Editorial Alaire

Y tú que no me quieres, y tú que me lo dices
y yo que miro al suelo por no mirar tus ojos.
No es uno de mis días más felices,
será uno de esos días medio flojos.

Es uno de esos días de repente
en que la vida ocurre en un segundo.
Un día en que el amor se va del mundo
atropelladamente.

Fluctúan tus palabras entre el amor y el odio
desafiando los cauces de la expresión completa;
tu mirada me arrastra por los siglos
-y yo que miro al cielo, donde nada me aguarda-.

Si ni siquiera un ángel ha pasado,
si no ha pasado nada entre nosotros,
y ni siquiera un mal caballo alado
al galope tendido de los potros.

La fiebre se atenúa;
mi frente exhibe el gélido sudario de lo incierto,
la tuya se perfila
arrugada en el tiempo y el espacio.

Será que no me quieres. Será que me lo dices
y yo miro en silencio la sombra de tus ojos.
Es uno de esos días infelices,
candado con millones de cerrojos.

Ayyy Esteban...bellísimo canto de amor triste, de amor que no se tiene y que duele.
Tu poema, tiene un ritmo increiblemente belllo y bueno, ni que decir de lodicho y cómo lo has dicho. Es de esos poemas, para guardarse en la memoria. Me encantó. Aplausos poeta.

Será que no me quieres. Será que me lo dices
y yo miro en silencio la sombra de tus ojos.
Es uno de esos días infelices,
candado con millones de cerrojos.

Como duele el desamor cuando sufre en carne propia.

Gran poema

Jorge

Un día cargado de nubarrones, muy bien hilado. Un placer leerte

Un beso

Esteban Granado,

Ritmo extraodinario
belleza y tema magistral

Un abrazo fuerte, querido amigo

Alejandra, Jorge, Rosario y Ricardo:

Gracias, amigos. Disculpad mi tardanza en responder a vuestros amables comentarios. Celebro que os haya gustado el poema.

Un abrazo,

Esteban

Amigo Esteban, un poema excelente, conmovedor, que en mi escaso tiempo disfruto y en él me conmuevo. Un gusto amigo.

Un abrazo fraterno desde Chile, Benjamín.