Editorial Alaire

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La poesía aquí toma aires flamencos de pureza que sólo la guitarra/mujer es capaz de interpretar. Aquí me llega la hondura y la calidez, la sensualidad y la sonoridad. Los acordes nos atan, en su vibración, al mar bravío de nuestras internidades y no nos dejan salir. Como aquellos marineros presos por los cantos de las sirenas en el el Mar de Creta. Sólo un vino de Rueda y unas sutiles navajas, que corten el aire de nuestra deuda, nos podrán remediar de Shakespeare y su pasión por los minutos.

Dije ¡soberbia! la poesía. Me has malinterpretado.
Corre, corre que yo mientras tú pajareas, fumando espero.

Qué temazo de Rojas y Niña Pastori que últimamente anda en decadencia interpretativa.

Un besazo.
Gracias.

Miguel Ángel Martínez escribió:La poesía aquí toma aires flamencos de pureza que sólo la guitarra/mujer es capaz de interpretar. Aquí me llega la hondura y la calidez, la sensualidad y la sonoridad. Los acordes nos atan, en su vibración, al mar bravío de nuestras internidades y no nos dejan salir. Como aquellos marineros presos por los cantos de las sirenas en el el Mar de Creta. Sólo un vino de Rueda y unas sutiles navajas, que corten el aire de nuestra deuda, nos podrán remediar de Shakespeare y su pasión por los minutos.

Dije ¡soberbia! la poesía. Me has malinterpretado.
Corre, corre que yo mientras tú pajareas, fumando espero.

Qué temazo de Rojas y Niña Pastori que últimamente anda en decadencia interpretativa.

Un besazo.
Gracias.

Tocar una guitarra es tan sensual que te puedes perder entre sus acordes, orgasmar sus quejios si el que la hace cantar es un maestro. Se nota que me gusta ese instrumento, ¿verdad?
Un vinito de Rueda y un platito de cecina. Blanco y seco para captar todas las sutilezas.
¿Te he dicho que son una gozada tus comentarios?
Pues eso.
Besazo.

Vibra con ánima el poema y el tensor que a ti te inspira rasga y rompe esa mística música de amor que tienta
la madera y luce el verso.

un abrazo

Hermoso trabajo de Tigana.