.


como descifrar obviedades
cuando los demonios susurran nanas al oído.

Excelente!

me atrae la oscuridad cuando es un tono de la asfixia, me gusta leerte cuando luchas con lo que se calla. abrazo

Para descifrar ideas y pensamientos la noche cierra sus circuitosy abre fauces y entonces la poesía toma auge y saca a relucir sus cuitas
y sofisticar deseos y nostalgias.

un abrazo