Editorial Alaire

Soy un charco de soledad
mezclado con orín de perro.
Soy alcohólico de flores marchitas
y del labial del desastre, el color.
Ando con calzones de ira por los burdeles de la metáfora.
Mi cama tiene dos patas
y una noche calumniada por mi cama
que son las otras dos patas de mi noche.
Acostumbro a comer carne de cordero
en los días de resaca
y mirar la tendencia de los cielos
de multiplicar los días de resaca.
Nunca pude escribirle una carta a dios,
ni he leido todas sus cartas,
he empezado a cabrearme de las palomas
y a volverme un dócil suscriber
de Lacrimosa.
Cantar en alemán ¡qué idioma para los mudos!
Ser el Hitler de las cosas impronunciables.
Mi espalda es un muro de látigos, con enormes cabezas de monje
vigilando a que nadie pueda dulcificar la espera.
Amada, experta en alicates,
traéme al que pueda vencer al acero de ausencia
que ha empastado la dentadura de tu facebook.
Amada, hace meses que pago la renta
pero vivo en el túnel
de lor pajaros negros
y me cuesta dormir con ojos de cuervo.
Muchos restaurantes de Central Londres
han empezado a servir
carne de zorra
y me arrepiento de que no estés aquí
para invitarte a una orgía de símbolos.

Muy bueno, poeta, a pesar del dolor que trasmiten tus versos. Me ha gustado mucho
Abrazos
Pilar

[quote="Marius Gabureanu"]

La vida -muchas veces- es un bucle, un obsesivo retornar sobre el dolor que provoca dolor. El poema expresa esa angustia, ese mar gelatinoso del que no se puede huir.
Abrazos.

Volvió la inspiración a hacerte de las suyas y removiste palabra y verso para desde la subjetividad entrar en un subrealismo poético
muy digno.

un abrazo

Un gran poema, me gustó la capacidad que tiene tu palabra, que sabe lo que escribe, los deseos sensoriales, la ausencia, es como un pentagrama de realidades comunes.
Me ha gustado mucho, Marius.
Felicito tu inspiración.
Abrazos

Una lluvia de fantásticas metáforas esculpen los paisajes de la desolación. Excelente, como siempre, querido amigo.

Mis aplausos.

Abrazos.

Marius Gabureanu escribió:Soy un charco de soledad
mezclado con orín de perro.
Soy alcohólico de flores marchitas
y del labial del desastre, el color.
Ando con calzones de ira por los burdeles de la metáfora.
Mi cama tiene dos patas
y una noche calumniada por mi cama
que son las otras dos patas de mi noche.
Acostumbro a comer carne de cordero
en los días de resaca
y mirar la tendencia de los cielos
de multiplicar los días de resaca.
Nunca pude escribirle una carta a dios,
ni he leido todas sus cartas,
he empezado a cabrearme de las palomas
y a volverme un dócil suscriber
de Lacrimosa.
Cantar en alemán ¡qué idioma para los mudos!
Ser el Hitler de las cosas impronunciables.
Mi espalda es un muro de látigos, con enormes cabezas de monje
vigilando a que nadie pueda dulcificar la espera.
Amada, experta en alicates,
traéme al que pueda vencer al acero de ausencia
que ha empastado la dentadura de tu facebook.
Amada, hace meses que pago la renta
pero vivo en el túnel
de lor pajaros negros
y me cuesta dormir con ojos de cuervo.
Muchos restaurantes de Central Londres
han empezado a servir
carne de zorra
y me arrepiento de que no estés aquí
para invitarte a una orgía de símbolos.

Es un poema denso que abre los ojos y nos cuenta de imagen en imagen un cuadro intimista, cosas plebeyas y nobles en el reino del humano-dios. Un abrazo, ERA

Marius Gabureanu escribió:Soy un charco de soledad
mezclado con orín de perro.
Soy alcohólico de flores marchitas
y del labial del desastre, el color.
Ando con calzones de ira por los burdeles de la metáfora.
Mi cama tiene dos patas
y una noche calumniada por mi cama
que son las otras dos patas de mi noche.
Acostumbro a comer carne de cordero
en los días de resaca
y mirar la tendencia de los cielos
de multiplicar los días de resaca.
Nunca pude escribirle una carta a dios,
ni he leido todas sus cartas,
he empezado a cabrearme de las palomas
y a volverme un dócil suscriber
de Lacrimosa.
Cantar en alemán ¡qué idioma para los mudos!
Ser el Hitler de las cosas impronunciables.
Mi espalda es un muro de látigos, con enormes cabezas de monje
vigilando a que nadie pueda dulcificar la espera.
Amada, experta en alicates,
traéme al que pueda vencer al acero de ausencia
que ha empastado la dentadura de tu facebook.
Amada, hace meses que pago la renta
pero vivo en el túnel
de lor pajaros negros
y me cuesta dormir con ojos de cuervo.
Muchos restaurantes de Central Londres
han empezado a servir
carne de zorra
y me arrepiento de que no estés aquí
para invitarte a una orgía de símbolos.

Tremendo, Marius, tremendo poema, donde los calificativos sobran....volvemos a la desolación, una y otra vez, y nos metemos el dedo en la llaga, para ver que la sangre sigue apareciendo...que sigue manando una y otra vez, a veces es la única forma de humanizar lo que sentimos. Mi profunda admiración , querido amigo, por tu humanidad pura.

Un abrazo grande, grande.

Marius Gabureanu escribió:

Mi espalda es un muro de látigos, con enormes cabezas de monje
vigilando a que nadie pueda dulcificar la espera.
A.

Cuando se llega al punto de la desolación,
el dolor suele convertirse en la única señal reconocible de que seguimos con vida...
se llega a despreciar al consuelo, porque el alivio es sólo la espera del próximo embate del dolor.
Más allá de tu emblemática calidad poética, nos conmueven tus versos, estimado Marius,
porque con pasmosa solemnidad nos anucian tu proximidad vivencial a ellos.
Un afectuoso abrazo.

¡Magnífico Marius! Todo un vendaval de fantásticas imágenes y excelente poesía. Un verdadero placer de lectura, querido amigo. Mis sinceras felicitaciones y un fuerte abrazo.

De otro mundo, querido Marius; ese final excelso será imposible de olvidar. Y el desarrollo, la absoluta inmersión y salida de profundidades asimétricas, la ingeniosidad de tu cerebro poeta..., de aplausos y ovaciones, si señor.

Abrazo enorme.

Mi estimado amigo. Una cadena de imágenes en la rabia que nos ata a lo que nos parece imposible. Pero yo me pregunto si es tanto o solo una percepción. ¿Qué no podremos hacer? Coincido contigo en la taberna, coincido contigo en la desesperación de lo ilógico aparente. En la belleza del estiércol.
Pero sobre todo gozo con tus versos.

Un abrazo.

Hermoso trabajo de Marius.

A la hora de escupir sangre, la luz ya ha empezado a servir, a dudar sus consonantes. De ese vapor extrae un hielo que fija la tinta para dejarla atrás cuando sea el momento de huir.

abrazo