Editorial Alaire

A mi hijo

Siente el vértigo de los brazos invisibles,
la escama que crece alta como un sol frío,
siente las venas y su efervescencia de niña
alegre, siente la vigorosa caricia del aire, el
esplendor que llega a ti, a tu iris que es un universo
y una plegaria. Abre esos ojos que amamantan
tiempo, como una caja de música que se entregara
a la vida. Toda tu juventud es un árbol en fiesta,
no reprimas ni un solo aliento de amor, cada cosa
ha sido concebida para que se refleje en el día
del que huyes, despliega en abanico el inmenso
caudal que te posee. Vive como vive el animal,
ausente de si y de la muerte.

A vertixe do comezo chega ata o final do teu poema. Gustoume, sobre todo o encadeamento do comezo co peche.
Unha aperta, meu

Un poema muy bello y rico en ese sentimiento que cautiva al lector. Nunca defraudas compañero. Gracias por tu arte. Un abrazo.

Me parece un poema extraordinario, de una belleza particular.
Un abrazo, Ramón

Estos versos se los recitaría a mi nieta si tuviese edad de comprenderlos. Un poema hermoso que canta a la vida y seduce
Besos
Pilar

Laudatorio en forma de mensaje abierto para facilitar engranajes de conciencia y vida.

un abrazo

xaime oroza carballo escribió:A vertixe do comezo chega ata o final do teu poema. Gustoume, sobre todo o encadeamento do comezo co peche.
Unha aperta, meu

Grazas, Xaime, Unha aperta.

Gerardo Mont escribió:Un poema muy bello y rico en ese sentimiento que cautiva al lector. Nunca defraudas compañero. Gracias por tu arte. Un abrazo.

Gracias por tu amabilidad, Gerardo. Un abrazo.

Carmen Pla escribió:Me parece un poema extraordinario, de una belleza particular.
Un abrazo, Ramón

Gracias, Carmen, eres muy generosa. Un abrazo.

Pilar Morte escribió:Estos versos se los recitaría a mi nieta si tuviese edad de comprenderlos. Un poema hermoso que canta a la vida y seduce
Besos
Pilar

Gracias, Pilar, por ese bonito comentario. Un abrazo.

Guillermo Cuesta escribió:Laudatorio en forma de mensaje abierto para facilitar engranajes de conciencia y vida.

un abrazo

Gracias, Guillermo, por leerme y comentar. Un abrazo.

Ramón Carballal escribió:A mi hijo

Siente el vértigo de los brazos invisibles,
la escama que crece alta como un sol frío,
siente las venas y su efervescencia de niña
alegre, siente la vigorosa caricia del aire, el
esplendor que llega a ti, a tu iris que es un universo
y una plegaria. Abre esos ojos que amamantan
tiempo, como una caja de música que se entregara
a la vida. Toda tu juventud es un árbol en fiesta,
no reprimas ni un solo aliento de amor, cada cosa
ha sido concebida para que se refleje en el día
del que huyes, despliega en abanico el inmenso
caudal que te posee. Vive como vive el animal,
ausente de si y de la muerte.

Tu poema, Ramón, me ha conmovido.
Es un exquisito canto de amor que la sabiduría brinda al desenfreno juvenil,
tan cálido y cercano como universal. Así de grande!

Mi admiración y aprecio en un fuerte abrazo.

[quote="Ramón Carballal"]

Siente el vértigo de los brazos invisibles,
la escama que crece alta como un sol frío,
siente las venas y su efervescencia de niña
alegre, siente la vigorosa caricia del aire, el
esplendor que llega a ti, a tu iris que es un universo
y una plegaria. Abre esos ojos que amamantan
tiempo, como una caja de música que se entregara
a la vida. Toda tu juventud es un árbol en fiesta,
no reprimas ni un solo aliento de amor, cada cosa
ha sido concebida para que se refleje en el día
del que huyes, despliega en abanico el inmenso
caudal que te posee. Vive como vive el animal,
ausente de si y de la muerte.

Me ha pasado un par de veces esta noche, comentar un poema y desaparecer lo que he escrito, sin duda mi torpeza.
Un poema excepcional, un canto rotundo a la sustancia de la juventud, una llamada al vivir ausentes de si y de la muerte. Un fraternal abrazo.

José Manuel F. Febles, desde mi isla

Muy bello poema de Ramón.

Ramón,

me gusta mucho, amigo. Muy emocional este poema sin caer en la sensiblería. Formalmente sigues explorando esa manera tuya de encadenar encabalgados de manera aparentemente prosaica, estás alcanzando un nivel muy remarcable en este discurrir tan original.
Me quedo con los últimos versos del poema

Vive como vive el animal,
ausente de si y de la muerte.

Me gusta mucho.

Un abrazo.