Editorial Alaire

Ya no te hace falta tener ganas,
desde allí, donde estás,
en esa suerte de cercana lejanía...
nos llueves poesía.

Amigo Arturo, estoy sorprendido, gratamente sorprendido por tu cercano detalle. A veces nos da la sensación de que no interesa a nadie lo que escribimos, de que cada vez hay menos lectores ( y es verdad), pero sobre todo de que está perdiendo sentido mostrar lo que vamos haciendo, someter nuestra desnudez a la nada.
Con este pequeño poema que me dedicas, haces sonar una campanilla de aviso, realizas una llamada de atención, no solo a mí, si no a todos los que puedan sentir esa distancia entre el verso y el lector.

Te agradezco mucho este regalo, grande en intención.

Un fuerte abrazo.

Hay gente (afortunadamente) que siempre tiene las palabras justas, precisas, y que jamás sienten indiferencia...Qué creo que es el mal de esta época...siempre están atentos...tienen ese don.
Exquisita réplica, amigo Arturo, a esa Landa de Manuel (no lo he dicho? mi poeta preferido en Alaire, aunque sí, yo creo que lo he dicho muchas veces).
Hay gestos que me reconcilian con el mundo....éste (exquisito) tiene tu nombre Arturo, y está dedicado a la poesía (Manuel). Felicidades a los dos.

Un abrazo, entrañable.

Carmen

La gana es un ser caprichoso que duerme o que despierta, que ríe o llora, que canta o reza...
dispone de vida propia para alejarse o para alojarse en la inspiración. Aunque no te dé las
gracias sabrá estar atenta para cuando desfallezcas.
El poeta ha de gratificarse solo, de dentro a más adentro.

Un abrazo

Concuerdo con Guillermo. Laa ganas dependen mucho del ánimo del momento. El poema me gusta por lo que dice y por la dedicatoria oportuna. Felicitaciones a ambos poetas.
Un abrazo.
Pepa